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CRÍTICA

'El médico': Cine clásico con aroma de telefilme

Una película basada en una exitosa novela de Noah Gordon, que pese a tener cosas interesantes, se hace extremadamente larga.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 24 de Diciembre 2013 | 10:00

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Personalmente, no he leído ninguna novela de Noah Gordon, el escritor de cuyo best seller se ha inspirado la película 'El médico'. Digo inspirado porque ya es común que un largometraje basado en un libro tenga sus discrepancia en cuanto al original, pero en esta ocasión, y debido a mi desconocimiento de la obra del autor, esto no ha sido un impedimento para mi, y veo la cinta de 'El médico' como una de las películas de antes, con una gran historia que contar, un reparto bien escogido y una buena dirección, que pese a ello, le cuesta mantener un ritmo lo bastante óptimo para una película que dura dos horas y media, una cantidad de tiempo que en estos años de 140 caracteres, mensajes cortos y prisas, nos parece un mundo si no está agilmente contada.

'El médico': Cine clásico con aroma de telefilme

La historia que nos narra el filme gira en torno a Rob J. Cole, un niño huérfano de nueve años que es adoptado por un barbero que le enseña el oficio de curandero. Durante años recorren Inglaterra montando espectáculos para atraer al público hacia sus milagrosos métodos de cura, hasta que todo ello se convierte en algo más importante para Rob cuando conoce a Benjamin Merlin, un médico judío al que pronto admirará y quien le descubrirá a su mentor, el científico persa Ibn Sina. Rob, determinado a convertirse en un gran médico, iniciará un emocionante viaje hacia Persia, donde se hará pasar por judío para poder estudiar en una escuela que no admite cristianos.

Nos encontramos por ello ante una cinta cuya historia se remonta al Siglo XI, algo muy atractivo de ver gracias a una puesta de en escena muy bien conseguida, con multitud de actores secundarios en algunas escenas, escenarios bien atrezados, y nada que nos salte al ojo más allá de los peinados tan bien arreglados de sus protagonistas. El director alemán Philipp Stolzl no ha dudado tampoco en hacer grandes panorámicas de sus escenarios, mostrándonos desde desiertos a fortalezas, y pasando por preciosas laderas al borde del mar o pueblos ingleses de mala muerte, todo ello con una composición en la que se nota el ojo y un tratamiento de la fotografía muy cuidado. Gracias a la época, habrán unos cuantos chistes o comentarios propios de las circunstancias en unos años en los que la medicina, si curaba, era brujería, y su manera de tratar era amputando miembros o haciendo al paciente beber un brebaje inventado.

El elenco de actores es bastante variado, y quiero destacar el trabajo de los más reconocidos y principales, que son Tom Payne, Stellan Skarsgård, Ben Kingsley, Olivier Martinez y Emma Rigby. El papel principal ha recaído en Tom Payne, un actor que no conocía antes de esta película, y que pese a que en un primer momento pensaba que iba a ser más insulso, acaba convenciendo por mostrar una interpretación muy humilde y concreta, sin irse mucho por las ramas ni intentar gustar, sino que más bien se nota que el hombre se divertía haciendo su papel, que eso sí, le ha dado para mucho en las dos horas y media de metraje, dando lugar a una evolución bastante convincente de su rol. Igual echo en falta más riesgo en su papel, ya que en ciertos momentos creo que le hubiera venido bien una propuesta más oscura de su personaje, por todo lo que acontece en el filme, y noto que en ciertas partes no está todo lo metido en su rol que debiera, pero aún así, ha hecho una interpretación atractiva y crea simpatía con el espectador.

'El médico': Cine clásico con aroma de telefilme

Stellan Skarsgard no es que salga mucho en el cinta, pero ha hecho un gran trabajo de adaptación para un papel que le exigía los contrastes de hombre que ejerce de mentor sin querer serlo, que quiere sin querer hacerlo y que debe creer cuando lo da todo por perdido. Skarsgard tiene también una de las escenas más dramáticas y complicadas de la película, y verle resulta todo un lujo, ya que se muestra en el actor una faceta muy humilde y de descubrimiento, que siempre es de agradecer en pantalla. Olivier Martinez tiene también un rol que le viene que ni pintado, y con ello, crea a un hombre despiadado y que impone, a lo que se une que ha sabido darle algún matiz ambiguo a su personaje. Si bien, tampoco es que de mucho de si, y en algún parlamento realmente interesante de su rol, se echa de menos más arrojo del actor en interpretarlo, ya que parece que cuando todo está dispuesto para ser memorable, queda algo en el aire la porte que ofrece, aunque aún así, hace un papel bastante correcto.

