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CRÍTICA

'Citizenfour': Cómo cuestionar la era de la 'información'

El episodio más revelador de la década retratado por una periodista elegida por el propio Edward Snowden. Espionaje y vigilancias ilegales en un thriller de la vida real.

Por 27 de Marzo 2015 | 10:36

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Si las películas de Michael Moore con sus guiones críticos, "crónicos" y políticos desataban la polémica nada más ver la luz, 'Citizenfour' puede marcar un antes y un después en la historia del género documental. Y no es para menos, pues es en sí la información y no cómo se presenta lo que define su notoriedad, un enfoque intencionado desde los primeros minutos de este thriller documental de la vida real.

Citizenfour

"Basado en hecho reales" es una expresión que se quedaría corta para un relato que no está basado, sino que forma parte de los mismos hechos, una revelación de información que ha cambiado la percepción que tienen por parte de muchos ciudadanos del poder político y estatal sobre la intimidad y la libertad del individuo. Lo que plantea y quiere dejar claro la directora Laura Poitras es valorar el valiente paso de Edward Snowden, entender la importancia de la revelación y sembrar en cada espectador una semilla crítica, todo ello presentado sin discurso ni argumento, sólo con un resumen de tomas y escenas de los primeros días de Snowden en Hong Kong.

El narrador que teje el relato se limita a una serie de frases en fondo negro que guían al espectador en la cronología de los hechos, nada más. El resto se resume en una presentación de Edwards Snowden, el origen del proyecto y las conversaciones con los periodistas Ewen MacAskill y Glenn Greenwald. Sin un ápice de estilo personal, el narrador del argumento se delega en Snowden y la tensión del thriller, en la presión, crítica y amenazas de los medios y del gobierno, quienes a las pocas horas de la revelación torpedean al informático y a los periodistas intermediarios de esta filtración.

El sistema de espionaje de la CIA, del programa de vigilancia PRISM y del control de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) son los tres entes implicados en esta filtración, una revelación pública calificada por el Departamento de Justicia estadounidense como "un asunto criminal". El peso de la información presentada por la directora Laura Poitras y 'Citizenfour' hacen temblar al espectador, crea miedo en el ciudadano y despierta una empatía abrumadora y a la vez angustiosa independientemente de qué opinión merezca.

Citizenfour

Un "héroe moderno" o 'la realidad supera a la ficción' son algunos de los halagos al trabajo de Snowden y Poitras. 'Citizenfour' forma parte de la estrategia planeada por Snowden, pues el propio documental forma parte de su inmolación ante la opinión pública, un acto del que durante los 114 minutos no duda pero sí se advierte un recelo y pavor al darse cuenta de las consecuencias inmediatas. Los silencios incómodos y las presiones son olvidadas reafirmando su causa: "no es un sacrificio porque sigo preocupándome por mis seres queridos, entre los que me incluyo", "me siento mejor como ser humano".

El documental aumenta las pulsaciones pero gracias a las vergüenzas y el intervencionismo inmediato de la NSA, no por un original montaje o a unos ritmos calculados, de ahí la única pega a la cinta, su falta de planificación en la exposición de los hechos. Aún así, para el espectador medio los hechos quedan claros y las herramientas de control se explican una por una. Sin información previa, el espectador puede entender el poder que ejerce a día de hoy estos entes gubernamentales sin regulación alguna ya que pueden llegar a intervenir llamadas y correos electrónicos de presidentes de gobierno como Angela Merkel.

"Esto está sucediendo", así de inquietante y fulminante explica los hechos Snowden a un incrédulo Greenwald, -periodista de The Guardian- quien sin saberlo al comienzo de la cinta, él mismo se vería implicado en las acciones y represalias directas del sistema de inteligencia estadounidense, ya fuese la CIA, la NSA o el programa de seguimiento 'SELECTO'.

Este episodio que alguno de los espectadores también recordarán, fue una clara evidencia del poder transnacional del control, pues días después de la publicación de la información y personificación de Edward Snowden, la pareja sentimental de Greenwald fue retenido en el aeropuerto Heathrow durante nueve horas sin causa revelada, siendo interrogado y confiscándole móvil, ordenador y memorias electrónicas.

Citizenfour

El poder gubernamental en el punto de mira

¿Cómo se comporta un ciudadano ordinario ante una situación como ésta? Edward Snowden, Laura Poitras y los periodistas Ewen MacAskill y Glenn Greenwald nos responden con una experiencia que conocimos a comienzos del verano de 2013 y que dejó atónito al mundo, ya receloso por la actitud un tanto camorrista de los mismos estados en relación con WikiLeaks y el exilio forzoso de Julian Assange.

'Citizenfour' nos ofrece la oportunidad de conocer estos hechos de primera mano, literalmente. Una cinta que de buena forma podría formar parte de la alegación en defensa de Snowden y prueba de los propios hechos explicados. Quizás no es una obra maestra del montaje o de la narración, pero como el mismo Snowden justificaba -además de un Oscar y más de 27 premios internacionales-, no debemos centrarnos en los héroes o en las obras maestras, debemos quedarnos con la información y el contenido de éstas: "No creo en las personalidades", "cuanto más se centren en mí, más distraídos tendrán al pueblo del verdadero problema".

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