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CRÍTICA

'Los Juegos del Hambre: En llamas': Un flechazo en el centro de la diana

La segunda entrega de la saga protagonizada por Jennifer Lawrence consigue dar un salto cualitativo, quedándose muy cerca de la novela original. Crítica SIN SPOILERS.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 18 de Noviembre 2013 | 09:03
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Katniss Everdeen. Una chispa que se originó en las librerías y se propuso incendiar las salas de cine de todo el mundo. Y lo consiguió. Casi por sorpresa, había nacido una franquicia cinematográfica de éxito: 'Los Juegos del Hambre'. Gran parte del camino estaba ya asfaltado, pero una secuela que no cumpla con las expectativas de los fans puede terminar abruptamente con la revolución que ha supuesto "la chica en llamas". Pero Katniss sigue con su historia, y vuelve dar de lleno con sus flechas en el centro de la diana.

Los Juegos del Hambre: En llamas

'Los Juegos del Hambre: En llamas' cuenta con una diferencia principal respecto a la primera entrega: su director. Gary Ross logró hacer una adaptación bastante fiel de una novela con mucha tela que cortar, aunque había un gran número de detalles por pulir. Francis Lawrence toma el relevo, y consigue ofrecernos una película mucho más sólida, mucho más cercana a la novela de Suzanne Collins en la que se basa.

Tanto es así, que encontramos un porcentaje muy similar de tiempo invertido entre los momentos previos a la Arena y el Vasallaje de los Veinticinco propiamente dicho, dando más peso al Tour de la Victoria o el anuncio de los Juegos. Aunque puede que a muchos les resulte decepcionante, 'En llamas' no se hace nada tediosa, a pesar de sus casi dos horas y media de metraje. Gracias a ello, podemos ir componiendo el puzzle que es la vida de Katniss con mayor detalle que ella misma, conociendo a los nuevos personajes y, de paso, la situación de cambio en la que se encuentra Panem.

En el sentido estético, es todo un acierto que no hayan comenzado a hacer cambios radicales con la nueva dirección. 'En llamas' recupera el gran apartado visual que tuvo la primera, tanto la sobriedad y tonos grises de los distritos como las extravagancias del Capitolio. De hecho, aprovechan el estatus de franquicia de éxito para hacerlo todo mucho más grande y lleno de detalles, destacando de nuevo el barroco lado pudiente de Panem. Y por fin podremos disfrutar de estos escenarios, ya que Lawrence muestra un rodaje más pausado, sin muchas florituras, pero tampoco sin síntomas de parkinson.

El salto a la Arena también supone un cambio de tercio, de nuevo con pocos mareos, pero sí con un toque algo más violento que la primera parte. No veremos una gota de sangre (sigue siendo una película para adolescentes), pero sí parecerá que estamos en el escenario de una lucha a muerte. El particular funcionamiento de la Arena es adaptado con el mismo ingenio puesto por las palabras de Collins. Los efectos especiales son de primer nivel, aunque se abuse demasiado de escenas nocturnas en las que se dificulta la visión. Sin embargo, el ritmo frenético de la competición, y ese toque de misterio de los demás tributos, nos mantendrá en ascuas durante todo este segmento.

Los Juegos del Hambre: En llamas

"Recuerda quién es el verdadero enemigo"

En general, toda la trama ha ganado en profundidad y en agilidad, aunque no está pensada para agradar a aquellos que no disfrutaron de los libros, o que no se engancharon con el primer capítulo en celuloide de "la chica en llamas". Sigue siendo una película dirigida a un público joven que, a pesar de dar un mayor peso al romance (sin pasarse) esta vez, quizás los momentos en los que más se tambalea la adaptación; sigue lanzando preguntas relacionadas con los totalitarismos, la propaganda, la privacidad... Ni la saga es para todos, ni las películas están pensadas para agradar a todos. Pero los fans, los "tributos", van a disfrutarla de cabo a rabo, tanto que les pasará como un suspiro. Además, han sido lo suficientemente valientes como para haber apostado por un final que no dejará a nadie indiferente, pero que es otro gran triunfo para el equipo de la película.

Pero, una vez más, lo que diferencia a esta franquicia de otras adaptaciones de sagas literarias o dirigidas a jóvenes es el talento de gran parte de su reparto, pero sobre todo de Jennifer Lawrence. Si ya es difícil conseguir que un personaje que no está diseñado para gustar a todos consiga enamorar sin remedio, es de agradecer que la joven actriz no se deje ni una pizca de talento en casa. Será una superproducción, pero Lawrence nos vuelve a regalar una gran interpretación y sin duda, la protagonista más carismática que ha tenido una película salida de novelas para jóvenes en años. Además, está acompañada por talentazos de la talla de Donald Sutherland, Woody Harrelson, Philip Seymour Hoffman, Elizabeth Banks o un nuevamente inmenso Stanley Tucci, cuyo secundario sigue siendo de lo mejor que tiene este reparto. Ellos consiguen encumbrar cada escena en la que salen. Los que estén preocupados por los Finnick y Johanna que nos ofrecerán Sam Claflin y Jena Malone, los dos presentan un trabajo más que notable, acercándose mucho a lo que describen las páginas del libro.

'Los Juegos del Hambre: En llamas' supone una más que notable evolución dentro de una saga, una película que sabe rendir homenaje a la novela de la que ha salido. La estética, el universo creado y la aventura saben tomar el legado de su primera entrega y llevarlo todavía más allá. Toda ella es un fantástico ejemplo de cómo se debe hacer un blockbuster bien engrasado, y que nos deja con muchas, muchas ganas de más.