La situación con Ben Kingsley, perdón, Sir Ben Kingsley, es algo más complicada. No cabe duda alguna del valor actoral de Kingsley, todo un monstruo de la pantalla, un actor como los de antes, que se lo toma en serio y en el que no sé si los directores se atreven a cuestionar su trabajo, ya que puede estar sentando cátedra. Es por ello que su rol en 'El médico' demuestra su profesionalidad delante de las cámaras, pero desde mi punto de vista, no aporta tampoco nada nuevo de lo que nos tiene acostumbrados. Con ello quiero decir que su manera de actuar y de dar vida a su personaje, me recuerda enormemente a otros papeles suyos, casi como si fuera un estándar para Kingsley, y pese a que está correcto, que siempre lo está, no veo una aportación fuera de lo común para su registro, por lo que su papel no es para mí un referente en su carrera, pero no por ello deja de ser efectivo.

La guapa actriz Emma Rigby da el contrapunto femenino a la historia, y la verdad, no sé muy bien hasta que punto ha logrado su objetivo. En las primeras escenas de Rigby, casi puede palparse esas ganas de comerse el objetivo, de estar preciosa, iluminada, divina, tanto es así que esa imagen suya de gustar a cámara rompe algo el encanto de su personaje, ya que sobre todo al principio solo aparece para mostrar esos labios suyos, de aspecto tan tristemente operados (o por lo menos así me parece a mi), que hacen que su personaje no llegue a posarse en la película, como si fuera una cara bonita puesta para cartel. Ya más adelante del metraje la actriz comenzará a creer en su personaje, y sin tener una evolución muy notable ni escenas memorables, hace su trabajo de manera pasable, aunque se echa en falta más arrojo para demostrar que no es solo una cara bonita. Esta película no es el escaparate de ello.

'El médico': Cine clásico con aroma de telefilme

Cine clásico

Nos encontramos pues ante un cine clásico, una gran historia, larga y con mucho texto, que nos llevará a diferentes ubicaciones, habrá amor de por medio, batallas, filosofía y medicina. La medicina, claramente, es el tema más importante, y la verdad es que es bastante interesante el ver cómo se planteaba antes, y las posibilidades que da un personaje más curioso con la anatomía humana. Supongo que lo más divertido es ver a unos personajes tan convencidos en algo que ahora el espectador sabe que es erróneo, y como sigue la evolución del filme hasta que poco a poco comienzan a abrir los ojos.

El problema es que dos horas y media de metraje, con muchas escenas que no llegan a ser del todo relevantes para la historia, demuestran que el filme tiende a enseñar todo desde muy el principio y poco a poco evolucionar, en lugar de dar más importancia al trabajo de los actores en crear la atmósfera que pretende el director. Me refiero a que es posible quitar diez minutos de metraje en enseñar cómo los amigos salen de fiesta sin nada que aportar, y en su lugar enseñar a los mismos protagonistas el día después con resaca y alguna mirada cómplice. En mi opinión eso es más sutil y crea más relación que quince minutos de otras escenas que aportar, aportan poco.

Como conclusión, hemos de admitir que ver algo de cine clásico, lento y con mucho que contar, siempre está bien, y que cuando ha tenido un buen cuidado y no se ha hecho mirando directamente al DVD se aprecia mucho mejor el mimo que tiene, y eso es plausible. Lo único que no termino de ver es el público que podrá disfrutar plenamente de esta película, ya que pese a tener cosas buenas, alguna situación bien narrada, y algunas escenas bastante interesantes, en ocasiones me parece que ha intentado abarcar demasiado y todos los problemas que expone, desde la religión, las batallas políticas y el conocimiento, se han quedado un poco a medias, y no terminas de entrar en todas, si bien algo más en la medicina, lo cual es interesante pero tampoco se trata de la cinta más representativa sobre el tema. Aún con todo ello, es un buen entretenimiento que se desvincula de ser directa y efectiva, y nos ofrece un viaje de descubrimiento y ambición que todavía tiene su atractivo.

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