å

PRECRÍTICA

'El increíble Hulk', sobriedad en favor de la acción

Los excesos de CGI y cierta precipitación desmerecen a una película sobria, gris y bastante más adulta que la mayoría de los productos Marvel.

Por Óscar Martínez 18 de Junio 2008 | 18:15

Comparte:

Ver comentarios (17)

Dirigida por Louis Leterrier, con guión de Zack Penn, y protagonizada por Edward Norton, Liv Tyler, Tim Roth, William Hurt, Tim Blake Nelson y Ty Burrell, 'El increíble Hulk' es el nuevo estreno Marvel de este año tras 'Iron Man'.

La película cuenta la historia del científico Bruce Banner, quien recorre el mundo tratando de encontrar una cura a su problema, en busca de un antídoto que le permita librarse de su Alter Ego. Perseguido por el ejército y por su propia rabia interna, es incapaz de sacar de su cabeza a Betty Ross. Así que se decide a volver a la civilización, donde debe enfrentarse a una criatura creada cuando el agente de la KGB, Emil Blonsky, se expone a una dosis superior de la radiación que convirtió a Bruce en Hulk. Incapaz de volver a su estado humano, Emil hace responsable a Hulk de su aterradora condición, mientras que la ciudad de Nueva York se convierte en el escenario de la última batalla entre las dos criaturas más poderosas que jamás han pisado la Tierra.

'El increíble Hulk' resulta ser una extraña mescolanza de remake y secuela de la infravalorada película de Ang Lee de 2003. Con un resumen pertinentemente adaptado de los sucesos vistos en la anterior entrega a través de los títulos de crédito, el nuevo blockbuster de la Casa de las Ideas se inicia sin ningún tipo de contemplación, con un ritmo frenético que no abandonará a lo largo del metraje.

Más gris que verde

A pesar de ello, la película de Louis Leterrier consigue introducir con éxito, gracias tanto a la interpretación de Edward Norton como a la propia ambientación del film, a ese torturado personaje que lucha consigo mismo que es Bruce Banner, si bien de un modo lo suficientemente precario como para justificar las contínuas escenas de acción, verdadera finalidad de la película. De este modo, 'El increíble Hulk' es completamente inversa a su hermana mayor, obviando el retrato de unos personajes que, por contra, juegan con la baza de ser sobradamente conocidos de la anterior entrega a pesar del cambio de reparto.

Cabe destacar también la atmósfera que Louis Leterrier ha conseguido conceder al film, verdaderamente gris y desesperante en algunos de sus pasajes, de tonalidades eminentemente frías que se adecúan a la perfección con el sempiterno viaje iniciático de Bruce Banner, muy en la línea de una de las últimas etapas introspectivas del cómic original a cargo de Bruce Jones, de cuyo arco argumental se han extraído no pocas ideas para adaptarlas al guión. De este modo, y dejando a un lado los previsibles cameos tanto de Stan Lee como de Lou Ferrigno, Marvel ha comenzado a dar nueva forma tanto a la franquicia del goliat esmeralda como de los futuros Vengadores, con las apariciones o referencias a Tony Stark o Nick Furia, ese terjiversadísimo Mister Blue, Doc Samson o el futuro Líder, más que posible sucesor de de una excagerada Abominación como futura némesis de Hulk.

Por contra, 'El increíble Hulk' se antoja por momentos apresurada y sus secundarios algo desdibujados, centrando todo sus esfuerzos en convertir a Edward Norton en el nuevo Bruce Banner a los ojos del público; por ello, Louis Leterrier consigue distanciarse con no poca habilidad del peligroso infantilismo de los últimos productos Marvel, para realizar una película sobria en líneas generales pero que, como suele habitual, se ve desvirtuada por un constante in crescendo a base de CGI que desemboca en una batalla final de sabor agridulce.

A pesar de todo, 'El increíble Hulk' resulta notablemente entretenida y sorprendentemente sobria, si bien media hora de metraje no le habría hecho ningçún daño, del mismo modo que el original de Ang Lee hubiera agradecido media hora menos.