å

CRÍTICA

'Unos días para recordar': Comedia descafeinada

Jean Becker vuelve a ponerse al frente de una comedia con tintes dramáticos, en la que destaca un buen Gérard Lanvin en el papel principal.

Por Guillem Saez Muñoz 31 de Julio 2015 | 11:42

Comparte:

¡Comenta!

Entre tanto estreno veraniego palomitero, y a pesar de que, de vez en cuando, disfrutemos de un blockbuster, siempre nos alegra encontrarnos alguna película que, supuestamente, debería tener una calidad bastante superior a la media. La expectación aumenta, al menos en mi caso particular, si se trata de una comedia francesa, pues su ligero humor suele ser perfecto para una tarde sin pretensiones. Lamentablemente, con 'Unos días para recordar' parecen romperse todos nuestros esquemas.

Unos días para recordar 1

El film nos presenta a Pierre Laurent. Se trata de un hombre de mediana edad, bastante gruñón y con una vida un tanto complicada. Una noche, se cae al Sena y acaba en el hospital, pues se supone que un coche ha sido el culpable de arrojarlo al río. Sin embargo, Pierre no recuerda exactamente lo que le ha pasado, y un policía se pondrá a investigar su caso. Mientras se recupera, deberá lidiar con una enfermera demasiado seria, un fisioterapeuta loco y una adolescente que se toma demasiadas confianzas.

Su paso por la Seminci de Valladolid el pasado año nos hacía pensar que podíamos estar ante algo más grande que lo que nos encontramos en su visionado. Sin embargo, por algún motivo se habrá aplazado su estreno para el 31 de julio. Una fecha en la que, como hemos comentado, está bien encontrarse en las salas una opción diferente, pero que no le augura un gran futuro comercial a un producto tan pequeño y minoritario como éste en unos días difíciles.

Y es que, 'Unos días para recordar', independientemente de algún escaso aspecto positivo, tiene el dudoso mérito de, aún durando 81 minutos, hacer que nos acabemos aburriendo como una ostra. La ausencia de calidad puede pasar en estas fechas veraniegas, pero la falta de entretenimiento es imperdonable para cualquier estreno de casi agosto que se precie.

Unos días para recordar 2

No cabe duda de que su argumento podría llevar a una película que, aunque no la recordáramos dentro de 10 años, tuviera su gracia, y nunca mejor dicho, pues estamos hablando de una comedia. Sin embargo, la falta de ritmo es una constante en este film, que navega entre lo dramático y lo cómico sin encontrar un punto medio en el que poder establecerse de forma natural.

Afortunadamente, podremos encontrar algunas situaciones con gracia, pero los personajes tampoco están tan bien trazados como para que podamos sentir alegría o pena por ellos durante el metraje de la cinta. Siempre es complicado aquello de sacar escenas de la chistera estando la película ambientada prácticamente en su totalidad en una misma habitación, pero el problema acaba residiendo en unos diálogos demasiado faltos de ingenio. El intérprete protagonista, Gérard Lanvin, sea quizá lo mejor que podamos encontrarnos en un film que, sin lugar a dudas, cansa y decepciona.

Un director capaz

Si por algo no podíamos esperar que este film fuera de esta manera, es porque su realizador tiene una dilatada carrera en la que, en su mayoría, nos ha dado buenas alegrías cinematográficas. Jean Becker comenzó a dirigir en 1961, y lleva más de 50 años en activo ofreciendo cine de calidad, con el que ha logrado un merecido reconocimiento dentro de su país y en el resto de Europa.

Unos días para recordar 3

Por ello, es tan decepcionante encontrarnos con una película menor y, sobre todo, tan blandita como la que estamos tratando. Becker, por poner dos ejemplos, escribió y dirigió dos joyas del cine francés reciente como son 'Conversaciones con mi jardinero' y 'Mis tardes con Margueritte'. Esta obra también está co-escrita por él, y aunque nos haya decepcionado profundamente, seguiremos muy atentos cualquiera que sea el próximo proyecto de este interesante director de 82 años.

Rostros