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CRIATURAS DE LA NOCHE

Los vampiros más atípicos del cine

El estreno de 'Solo los amantes sobreviven' nos lleva a repasar varios de los vampiros más peculiares que hemos visto en la gran pantalla.

Por Jorge R. Tadeo 15 de Junio 2014 | 10:30

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Inquietantes criaturas de la noche, a menudo recluídas en lugares remotos y alejados de los humanos, poseedores de gran conocimiento, huraños, románticos... y peligrosos. El 'Drácula' del novelista Bram Stoker forjó el estereotipo clásico del vampiro, una imagen que cierta literatura juvenil ha revertido recientemente para convertirlo en inofensivo sex symbol de dudoso carisma. En un punto intermedio entre ambos extremos, repasamos a continuación varios de los vampiros más peculiares que hemos visto en la gran pantalla.

Los vampiros más atípicos del cine

Johnny Depp en 'Sombras Tenebrosas'

En la fallida adaptación cinematográfica de la teleserie de Dan Curtis, Tim Burton le otorgaba a su habitual socio Johnny Depp el papel de Barnabas Collins, un vampiro del siglo XVIII que sale de su tumba dos siglos más tarde, tras ser enterrado vivo por una bruja despechada. El personaje se convierte en una figura anacrónica en plenos años 70 del siglo pasado, lo que el film explota para extraer algunos afortunados gags. El film fue una importante decepción para los fans del binomio Burton-Depp, pero el desubicado personaje de Barnabas encaja a la perfección en este reportaje.

Los vampiros más atípicos del cine

Chloë Moretz en 'Déjame entrar'

Este buen remake de un existoso film sueco basado en la novela de John Ajvide Lindqvist, juega con inteligencia la baza doblemente inquietante del vampirismo infantil. El encuentro de Owen -un niño triste, marginado y con problemas familiares- con su nueva y misteriosa vecina Abby (Moretz), da lugar a una fascinante historia de amor preadolescente bañada en sangre. La película le permitió a su protagonista femenina iniciar una carrera de lo más prometedora en el cine comercial norteamericano.

Los vampiros más atípicos del cine

Colin Farrell en 'Noche de miedo'

Otro curioso remake, en este caso del clásico terroriífico 'Fright Night' de 1985, nos permitió ver al irlandés Colin Farrell en la piel de Jerry, un vampiro alejado del glamour y el blando romanticismo que viene siendo habitual en el cine juvenil reciente. Farrell ofrece aquí una visión del vampiro como malvado serial-killer sin coartadas, que se sirve del vecindario para cazar a sus presas. La película, estrenada en 3D, ofrece diversión sin pretensiones y buenas dosis de hemoglobina.

Los vampiros más atípicos del cine

Salma Hayek en 'Abierto hasta el amanecer'

El tándem Tarantino-Robert Rodríguez se marcó en 1995 este disfrutable desmadre en el que dos peligrosos criminales que se dirigen a México huyendo del FBI, acaban metidos en un enorme entuerto cuando se refugian en un grotesco bar de carretera llamado 'La teta enroscada'. Salma Hayek interpreta a la vampírica estrella del local y su recordado baile sensual con una serpiente pitón hace de su personaje una de las cumbres de la vampiresa como mito erótico en el cine.

Los vampiros más atípicos del cine

Eddie Murphy en 'Un vampiro suelto en Brooklyn'

Justo antes de inaugurar la saga 'Scream', Wes Craven patinó con estrépito rodando este vulgar intento de plasmar en pantalla un Drácula moderno. El tono difuso entre romance, terror y comedia, no beneficia a un film hecho a la medida de un Eddie Murphy en pleno apogeo comercial, que encarnaba aquí a uno de los primeros vampiros negros vistos en el cine mainstream. El personaje de Maximilliam es el de un vampírico galán moderno, que engatusará a una atractiva policía tentada a entregarse a la vida eterna. Para muy fans de Murphy.

Los vampiros más atípicos del cine

Willem Dafoe en 'La sombra del vampiro'

Dafoe optó al Oscar como mejor actor de reparto con esta muestra de 'cine dentro del cine' en la que se juega a dar por buena la extendida leyenda de que el clásico del cine mudo 'Nosferatu' de Murnau, lo protagonizó un auténtico vampiro. Dafoe borda el personaje de Max Schreck, un auténtico freak muy difícil de controlar en el set de rodaje. Su lograda ambientación y sus acertados insertos de humor negro -además de un excelente trabajo actoral- convierten a 'La sombra del vampiro' en un film a rescatar.