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CRITICA SITGES 2008

'Hansel & Gretel', buenos referentes

Yim Pil-Sung realiza una película con no pocos momentos brillantes que sigue las pautas de esa revisión truculenta de los clásicos infantiles tan propia de Gilliam y Burton.

Por Óscar Martínez 10 de Octubre 2008 | 08:30

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Dirigida por Yim Pil-Sung y protagonizada por Jeong-myeong Cheon, Sim Eun-kyung, Jang Yeong-Nam, Jin Ji-hee, Kim Kyeong-ik, Park Hee-soon y Won-jae Eun, desde Corea del Sur nos llega 'Hansel & Gretel', película que compite en la Secció Oficial de la presente edición del Festival de Sitges.

La película sigue la historia de Eun, un hombre joven que, tras un accidente de coche, se pierde en el bosque yendo a parar a una casa de ensueño donde habita una agradable familia. Tras recuperarse de sus heridas, Eun tratará una y una otra vez, de manera infructuosa, de salir del bosque, pero siempre acabará perdiéndose y regresando al punto de partida. Un día los padres de tan pintoresca familia desaparecen, dejando una nota en la que piden al muchacho que cuide de los niños.

Curiosa revisitación del popular cuento de los hermanos Grimm es Hansel & Gretel, una película que alterna con notable eficacia terror, suspense, fantasía y moralina.

Buenos referentes

Ciertamente, el cine de género nos ha ofrecido a lo largo de los años múltiples adaptaciones de clásicos infantiles revisionados desde los más diversos prismas: cineastas como Neil Jordan ('En compañía de lobos') o David Slade ('Hard Candy'), han dado una nueva vuelta de tuerca a la fábula de la Caperucita Roja, si bien es el enfant terrible Terry Gilliam el cineasta que en más ocasiones -'Las aventuras del barón Munchausen', 'El secreto de los hermanos Grimm', 'Tideland'- ha aunado en la sabiduría popular en clave de cuento infantil para sacar sus propias conclusiones.

Por su parte, Yim Pil-Sung nos trae una cinta cuya estética bebe sin prejuicios tanto de la bizarra concepción del ex-Monty Python como del imaginario popular oriental en la línea de Una historia china de fantasmas, ofreciéndonos una película verdaderamente colorista, repleta de contrastes y planos angulados que se distancia con cierto despecho del cine de terror asiático ortodoxo; de este modo, 'Hansel & Gretel' se nos muestra como una sombría fábula, retorcida a través de una cautivadora belleza marcadamente onírica, en la que el terror más elemental es sabiamente sustituido por un constante malestar.

De ritmo sosegado, la película de Yim Pil-Sung se recrea tanto en su elaborada ambientación como en el marcado carácter de sus protagonistas, deformando la quimérica perfección inicial tanto de personajes como de entorno hacia un universo barroco y desasosegante, opresivo y sofocante, en el que la fantasía nos ofrece su vertiente más lóbrega, si bien la película en ningún momento abandona del todo su inocencia original.

Dentro de este colorido marco, 'Hansel & Gretel' se nos revela como un alegato contra el fin de la infancia, contra la muerte de la inocencia a través de la realidad, revestida bajo la denuncia al maltrato y el abuso infantiles, en una película que, por desgracia, se edulcora y dilata en exceso en su tramo final, desmereciendo a un grueso de metraje más que solvente en líneas generales y sobresaliente, sobretodo en el campo visual, en más de una ocasión, si bien la impronta de Terry Gilliam no abandona en momento alguno a la película de Yim Pil-Sung.

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