Pero empecemos por el principio, porque la gran sorpresa de los Oscar de este año no ha sido 'Birdman', sino Neil Patrick Harris, y no precisamente para bien. La gala comenzó esperanzadora, con un número musical estilo Broadway en el que se conmemoraba a las "imágenes en movimiento", que de eso va el cine. Con apariciones de Anna Kendrick y Jack Black, y de un grupo de bailarines disfrazados de diversos personajes, Stormtroopers incluidos, el ánimo estaba alto. El escenario, interactivo y cambiante gracias a una gran pantalla trasera, auguraba también grandes cosas. Pero hasta ahí. El maestro de ceremonias desaprovechó su talento haciendo chistes con mayor o menor suerte, pero ninguna sorpresa más. Que su principal juego fuera una urna vigilada por Octavia Spencer con "predicciones" que resultaron ser momentos puntuales de la gala dice mucho del guión de la misma. Todo era demasiado mecánico, aburrido. Ellen DeGeneres logró romper un poco el tedio gracias al selfie y las pizzas, hizo que se hablara más de la gala, y ha faltado mucho de eso este año. Sin duda, nos esperábamos muchísimo más de un talento como Neil Patrick Harris. Parecía que le faltaba brillo hasta a la alfombra roja, ni siquiera hubo rarezas dignas de mención, más allá de los guantes de fregar de Lady Gaga, pero casi como premio de consolación.
La gala ha contado con momentos musicales muy emotivos, quizás demasiados, pero cada canción nominada tuvo su hueco, y el homenaje a 'Sonrisas y lágrimas' por Lady Gaga fue un portento. La cantante dejó las excentricidades (y los guantes de fregar) en la alfombra roja, y sacó su chorro de voz para conmover hasta a la mismísima Julie Andrews, que subió al escenario y se fundió en un abrazo con la artista. El más bizarro, 'Everything Is Awesome', por supuesto, una reivindicación a la locura que es 'La LEGO película', que no se echó tanto en falta gracias a los Oscars de LEGO que repartieron entre el público. Common y John Legend se trajeron una preciosa puesta en escena para cantar 'Glory', de 'Selma', que acabaría llevándose el premio a la mejor canción. No solo consiguieron levantar a todo el Dolby Theatre, sino que también lograron hacer llorar a David Oyelowo o Chris Pine, entre otros seguramente.
Los ganadores sí consiguieron que hubiera algo de emoción, y sobre todo reivindicación. Patricia Arquette empezó fuerte pidiendo igualdad de salario para los hombres y mujeres de Estados Unidos. Meryl Streep se convirtió en toda una activista con el salto que pegó en su asiento. Graham Moore, guionista de 'The Imitation Game', habló de sus propias vivencias y acabó con la gran frase de los Oscar 2015: "Stay weird, stay different (Mantente raro, mantente diferente)". Alejandro González Iñárritu aprovechó para pedir mejoras en temas de inmigración, en una noche en la que México sale por la puerta grande. El In Memoriam también fue de lo más emotivo, no se rompió ni con aplausos, y eso que, por desgracia, los nombres este año eran dolorosamente importantes, desde Robin Williams a Lauren Bacall. Muchos habrán echado de menos a Joan Collins. Jennifer Hudson cerró este segmento con un número musical, quizás de lo más sobrante.
Pocos trending topics
Aunque no hubo selfie, los invitados intentaron hacer todo lo posible para llegar a ser trending topic. Por ejemplo, Will Arnett, voz de Batman en 'La LEGO película', apareció en la actuación de 'Everything Is Awesome' vestido con el traje de Val Kilmer. Aunque para vestido, Neil Patrick Harris en uno de sus (pocos) mejores momentos, cuando imitó la escena de 'Birdman' de Times Square, saliendo al escenario en calzoncillos. Oprah Winfrey agarró su Oscar de LEGO como si fuera de verdad. Idina Menzel se cobró su venganza con John Travolta cambiando su nombre, pero él contraatacó sobándole la cara sin descanso. Terrence Howard apareció en el escenario algo contento de más. Quizás le prestó la petaca Benedict Cumberbatch, uno de los reyes indiscutibles de la noche a pesar de quedarse sin Oscar.
Hablando de premios, 'Birdman' fue la gran triunfadora de la noche con el Oscar a la mejor película, al mejor director, al guión original y la fotografía. Pero tiene que compartir la gloria con 'El Gran Hotel Budapest', que también logró cuatro estatuillas. Iñárritu, mejor director, dijo que llevar los gayumbos de Michael Keaton le dio suerte. 'Whiplash' fue la gran sorpresa de la noche al alzarse con tres. 'Boyhood' fue sin duda la perdedora, quedándose solo con el esperado Oscar para Patricia Arquette. J.K. Simmons y Julianne Moore también cumplieron con lo esperado, mientras que Eddie Redmayne acabó quitándose de encima a la competencia, llevándose el Oscar al mejor actor. Emmanuel Lubezki consigue su segundo Oscar consecutivo por la fotografía de 'Birdman'. Alexandre Desplat se llevó su primer Oscar, por fin. 'Big Hero 6' se impuso a 'Cómo entrenar a tu dragón 2', dándole el segundo Oscar a Walt Disney Animation Studios. 'Interstellar' sorprendió llevándose el Oscar a los efectos especiales, un Oscar recibido con aplausos por los muchos que querían una mayor presencia de la película de Christopher Nolan en los premios. Polonia recibió su primer Oscar a la mejor película de habla no inglesa por 'Ida'.
Muy fríos han dejado los Oscar de este año, en una gala que no ha perdido el tiempo en momentos de relleno, pero tampoco ha dado juego para resultar entretenidos. Los del 'Team Boyhood' se irán a la cama con un sabor muy amargo, los del 'Team Birdman' podrán brindar con una buena Coronita. Pero ambos pierden en lo que a ceremonia se refiere. Neil Patrick Harris, sabemos que puedes hacerlo mucho mejor. Unas pizzas no habrían estado mal.
