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CRÍTICA

'Iron Man 3': La actitud hace al héroe

Robert Downey Jr. vuelve con su mejor Tony Stark en una aventura llena de máscaras, de acción y humor, que la convierte en la perfecta hermana pequeña de 'Los Vengadores'. Crítica sin spoilers.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 26 de Abril 2013 | 13:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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En los tiempos que corren, y con los precios de las entradas que tenemos actualmente, resulta bastante lógico que los espectadores se hayan vuelto unos "gourmets" y seleccionen mucho más las películas que van a ver. Es una situación triste, pero nadie puede llegar a sorprenderse por ello. Muchos pondrán el grito en el cielo cuando 'Iron Man 3' reviente las taquillas de medio mundo. Pero es lo que ocurre cuando se ofrece el producto que busca cierto sector muy amplio del público, cuando se da lo que se pide.

Iron Man 3

Shane Black ha tenido la ardua tarea de encargarse de la siguiente película del Universo Marvel post-'Los Vengadores'; sí, esa película que hizo más de mil millones y medio de dólares en taquilla, y además convenció a su público. Quizás Tony Stark era el que más fácil lo tenía para seguir con éxito su estela, pero las expectativas cotizan alto. Respiren todos tranquilos, 'Iron Man 3' es todo lo que promete, y más.

La historia sigue precisamente a la de 'Los Vengadores', con Tony Stark abrumado con lo vivido en Nueva York, constantemente preocupado por lo que le pueda pasar a Pepper. Si a eso le sumamos la amenaza que supone el Mandarín, que ha puesto la mirilla en su frente, es algo que ni el millonario más carismático de la gran pantalla puede soportar sin preocuparse. El ataque es inminente, y el protagonista se enfrentará a un reto para el que, quizás, no está preparado.

Sir Ben Kingsley no podía describir mejor el tronco que sustenta esta película: "Es una historia sobre máscaras". Shane Black explota al máximo el encanto de Robert Downey Jr. para llevarnos a lo más profundo de la personalidad de Tony Stark. Con un actor como él, era un delito no aprovecharlo. Si las dos entregas anteriores ya eran todo un "tour de force" dentro del género del cómic, ésta es toda una oda al actor detrás del personaje. Stark estará preocupado, pero no dejará de ofrecernos increíbles diálogos, salidas de tono y dardos cargados de ironía y sarcasmo. Su actitud hace que sea prácticamente imposible que nos lleguemos a cansar algún día de Iron Man.

Además, pocas veces el carisma de un intérprete consigue hacer funcionar tan bien al resto del equipo. La química con Gwyneth Paltrow, las bromas con Jarvis o sus enfrentamientos dialécticos con sus enemigos le hacen a él más grande, y les ofrece a los demás una perfecto apoyo para lucirse. Tony Stark funciona como tipo duro, como "padre", como amante y como vacilón por excelencia.

Iron Man 3

Arrodíllense ante el poderoso Mandarín

'Iron Man 3' es un ejemplo de que un blockbuster puede tener, y de hecho tiene, un casting lleno de talento. No sólo de su protagonista, sino de los secundarios. Pero hay uno que le sabrá arrebatar todo el protagonismo, y ese es Ben Kingsley. Es evidente que talento no le falta, pero su sorprendente personaje nos deja una de las interpretaciones más memorables del británico. El Mandarín que nos presenta merece un monumento. Todo el lado oscuro, en realidad, está montado con muy buenos resultados en la película, y lo bueno es que Kingsley es simplemente la punta del iceberg. Todo un salto cualitativo respecto a las dos entregas anteriores del señor Stark.

En el apartado técnico, después de 'Los Vengadores', poco puede sorprendernos ya. 'Iron Man 3' nos ofrece todo lo que esperamos de ella, haciéndola una gran discípula de la superproducción de Joss Whedon. Las dos horas de duración no nos dejarán un momento de pausa, las batallas son todo lo excesivas que buscamos, aunque resulten algunas veces algo absurdas. Difícil es aburrirse de semejante espectáculo de humor y acción, estupendamente coreografiados.

'Iron Man 3' no será perfecta, obviamente. Sobran apariciones (Rebecca Hall), y no termina de convencer en ese trasfondo filosófico que se le pretende dar, ese "¿el hombre hace a la armadura o la armadura hace al hombre?", por ejemplo. Pero lo suple con unos resultones giros de guión y todo un show palomitero. Además, sigue marcando su espacio con los cómics, llegando a sorprender incluso a los expertos marvelitas. No es solamente una mejora respecto a las anteriores entregas, es una más que digna hermana pequeña para 'Los Vengadores'. Joss Whedon ha sabido crear escuela, y Shane Black es un discípulo aventajado.

Aquellos que hayan estado esperando con ansia la Fase 2 de Marvel, pagarán encantados por 'Iron Man 3', y saldrán probablemente igual de encantados. Porque es un producto que no se esconde detrás de pretensiones. Es lo que es, un blockbuster hasta las últimas consecuencias. Los críticos con este cine pueden elegir tan bien como los amantes de Marvel qué cinta ir a ver, pero estos segundos tienen la suerte de contar con cintas confeccionadas prácticamente a medida, y quizás es su secreto para triunfar. No pretenden reinventar el Séptimo Arte, y ni siquiera reinventarse a sí mismos, simplemente quieren entretener. Y, una vez más, lo hacen con una soltura que asusta. Con todo lo que está por venir en este género, Marvel vuelve a dejar claro que han encontrado el camino correcto, y no piensan desaprovecharlo.

PD: Evidentemente, esperen hasta el final de los créditos.