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¡ABOGADO, ABOGADO!

¿Qué te ha pasado, Robert de Niro? Sí, te estamos hablando a ti

Una leyenda que puede presumir de marcar historia en el mundo del cine y cuya carrera comenzó a estar entredicho a partir de sus últimos trabajos.

Por Alejandro López Reina 29 de Octubre 2015 | 16:29

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Si tuviéramos que nombrar uno de los mejores actores del último siglo lo tendríamos claro: Robert de Niro. El doble ganador del Oscar por 'Toro Salvaje' y 'El Padrino II' nos ha regalado décadas de excelentes papeles que difícilmente podremos olvidar. Parece que fue ayer cuando en los años 60 comenzó su carrera en el cine con Brian de Palma en lo que fue el comienzo de una gran amistad. De Palma vio talento y le recomendó para trabajar con uno de sus directores prolíficos: Martin Scorssese.

Robert de Niro

De ahí al estrellato. Ha trabajado con los mejores directores de la meca del cine: Sergio Leone, Michael Cimino, Quentin Tarantino o Francis Ford Coppola son sólo algunos de los realizadores que pudieron disfrutar de su perfeccionismo interpretativo. Supo adaptarse a los nuevos tiempos y añadir nuevos registros interpretativos, eso sí no todos satisfactorios.

Los fans del incombustible actor siempre quedaremos decepcionados con sus filmes de los últimos diez años, con bodrios como 'Machete', 'La gran revancha' o 'Asesinos de élite'. ¿Qué te ha pasado Robert de Niro?

La carrera de Robert de Niro, paso a paso

Nacido para triunfar

Con su primer papel protagonista en 'Saludos' se avecinaba una gran estrella. Su estilo metódico y detallista sorprendió a muchos, a Brian de Palma el primero. Es entonces cuando consiguió un trabajo en la película 'Muerte de un jugador', donde interpreta a un jugador de béisbol y comienza a hacerse notar. De aquí a 'Malas calles' (1973) cuya temática de mafias le marcaría a lo largo de su carrera (aquí ya coincidió con Harvey Keitel). Su juventud y sus ganas de triunfar le permitieron controlar el miedo y pudo enfrentarse a cualquier papel ofrecido por difícil que fuese. Nace una estrella.

La Belle Époque de Robert De Niro

Es entonces cuando se cruza en su camino Francis Ford Coppola (reciente Premio Princesa de Asturias) y una audición. De Niro trató de conseguir el papel de Sonny Corleone, pero ya sabéis el arte que tiene Coppola: "Tu vas a ser Vito Corleone en 'El Padrino II'". Su brillante papel nos dejó a todos estupefactos, de tal manera que para preparárselo estuvo meses por Sicilia perfeccionando su acento. Después ya sabéis lo que llega: 'Taxi Driver'. Para muchos su mejor trabajo, para otros uno de los mejores papeles de la historia del cine. A partir de esta gran interpretación llegó la fama mundial y el reconocimiento de la crítica (lástima de Oscar, ya sabéis como es la Academia que tuvo que esperar hasta 'Infiltrados' para dar un premio a Martin Scorsese). Un papel lleno de carisma y realismo que será siempre recordado por muchas generaciones. Hasta llegar a 'Novecento' (1976) obra del gran Bernardo Bertolucci y filme en el que comparte protagonismo con figuras como Gérard Depardieu o Burt Lancaster, en lo que supone un homenaje al comunismo italiano. No nos olvidamos de 'New York, New York' (1977), en la que de Niro se atrevió con el género musical; ya sabéis que no fue un gran éxito en su época, pero no dudaréis del arte del actor para tocar el saxofón en este filme (a pesar del playback).

Soy De Niro, ¿Qué papel quieres que te interprete?

