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CRÍTICA

'Somos gente honrada': Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas

Alejandro Marzoa debuta en la dirección de un largometraje con 'Somos gente honrada', que mezcla drama y comedia en un contexto de crisis.

Por Guillermo Álvarez 15 de Junio 2013 | 09:00

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La crisis deja cada día historias terribles de familias que lo tenían todo, y que se han quedado sin nada, o que han perdido lo poco con lo que contaban. No es extraño que la situación económica de nuestro país llegue al cine, y que la cruda realidad que viven a diario un gran número de españoles se vea reflejada en el séptimo arte.

Miguel de Lira y Paco Tous en 'Somos gente honrada'

'Somos gente honrada' es la historia de dos hombres de unos cincuenta años que atraviesan un mal momento económico. Uno es Suso (Paco Tous), kioskero que ha tenido que cerrar su negocio, una desgracia de la que culpa a Internet; el otro es Manolo (Miguel de Lira), un constructor cuya empresa se está yendo a pique y le está llenando de deudas.

Desesperados por su amarga situación, su gran consuelo es irse los sábados a pescar, afición compartida que une más a estos dos amigos que son capaces de darlo todo el uno por lo otro, y de fingir ante sus familias que todo marcha bien, esas familias que junto con su amistad son lo más importante para ellos. Un día se encuentran un fardo con 10 kilos de cocaína y se abre el cielo ante ellos por la posibilidad de conseguir dinero, aunque pronto ese cielo podría convertirse en un infierno que destroza sus vidas.

Marisol Membrillo y Paco tous en 'Somos gente honrada'

Esta película, ópera prima de Alejandro Marzoa, un astro de los cortos que por fin ha dado el salto al largometraje con una historia en la que la crisis sobrevuela el ambiente, no quiere contar solo una historia de crisis, sino que el amor y la amistad juegan un papel fundamental; pero el amor y la amistad a veces quedan en un segundo plano cuando la desesperación se adueña de uno.

Un drama cómico o una comedia dramática

Resulta destacable el trabajo de Paco Tous y Miguel de Lira, que cumplen a la perfección el duro papel que interpretan. Entre los secundarios se encuentran Marisol Membrillo, Unax Ugalde, Manuela Vellés y Manuel Lozano, que conforman el entorno familiar de Suso y Manolo, además de Antonio Durán 'Morris'. Marisol Membrillo interpreta a Carmen, la esposa de Suso, una abnegada esposa y madre con un don para la cocina que supone un pilar fundamental y que aporta sensatez. La andaluza fue seleccionada entre una veintena de actrices y su interpretación denota que el director no se equivocó, pues Membrillo borda su papel.

Manuela Vellés y Unax Ugalde en 'Somos gente honrada'

Manuel Lozano da vida al hijo de Suso y Carmen, un adolescente que intenta llevar una vida que no se corresponde con la situación económica que tiene en casa; el joven, a quien descubrimos con 'La lengua de las mariposas' en 1999, demuestra que su precoz talento se mantiene. Unax Ugalde, el malo de esta historia, y Manuela Vellés, pertenecen al ámbito familiar de Manolo, son su yerno y su hija. Ugalde es Luis, un policía que acaba por corromperse por avaricia, mientras que Vellés encarna a Julia, la gran engañada de la trama, y que aparece en pocas escenas.

'Somos gente honrada' puede parecer a priori una comedia costumbrista, pero no hay que dejarse engañar porque Andreu Buenafuente y José Corbacho ejerzan de productores, ni porque el coprotagonista sea Paco Tous, un actor más asociado a la comedia; esta cinta de actores es un drama con tintes de comedia, que refleja a la perfección lo que es la vida, una sucesión de momentos buenos y malos.

Estamos ante una película pequeña pero con grandes pretensiones; bien contada y narrada, con unas localizaciones perfectamente elegidas (Galicia) y con una banda sonora adecuada, consigue entristecer al espectador cuando al otro lado de la pantalla afloran las lágrimas, y hace sonreír cuando la risa invade la pantalla. De este modo 'Somos gente honrada' es una película correcta que enseña que siempre hay una salida ante la desesperación, y que el amor todo lo cura.