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CRÍTICA

'The Interview': Un chiste de pedos bien contado

La película de Seth Rogen y James Franco no es la mordaz sátira que los acontecimientos que la rodean parecen prever, pero sí es una divertida película sin pretensiones.

Por Jesús Márquez 6 de Febrero 2015 | 10:30

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Es imposible escribir una crítica de 'The Interview' sin hablar de las expectativas. Quizás porque contra todo pronóstico se ha convertido en la película más mediática del año y con toda seguridad eso crea en nosotros una imagen muy concreta de la misma. La experiencia de ver una película nunca se libra de ser afectada por lo que creíamos con anterioridad que íbamos a encontrar en ella. Dicho esto, es hora de romper expectativas (y crear otras nuevas): 'The Interview' apenas es crítica de nada, pero sí que es una película muy divertida.

The Interview

Aunque no se centre en el aspecto satírico que tantísimo podría haber explotado, me cuesta mucho calificarla de tonta por mucho que ese sea el adjetivo más usado cuando incluso Google parece referirse a ella en su comunicado oficial. Me cuesta mucho porque no es ingenua, no es estúpida; sabe perfectamente qué quiere ser: una comedia protagonizada por Seth Rogen y James Franco, con todo lo que eso conlleva, honesta y muy directa en intenciones. ¿Un chiste sobre culos o una reflexión sobre la la mediatización política? 'The Interview' antepone el chiste de culos, pero creedme cuando os digo que también es una ciencia que necesita ser perfeccionada y esta película se moverá en este terreno, sí, pero sabe cómo hacerlo.

Rogen y Evan Goldberg se mantienen en todo momento muy conscientes de sus pretensiones. No es que deseen hacer una película menor por quedarse solo en el chiste, sino que no tienen mayor intención que hacer una comedia con la que echar unas buenas risas, que no es poco. 'The Interview' es como primer objetivo sincera, el discurso mediático en torno a ella es que su lanzamiento es un estandarte a la libertad de expresión, pero su discurso como película jamás intentó tener una profundidad política. Puede haber ideología, pero no hay reivindicación. A Rogen y Goldberg les interesa más la relación entre el personaje de Rogen, Franco y Randall Park, que interpreta a Kim Jong-Un, que la de Norcorea con Estados Unidos.

The Interview

Triángulo amoroso de la amistad

Y como comedia no funciona mal. Sabiendo el historial de películas que han compartido Rogen y Franco, el concepto tiene una miga brutal para el género en el que se suelen mover: un entrevistador idiota, que solo sabe realizar entrevistas a famosos de la prensa rosa, y el realizador de su programa, que desea dar el salto al periodismo de verdad, reciben la oferta de entrevistar a Kim Jong-Un porque el dictador de Corea del Norte es un fan absoluto de su programa. Podríamos llamar a ese género comedia de colegueo, porque una vez más vuelve a ser el tema principal y la principal baza de los diálogos: la amistad entre los protagonistas, en este caso invadida por la llegada de Kim.

Con total seguridad, el mayor acierto de 'The Interview' es su caracterización del dictador norcoreano. Definirlo como un personaje tan, tan concreto e hilarante en los propios términos que establece la película es perfecto para una producción tan despreocupada de significar algo (que no despreocupada de contar una historia). El guion de Dan Sterling lo representa como el colega perfecto para Dave, el personaje de Franco, y Randall Park hace un papel increíble interpretándolo: se come la pantalla durante cada segundo que está en ella.

The Interview

Aún con todo, tampoco es perfecta como comedia sin pretensiones. James Franco hace un papel increíble y tiene un personaje con algunas de las mejores líneas de diálogo de todo el metraje, pero su interpretación llega a cargar durante algunos tramos: es lo más over the top y extremo que ha hecho hasta ahora. En general, la película también deja la impresión de que podría haber ido más allá con muchos de sus gags: la sensación de que se conformó con quedarse en el "bien" y no seguir hasta el "excelente".

Pero como aquí hemos venido a echar un buen rato, al final lo positivo de 'The Interview' acaba pesando más que lo negativo. Es una comedia totalmente descerebrada: y, sin embargo, no es tonta porque sabe perfectamente que se está dejando atrás el cerebro, un "aquí estamos para hablar de culos y pedos" y no hay ningún problema con ello, siempre que se haga bien y todo salga de sus personajes y de la situación, como lo hace aquí. Está contentísima de jugar con los estereotipos y no tiene ningún problema con no tener ningún discurso muy satírico sobre dictadores o los medios como lo pueden tener 'South Park: Más grande, más largo y sin cortes' o 'Team America: la policía del mundo', más allá del simple y directo discurso crítico contra el mal periodismo y los dictadores al que no le podría venir mejor que no haga hincapié en el clásico patriotismo estadounidense. Ha venido a contar la historia de Dave Skylark, Aaron Rapoport y un muy particular Kim Jong-Un, y oye, es graciosa.

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