Michael Cimino le dio una oportunidad con 'El cazador' (1978) y no la desaprovechó para nada. Su química con Christopher Walken es sublime y la naturalidad que desprende a pesar de la dureza del guion es notable. Con este papel nos quedamos alucinando; como un actor puede sostener una historia por sí solo y evolucionar a cada escena. Ahora llega (desde mi punto de vista su mejor papel), 'Toro Salvaje'. Podría buscar un millón de adjetivos pero seguro me quedaría corto al ver su interpretación de Jake la Motta, que para quien no conozca el mundo del boxeo era un auténtico pieza. Con Joe Pesci en pantalla destilan emoción y simbiosis interpretativa algo que echamos de menos en estos últimos compases del mundo del cine. No sólo se hizo con el Oscar por engordar 27 kilos, sino que si veis su brutalidad emocional y física sabréis los motivos por los que lo merece. Con 'Erase una vez en América' (1984) supimos que se puede aguantar a Sergio Leone (supongo que estaréis del corriente de sus duras técnicas, si no preguntarle a Clint Eastwood) y se mostró como pez en el agua dada la temática del filme. 'La misión' (1986) ofreció una variante totalmente opuesta a lo que nos tenía acostumbrados, su interpretación es una vertiente de ida y vuelta donde la capacidad de elección entre el bien y el mal marca el destino de su personaje. ¿Era posible ver a de Niro hacer un mal papel en esta época?

Adaptación maravillosa a la década de los 90

De visionar 'Los intocables de Elliot Ness' (1987) se os habrán puesto los pelos de punta al ver a Robert de Niro como uno de los mayores mafiosos de la historia: Al Capone. Su escena en la cena con el bate de béisbol es simplemente sublime. Actor metódico por excelencia decidió utilizar la misma ropa interior que el gánster además de engordar otros 15 kilos, ni más ni menos. Y tras unos cuantos filmes más llegó 'Uno de los nuestros' (1990) con el que comparte cartel con su amigo Joe Pesci y Ray Liotta. Este trío dirigido por Scorsese es perfecto y sus fechorías nos mantienen en tensión de principio a fin. La frialdad del personaje de de Niro es brutal y supone el contrapeso al papel de Pesci, sobrepasado por la situación y su ira descontrolada. Y ya con 'Despertares' (1990) con la que alucinamos. Hacerse pasar por un enfermo mental ya era lo último con lo que nos podría deleitar. Su lenguaje no verbal y su mirada perdida eran totalmente creíbles y como la curiosidad por las cosas a priori banales y su sucesiva recuperación son capaces de emocionar a cualquiera. Su nominación a Mejor Actor es lo de menos, un regalo para los amantes del buen cine. Y pasa de un enfermo de psiquiátrico a un delincuente vengativo. 'El cabo del miedo' le otorgó otra nominación de la Academia que quedaría en el limbo. Su estilo desaliñado y su mirada terrorífica nos hacen sentir auténtico miedo, al ver como un personaje centra el leitmotiv de su existencia en acabar con la persona que le condenó al ostracismo. ¡Abogado, no hago más que hacer papelones!

La cima que precede al declive

De Niro ejecuta su primer trabajo como director en 'Una historia del Bronx', donde trata de dejar una moraleja final sobre la elección de los caminos de la vida. La película es algo descafeinada y su papel como conductor autobús es de lo más salvable. De ahí, se marca un 'Frankenstein' totalmente diferente opuesto a lo que estábamos acostumbrados y siembra tanto halagos como críticas. Llega a una de sus obras culmen, 'Casino' (1995), en la que comprobamos que dentro del mismo género, este actor puede acabar con cualquier tipo de etiqueta y sobresalir con diferentes vertientes (ni que decir de Joe Pesci) en una de las mejores películas de gánsters de la historia y octava colaboración con Martin Scorsese. Tras ella llega la acción sin límites hecha película: 'Heat' (1995), donde no sabes si quedarte con el papel de Robert de Niro o de Al Pacino (los dos superlativos). Su interpretación como líder de una banda de atracadores dejó el listón muy alto, no cabe duda. Y que decir de 'Jackie Brown' (1997) (nuestro actor favorito y Samuel L.Jackson son más de media película), donde Tarantino le otorga un caramelo y lo convierte en un manjar. Sus apariciones aunque reducidas resultan geniales y el carisma que le otorga a su personaje es más que correcto y algo psicótico. Con 'Ronin' (1998) disfrutamos como enanos con las persecuciones y la lucha por ver quién se queda con el maletín. Un papel que no le brindó libertad interpretativa y cuya auténtica protagonista es la acción y el frenesí que lleva el guion. Aún así gran película y perfecto reparto .

