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CRÍTICA

'Oldboy' de Spike Lee: Una promesa a medio cumplir

Este remake norteamericano no tiene como mayor escollo que exista la excelente versión surcoreana, sino que no llega a explotar las virtudes de su historia.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 23 de Enero 2014 | 10:20

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Sabiendo como sabemos el rumbo que está tomando Hollywood en cuanto a hacer remakes de cualquier filme existente, muchos nos llevamos las manos a la cabeza cuando supimos la idea de hacer lo propio con 'Oldboy', la obra maestra de Park Chan-Wook, y en este caso, bajo la dirección de Spike Lee. Tras jurar y perjurar que su trabajo iba a encontrar su hueco y despegarse del gigante surcoreano, las expectativas hacia el filme crecieron, pero una vez el metraje del filme comienza a dar sus primeros pasos, comienzan las primeras dudas ante el trabajo de Lee. Lejos de querer comparar ambas obras, la cinta norteamericana comienza poniendo sobre la mesa la brutal premisa de su argumento de una manera clara y que hace entrever que nos vamos a encontrar con una digno thriller de suspense, pero que una vez estamos metidos de lleno en su historia y su realización, uno no tarda en darse cuenta de que hay algo que no encaja, como si viéramos el filme tras un envoltorio de plástico.

'Oldboy' de Spike Lee: Una promesa a medio cumplir

La sinopsis del largometraje cuenta la historia de un ejecutivo publicitario al que secuestran y retienen totalmente aislado durante 20 años. Cuando por fin le liberan sin una sola explicación, se lanza a una búsqueda obsesiva para descubrir quién orquestó un castigo tan extraño como rebuscado, pero acaba descubriendo que sigue atrapado en una red de conspiración y de suplicio. En cuanto al filme surcoreano, la cuenta de años que nuestro protagonista pasa encerrado se ha elevado un lustro más, pero la premisa sigue siendo tan atractiva como el primer momento, y no tardaremos en observar el enorme potencial que esconde, la violencia que puede dejar escapar por sus poros y sobre todo, el contar con una historia que hace que podamos esperar casi cualquier cosa.

El gran peso de llevar el papel protagonista de una historia tan enrevesada ha recaído en Josh Brolin, un actor por el que vale la pena apostar siempre y que en este largometraje ha tenido la oportunidad de lucirse, cosa que solo consigue a medias. El intérprete va de más a menos, y mientras que en los primeros compases del filme ofrece a cámara algunos matices realmente interesantes en cuanto a su trabajo con la soledad y la desesperación de estar encerrado, mostrándose realmente suelto e íntimo en estas secuencias, una vez sale de su cautiverio no se separa mucho de una expresión de sufridor que le acompañará gran parte del metraje, sin muchos matices más además de su particular carisma. Esto no quiere decir que esté desubicado en su papel, que no lo está, sino que su rol daba para muchos más matices de los que ofrece, y en cuanto hay realmente momentos de gran carga emocional, no logramos ver a Brolin todo lo arriesgado que debería en pantalla, y eso hace que pierda algo de la gracia de haberse enfrentado a un papel tan exigente. Se esperaba más arrojo en el actor, que aún así logra armar a un personaje con el suficiente atractivo para que nos importe (aunque no mucho) lo que le ocurre en pantalla.

El protagonismo femenino lo lleva Elizabeth Olsen, una actriz de evidente belleza natural que consigue ser real y cercana a la vez a lo largo del metraje. La actriz consigue crear un personaje sutil e interesante, gracias también a que su trasfondo trágico le aporta cierta carisma, y a ello le sumamos que en algunos momentos del filme consigue realmente estar entregada a la escena sin salirse de contexto, cosa que se agradece ya que ofrece un aspecto más humano al filme. Eso sí, una de las cosas que he echado en falta en su interpretación a lo largo del metraje es la de saber mantener tanto en el cuerpo como en la actitud todo lo que le va ocurriendo a lo largo del viaje que plantea la cinta, ya que en muchas escenas casi parece que se acaba de despertar, que está "nueva", como si nada hubiera pasado en la escena anterior. Esto provoca que no veamos en los tramos finales del filme un auténtico peso de lo ocurrido en su personaje, como si no le afectara, y si bien no ocurre en todas las escenas, sí que hay algunas donde esta acumulación de circunstancias no está latente, y ello hace que no termine de creerme lo importante que es todo para ella.

