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CRÍTICA

'Project Almanac': El tiempo para la nueva generación MTV

Michael Bay produce una película "found footage" sin muchas pretensiones en la que unos jóvenes inventan una máquina del tiempo con la que buscan amor y popularidad. En cines el 30 de enero.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 27 de Enero 2015 | 10:50
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Para enfrentarse a 'Project Almanac', hay que ponerse en situación. Estamos hablando de una película perpetrada por MTV Films y producida por Michael Bay. A partir de aquí es absurdo intentar meterla en la misma caja que las aventuras de Marty McFly y otras travesías temporales. Este viaje en el tiempo no está pensado para trascender, sino como un producto concreto para un público concreto. En eso, de nuevo, Michael Bay da en el clavo, es el Happy Meal de las películas de esta temática.

Project Almanac

'Project Almanac' se centra en un joven con una mente brillante que aspira a estudiar ingeniería en el MIT, pero su madre no puede pagárselo. Sin embargo, un día encuentran en el sótano, donde su padre les prohibió bajar, un prototipo para una máquina del tiempo. Él, su hermana y sus dos mejores amigos la completan y comienzan a experimentar con ella. No pueden dar saltos de años, pero sí pueden cambiar los meses anteriores. Sus vidas se transforman, pero no saben qué consecuencias traerán los cambios que hacen hasta que se dan de bruces con ellas.

Dean Israelite se estrena en la gran pantalla con una cinta "found footage", porque deben de creer que sigue siendo la moda entre los adolescentes. Todos sabemos que, si lo graban todo con móviles y una GoPro, los jóvenes se sentirán mucho más identificados con la historia, a pesar de que hay que buscar excusas de lo más anodinas para justificar que se graben hasta caminando por la calle, y te lo recuerden de vez en cuando con frases cómo: "¿Tu hermana lo graba todo siempre, no?". Ahora, magnífica la capacidad que tienen de montar planos con una sola cámara, eso sí que es ciencia ficción. La forma de rodar no se hace tampoco muy pesada, y al menos ofrece algo de cercanía con los personajes.

Los protagonistas intentan ser una mezcla de prototipo de "nerd" y de chicos y chicas guays. Mientras que los dos amigos del protagonista son el alivio cómico, y por tanto son poco agraciados, Jonny Weston, el niño prodigio, es un as de las ciencias y bastante friki y asocial, pero tiene unos ojazos y no calza mal cuerpo. Lo típico. Aunque su mayor aspiración en la vida es su carrera profesional, pronto pasará a ser la chica, que descubre el pastel y comienza a salir con ellos, porque a pesar de ser guay también tiene un puntito de aventurera. Ninguno de ellos cuenta con un gran registro interpretativo, pero cumplen lo suficiente, aunque algunas, como la hermana pequeña del protagonista, parezcan estar solamente para aparecer en escenas bastante gratuitas con inclinaciones a cámara ocupadas por su delantera sin pudor ninguno.

Project Almanac
El guión nos ofrece una de cal y otra de arena. De calidad es más bien flojo, con diálogos intrascendentes, llenos de batiburrillos de palabras científicas para que parezca que tiene una base técnica fiable, que no es el caso. A pesar de que comienzan volviendo atrás para ganar la lotería, algo bastante lógico, luego se convierte en una lucha por el amor de la chica guapa de la clase y por la siempre presente popularidad, pasando también por acabar con los matones y aprobar exámenes. Desde hace ya tiempo nos ha quedado claro que los jóvenes americanos no conciben la vida sin popularidad, y aquí son capaces de liarla muy parda por más "likes" en Instagram o por camelarse al instituto que por cambiar realmente algo en sus vidas. Lo dicho, una historia MTV, superficial, pero no por ello aburrida. Aunque le cuesta entrar, y se detienen demasiado en la fabricación de la máquina en ese Área 51 que tiene el padre en el sótano, luego coge bastante ritmo y asegura que, con todas las pegas que tiene, no llegará a ser aburrida para un grupo de amigos con unas palomitas cerca. De ahí que Michael Bay haya preparado un Happy Meal bastante completo, se disfruta rápido, pero no deja de ser algo simple y barato. Su base es endeble a más no poder, los agujeros de guión son claros, pero el resultado general sabe mantener un ritmo atractivo.

Nerds festivaleros

Tener a MTV detrás permite ciertos añadidos, que seguro que los jóvenes, target descaradísimo de la película, y casi los únicos que llegarán a disfrutarla, sabrán valorar. Por ejemplo, esa escapada al Festival de Lollapalooza, compartiendo escenario con Imagine Dragons o Vampire Weekend mientras se tienen conversaciones súper trascendentales sobre el futuro, la amistad y el amor. Probablemente yo no habría escogido cambiar mi pasado para no perderme Lollapalooza, pero al menos queda un segmento de la película bastante chulo, y como he dicho, la gente de la edad de los protagonistas estarán mucho más en la onda con eso que yo. Lo bueno que tiene 'Project Almanac' es que, probablemente, habrá salido bastante barata. No hay un gran despliegue de efectos especiales, más allá de aprovecharlo para hacer de vez en cuando algún product placement con el que sanear las cuentas, pero lo que hay funciona para no dejarles en evidencia.

Marty McFly tuvo que arreglárselas para volver a juntar a sus padres en el pasado y asegurarse así de que nacería en su momento, David y sus amigos solo buscan la popularidad y el amor adolescente. Evidentemente, si nos ponemos a comparar, hay una clara perdedora. Pero eso no quiere decir que, individualmente, 'Project Almanac' no sea un producto digno para su público. Un chaval encontrará aventura sin complicaciones, amor "teen" y situaciones y aspiraciones con las que podrá sentirse identificado. ¡Claro que serían capaces de romper las tres simples (y lógicas) reglas de los viajes en el tiempo que habían ideado para quedarse con la chica! ¡Prioridades! Para los que ya nos pasó esa época, habría sido una gran candidata para "película del sábado tarde" de esas que cogíamos en la estantería del videoclub al azar y que nos daban un rato entretenido entre risas y palomitas. Se le podrán poner muchas pegas, porque las tiene, pero al menos logra lo que muchas otras no pueden ni soñar, que es entretener. No volveríamos atrás en el tiempo para verla de nuevo, pero tampoco querremos que el reloj avance más deprisa.