El 23 de marzo de 1990 llegaba a los cines 'Pretty Woman', una comedia romántica dirigida por Garry Marshall y protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere que nunca pasa de moda. Y aunque parece que fuera ayer, ahora cumple 25 años.
Su producción ascendió a 14 millones de dólares y recaudó tan solo en Estados Unidos 178.406.268 millones de dólares, a los que hay que sumar los 285 millones que obtuvo en el resto del mundo. Unas cifras astronómicas para aquella época para una película de ayer, de hoy y de siempre que sigue triunfando en la pequeña pantalla en cada uno de sus pases.
Con motivo de su cuarto de siglo de vida, desde eCartelera nos preguntamos cómo sería la 'Pretty Woman' del siglo XXI, cómo actuarían, cómo hablarían y como vestirían Vivian y Edward si grabaran hoy día la película.
Evolución tecnológica
Antes de empezar a fijarnos en los personajes en sí, es preciso hacer una parada en cómo ha evolucionado la tecnología. No móviles (salgo un gran 'zapatófono' que sale en un par de escenas), ni ordenadores, Richard Gere trabajaba a la antigua usanza: escribiendo en papel, llamando por teléfonos fijos y enviando documentos por fax (prácticamente sustituido hoy día por el email).
Por su parte, y aunque evidentemente tiene que ocurrir el encuentro de alguna forma, ¿qué 'cochazo' hoy no tiene un gps incorporado con el que sea totalmente imposible perderse? ¿Y qué hombre de negocios y de la alta sociedad no sabe conducir uno de esos vehículos?
El Richard Gere del siglo XXI llegaría 'al encuentro' de su Julia Roberts marcando bien el territorio, con una frenada de esas que dejan huella y un acelerón para salir del lugar con su damisela por todo lo alto.
En cuanto a Julia Roberts, la Pretty Woman del siglo XXI no escucharía música en un walkman... ¡¿dónde habrán quedado esos aparatos?! Ahora lo haría con el móvil o, como mucho, remontándose un poco en los años, con un mp4. Y escucharía música a todo trapo, nada de cascos.
El maquillaje de Julia Roberts
En cuanto al aspecto físico de Pretty Woman, aunque evidentemente tendría que llamar la atención, su maquillaje no se centraría en unos coloretes como los de Heidi, se centraría mucho más en los ojos -que casi con total seguridad serían ahumados- y, sobre todo, en unos labios bien rojos y repletos de gloss para hacerlos vistosos, seductores y atractivos.
El vestuario
¿Y qué decir del vestuario? Cada temporada la moda cambia y, cada cierto, da giros radicales o incluso vuelve al pasado. Pero la Julia Roberts del año 2015 poco o nada tendría que ver con la de 1990... ¿o no estaba tan mal desencaminada?
Quizá llevaría esas botas altas por encima de las rodillas, pero el resto del look sin duda tendría que tener transparencias y encajes tan de tendencia ahora mismo, y su abrigo tendría un estampado animal print.
No obstante, siendo retorcidos, puede que ese vestido de camiseta blanca que se une con una arandela a esa falda en tonos azules fuera toda una visión de futuro. Y es que Dior subió a la última edición de la Semana de la Alta Costura de París unos modelos de este estilo dentro de su colección primavera/verano 2015.
Las apariencias
Aunque las clases existieron, existen y existirán, actualmente Julia Roberts no sería expulsada de una tienda por su aspecto. Esa escena se desarrollaría con varias dependientas comentando y mirando a la clienta de arriba a abajo. Y ésta, al sentirse observada y ninguneada, se daría la vuelta mostrando el fajo de billetes que dejarán de embolsarse. Algo similar a lo que ocurriría en sus entradas y salidas del hotel.
Enseñar carne
Y para acabar con este repaso a los detalles que cambiarían si Garry Marshall se hubiera puesto al frente de 'Pretty Woman' en 2015 y no en 1990, no podemos pasar por alto el hecho de 'la carne' que se muestra.
En la actualidad enseñar torso o mostrar cuerpos desnudos en una tónica que aparece en prácticamente todas las películas, incluso en algunas se incorpora con calzador sin ningún tapujo. Algo que no ocurría en el siglo pasado.
Y es que, aunque aparece alguna que otra escena tanto erótica como sexual, en contadas ocasiones aparece el torso desnudo de Richard Gere y mucho menos el cuerpo desnudo de Julia Roberts -que tan solo puede intuirse o aparece de espaldas-.
No obstante, entre las curiosidades de la película está el hecho de que utilizaran un doble para esas escenas en las que enseña algo de carne puesto que el equipo de producción consideró que la actriz estaba demasiado delgada.
