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CRÍTICA

'Afterparty': Consigue aguar la fiesta

Miguel Larraya presenta su ópera prima en la gran pantalla: un thriller, supuestamente de terror, protagonizado por Luis Fernández.

Por Aída Moreno Blasco 15 de Septiembre 2013 | 10:33

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Cuando parecía que el cine español estaba planeando películas de calidad para la próxima temporada, lanzan 'Afterparty' y consigue aguar la fiesta. Categorizada como un thriller de terror, únicamente te deleita con algún sobresalto leve y altamente previsible. Así que si los fanáticos del cine de terror esperaban una película de miedo, en ésta lo único que encontrarán son mediocres asesinatos.

Afterparty

El guion de la película gira en torno a una buena idea si se tiene en cuenta que la acción transcurre en una casa de hormigón de 1.500 metros cuadrados y que los principales ingredientes son: sexo, drogas y suspense. Pero aunque a primera vista puede sonar una película apetecible, conforme se va adentrando en la "acción" la gula desaparece.

En el filme Carlos (Luis Fernández) protagoniza a 'El Capi', un joven protagonista de una exitosa serie de televisión denominada 'Campamento Misterio' que lleva locas a las adolescentes, y no duda en usar su fama para ejercer de rompecorazones. Después de una noche de fiesta en una enorme mansión, se ve atrapado junto a un chico y un grupo de chicas con las que estuvo la noche anterior. En un teléfono móvil desde el que no pueden llamar, van recibiendo vídeos donde descubrirán que no son los únicos encerrados en la casa. Mientras intentan descubrirlo, irán desapareciendo miembros del grupo y el resto verá su asesinato grabado.

Afterparty
Crímenes, que a pesar de ser el punto culminante del filme, apenas son visibles. Una idea que viene de la mano de Miguel Larraya, quien debuta como director en el mundo cinematográfico tras un extendido currículum como guionista y realizador en televisión. Y por si no fuera poco, también se ha atrevido con el guion de la película junto a Fernando Sancristóbal, para elaborar mecánicas conversaciones y de escasa originalidad. El guion de 'Afterparty' se ha inspirado en dos grandes películas como 'Saw' y 'Tesis' -aunque no les llega ni a la suela del zapato-, las cuales se proclaman como las favoritas del director.

Intérpretes escasos de experiencia

Además, la intención del filme no ha sido hacer una buena producción -o al menos eso es lo que refleja- sino que simplemente ha escogido como intérpretes a personajes sonados entre los jóvenes, para asegurarse un escaso target en las salas de cine. Entre ellos, Luis Fernández es el protagonista, quien está más curtido de experiencia que el resto del elenco. El joven actor ya ha participado en filmes como 'XP3D', 'Tres metros sobre el cielo' y 'Tengo ganas de ti'. Y ésto se refleja a lo largo del filme, con una actuación que supera con creces la de sus compañeros.

Junto a él otros jóvenes -algunos de ellos debutan como intérpretes en la gran pantalla- como Alicia Sanz, Andrea Dueso, Rocío León, Juan Blanco y Ana Caldas. Que sean novatos es palpable a lo largo de la película debido a la poca naturalidad y soltura en los diálogos, que intentan ser encubiertos con escenas de desnudos. Todo ello bajo un argumento que muestra como 'Afterparty' ha intentado plagiar la esencia de filmes como 'Scream' o 'Sé lo que hicisteis el último verano', pero de forma pésima.

En definitiva, una película que han retrasado su estreno en varias ocasiones, quizás por miedo al fracaso. Y es que aunque el filme apenas tiene de duración 75 minutos -es poco tiempo para lo que estamos habituados- incluso llega a hacerse larga.

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