'Oldboy' de Spike Lee: Una promesa a medio cumplir

Sharlto Copley tiene la difícil tarea de crear a un villano a la altura, tanto de la historia, como de su compañero Brolin. La propuesta del sudafricano para su personaje es bastante curiosa, debido a un tratamiento excéntrico de su rol, con unos matices realmente interesantes que ver en pantalla, como cierto amaneramiento y toque obsesivo. Este tipo de propuestas son muy plausibles para mi, sobre todo ante un actor que procura probar algo diferente en cada nueva propuesta cinematográfica que se le ofrece, ya sea en 'District 9' como en 'Elysium' y ahora, en 'Oldboy'. Esta versatilidad es de agradecer, pero en esta producción, no llego a encontrar una especial carisma en su personaje, que por momentos me parece algo desubicado, sin la presencia que merece, sin llegar a ser realmente temible ni tampoco dócil, si no simplemente a medias. Este sentimiento de que el personaje de Copley no llega a tocar tierra es algo frustrante ante la propuesta del actor, que pese a ser interesante, no llega a arrancar con su fuerza propia.

Uno de los puntos más interesantes de la dirección de Spike Lee es la muestra de la violencia. 'Oldboy' ofrece escenas realmente intensas y desagradables en algunas de sus secuencias, que logran que como espectador quiera apartar y mantener la mirada a la vez. Eso sí, en este caso pierde algo de su peso al ser bastante gratuita en muchas de sus aportaciones, por lo que no consigue el impacto que merece en el contexto de la obra, y es por ello que ver más sangre o violencia no se convierte en algo turbador, sino más bien en un poco más de la rutina de una cinta americana al uso. No hay mucha sutileza en la muestra de escenas de acción, y por momentos se vuelve irreal con el uso de ciertos extras que son golpeados y hacen demasiadas florituras para caer fulminados, lo cual provoca que en alguna ocasión parezca que todo tiene un coreografiado demasiado evidente. Pese a ello, en la 'Oldboy' de Lee hay violencia, y mucha, pero que no llega a impactar del todo.

El filme ha perdido el simbolismo y poesía, en cambio de ganar efectismo y simplicidad de la historia, que pese a ser algo enrevesada, está bastante masticada como para no perdernos nada la primera vez que la veamos. Esto provoca que no encontremos diálogos especialmente memorables, ni escenas filmadas con un especial mimo, sino que a excepción de alguna secuencia algo más elaborada en cuanto a duración o tono, todo el filme mantiene una línea bastante simplista, siendo esta limitación de recursos uno de los puntos que más vayan a saltar al ojo de quien vio la original surcoreana. La banda sonora tampoco es destacable, y sobre todo, una vez hayamos terminado de verla, nos asalta la duda que viene tras ver todo remake: ¿Hace honor a la original?.

'Oldboy' de Spike Lee: Una promesa a medio cumplir

Odiosa comparación

En esta ocasión, y pese a las esperanzas que se puede depositar en este filme, que sigue contando con una historia atractiva, la respuesta es no. Spike Lee se ha enfrentado a una cinta que si bien puede ser más aceptada que la original en Occidente simplemente por tener actores anglosajones en su reparto,no iguala ni mejora nada de lo expuesto por el señor Park Chan-Wook en su filme de 2003. Sin querer hacer de esto una mera comparación, el mayor problema de 'Oldboy' no es que exista la excelente cinta surcoreana, sino que ella misma no acaba de hacer honor al potencial que tiene.

Cuando al comienzo de la crítica hablaba de que parece que el filme está envuelto en plástico, me refería a que uno no llega a conectar del todo con lo que pasa en el filme: ni el protagonista me importa lo suficiente, ni el antagonista me atrae demasiado, ni la historia llega a sorprenderme lo mucho que debería, ni veo verdadera alma en lo que hay en pantalla. Es debido a ello, y quizás a cómo está planteado el filme, que por momentos se me haga larga debido a una caída de su ritmo, ya que no llega a asfixiarme la angustia que propone tanto como debería, ni tampoco los golpes duelen tanto. Siendo el final uno de los puntos más importantes de la original, en esta obra está tan atado y exagerado que resulta algo irreal, y es una lástima, porque se hace corta la respuesta de los personajes, muy precipitado.

Si bien, hay dos tipos de maneras de ver 'Oldboy': desde el prisma de quién valora la obra original, que no se llevará mucha sorpresa ante lo que vea, y por quién nunca se ha enfrentado a la historia que plantea. Para quién no haya visto la original y quiera atreverse con 'Oldboy' posiblemente encuentre en el filme un entretenimiento adulto, serio y brutal, pero que no tardará en ver que no es algo banal su planteamiento, y sobre todo, que si luego ve la obra original, rápidamente puede olvidar este remake, que desde mi punto de vista no era necesario, y que existiendo, podría haber aportado mucho más para hacerla original.