Caída en picado: Venta al blockbuster y a las comedias sin sentido

A partir de la llegada del nuevo milenio nos quedamos sin nuestro Robert de Niro. En sustitución, un actor capaz de venderse y ofrecer papeles estables en películas mediocres. El primero fue 'Una terapia peligrosa' (1999), donde su papel de mafioso estresado es un sinsentido en el ámbito de comedia. Su tándem con Billy Crystal no ofrece garantías para un guion es previsible hasta decir basta. Con 'Hombres de Honor' (2000) se trata de hacer un filme épico pero deja mucho que desear. Su interpretación como instructor borracho de buzo es correcto pero desconozco las razones por las que se adentró en un proyecto de estas características. 'Las aventuras de Rocky y Bullwinkle' (2000), además de vomitiva, es pésima y un despropósito en toda regla. Como De Niro empieza a tirar su reputación a la basura con semejante barbaridad. Y comienza la (cansina) saga de 'Los padres de ella' (2000) donde la primera entrega era graciosa sin más y cuenta con un papel estereotipado teniendo en cuenta la carrera de De Niro.Viendo que en Hollywood escasean los guiones ya llegó 'Los padres de él' (2004) y 'Ahora los padres son ellos' (2010) en los que repite el mismo papel una y otra vez.

Proyectos mal escogidos, papeles para olvidar

En esta etapa debo de salvar 'Un golpe maestro' (2001), donde sus momentos con Marlon Brando son pura historia del cine (ambos ganaron el Oscar con el papel de Vito Corleone) y como combina en pantalla con el imprevisible Edward Norton. Llega con '15 minutos' (2001) y con una película pésima donde se comienza a dilucidar la caída de de Niro. Si ya veis 'El enviado' (2004) recibiréis una triste noticia: se vende Robert de Niro. Ya si nos centramos seriamente no sé cómo este gran actor logró acabar participando en 'El puente de San Luis Rey' (2004) que me dejó estupefacto a pesar del buen vestuario. Volvemos con más caídas: 'El escondite' (2005) donde su papel como padre de Dakota Fanning no nos sorprende lamentablemente. Un guion pusilánime y una interpretación que roza la comedia para tratarse de un filme de terror. Con 'El buen pastor' (2006) dio un paso al frente como director para volver a caer con películas como 'Asesinato justo' (2008), donde coincide con Al Pacino con un papel ante todo light o su infame participación en 'Machete' (2010), como senador racista que se lía a tiros con mexicanos en la frontera (si lo hizo aposta tiene algo de gracia). Luego llegan los despropósitos como 'Asesinos de élite' (2011), 'Noche de fin de año' (2011) o 'La gran revancha' (2013). Y llega la alabada 'El lado bueno de las cosas'. Su papel como padre enganchado a las apuestas no me deja del todo satisfecho, aunque su aparición resulta testimonial viendo los papeles que se marcan Bradley Cooper o Jennifer Lawrence; quién lo iba a decir que acabase en un segundo plano. Ahora llega con 'El becario' (2015) con lo que comprobaremos si realmente De Niro puede reservarnos alguna sorpresa. Ya se sabe, los grandes mitos nunca mueren y más si se trata de Robert de Niro. ¡Vuelve por favor!

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