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CLUB DE CINE

'Los lunes al sol', la dolorosa realidad del parado

Una película que plasma la cruda realidad del desempleado y la situación del trabajador a merced de los intereses de sus superiores.

Por Hugo Rosales 29 de Marzo 2012 | 09:31

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En un día como hoy, nos resulta inevitable no abrir el debate con una película como 'Los lunes al sol'. Dirigida en 2002 por Fernando León de Aranoa y protagonizada, entre otros, por Javier Bardem y Luis Tosar, plasma la vida de un grupo de parados de una urbe costera del norte de España, años después de haber sido despedidos de su trabajo en un astillero.

Ganadora de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián y de 5 Premios Goya: mejor película, director, actor principal (Bardem), actor de reparto (Tosar) y actor revelación (José Ángel Egido), nos referimos a un film de rabiosa actualidad, hoy más que nunca, que da voz a esos millones de desempleados que luchan por sobrevivir en el día y a día, para denunciar el abuso y la codicia de los poderosos.

Compañeros en el paro

Compañeros a las duras y las maduras

El argumento se centra en un grupo de amigos que han sido echados del astillero debido a la reconversión industrial y que se reunen cada noche en un bar para descargar toda su frustración y aligerar sus penurias. Entre ellos, el personaje de Santa (Javier Bardem), un desvergonzado hombre de mediana edad con unos sólidos principios que no dejará pisotear, ni cuando le toque pagar las ocho mil pesetas que le reclaman por destrozar una farola durante los disturbios de la naval. Santa ansía viajar a Australia (anti - podas... lo - contrario) para escapar de su cruda realidad, su personaje es la representación del descarado que no se piensa callar ante las injusticias.

Luis Tosar es José, su apocado amigo que vive bajo el temor real de que su mujer lo acabe dejando y que pone la nota de cordura en el grupo; José Ángel Egido es Lino, un veterano trabajador, infatigable en su recorrido diario por entrevistas de trabajo en cuales buscan a gente más joven, y que en la mayoría de las ocasiones ni siquiera es conocedor del puesto al que postula; Celso Bugallo encarna a Amador, un hombre experimentado que se refugia en el bar cansado de vivir, mientras que Joaquín Climent es Rico, el dueño del bar. Todos ellos compañeros, injustamente despedidos por los responsables del astillero.

Javier Bardem es Santa

El debate está a pie de calle

La película es heredera del cine social británico que expone nombres como Ken Loach, aunque sin embargo, no se adentra en la crítica política, simplemente refleja a ese grupo de millones de trabajadores que quieren ejercer una ocupación y no pueden, y que tendrán su justificada visión de cómo se hacen las cosas, y cómo deberían ser. Su contenido deja patente el poder de las grandes empresas y la situación del empleado como simple peón, que puede ser manejado a su antojo por sus jefes ante la triste realidad de poder ser reemplazado como un mero cambio de piezas.

Una película necesaria, con grandes interpretaciones del grueso del elenco, y que refleja con naturalidad y realismo la situación social, para fomentar el debate de si son necesarios los recortes para sacar adelante la situación del país y preguntar dónde quedan los derechos de los trabajadores ante la codicia de quienes los dominan.