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ASÍ NO, HOPKINS

Las 7 peores películas de Anthony Hopkins

Así no, Anthony Hopkins. Recordamos las 7 peores películas de uno de los grandes.

Alberto Frutos Díaz
Por Alberto Frutos Díaz Más 24 de Julio 2016 | 18:14
Redactor especializado en cine y música. Ver, leer, escuchar y escribir.

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Partamos de la evidencia: Anthony Hopkins es uno de los más grandes intérpretes que ha dado el cine en las últimas décadas. Su talento es innegable, su presencia en pantalla arrasa con todo y el carisma que desprende con cada uno de sus gestos condensa elegancia y ternura, dependiendo de lo que requiera cada circunstancia. Ahora bien, dicho esto, Hopkins lleva años viviendo de unas gloriosas rentas, una práctica que llevaron al extremo Robert De Niro y Al Pacino y a la que se han querido sumar, con puntuales excepciones, gigantes de la talla de Michael Caine o Morgan Freeman. ¿Se lo pueden permitir? Claro, pero eso no evita ni una sola pizca de dolor cuando nos volvemos a enfrentar a uno de sus (voluntarios) desastres.

 Anthony Hopkins

La última noticia del protagonista de 'El silencio de los corderos' es que formará parte de la próxima secuela de 'Transformers'. No es discutible su decisión, ni siquiera hemos visto la película, aunque intuimos todo lo que va a ocurrir en ella, pero no deja de provocar cierta tristeza comprobar cómo se va completando su reconversión en un intérprete para el que, como el propio Hopkins afirmó, actuar es un trabajo que sólo hace por dinero. Las facturas son importantes, mucho, pero no deberían lastrar todo un legado, sea más o menos extenso.

En cualquier caso, su presencia en un cartel sigue llamando nuestra atención, teniendo la certeza de que, en alguna escena, aparecerá ese titán que lleva dentro, que esa mirada que nos ha congelado en tantas ocasiones volverá a hacerlo, que Hopkins volverá a ser Hopkins. De no ser así, tendremos más películas que sumar a esta lista que recoge los momentos más bajos de su carrera, decisiones arriesgadas o perezosas que, en ningún caso, terminaron saliendo bien.

Lo peor de Anthony Hopkins

'El rito'

'El rito'

Aquí hay oficio. Y rutina. ¿Interés o ambición? Os equivocáis de lugar. 'El rito', dirigida por Mikael Håfström, responsable de desastres del tamaño de 'Sin control', es una película que funciona, a ratos y exclusivamente, como cóctel de homenajes e influencias al género de toda la vida, juego para los amantes del terror que tienen en sus manos cien minutos de guiños y referentes que, a fuerza de evidencia, uno no sabe hasta el punto en el que están jugando con el plagio. Hopkins, por su parte, parece plenamente consciente de la naturaleza de la propuesta y activa ese piloto automático tan característico en la inmensa mayoría de sus últimos trabajos y que, efectivamente, se tiende a obviar a favor de su indiscutible presencia. La cuestión es que, esa pereza omnipresente en su interpretación, termina por contagiarse al resto de un relato que cae, en picado y sin frenos, al terreno del sopor. Un sector de la crítica se empeña en situarla como uno de los pocos puntos salvables de sus últimos estrenos, pero los bostezos y los demonios, por más benevolentes que nos pongamos, nunca se han llevado bien.

El rito en eCartelera

'Blackway'

'Blackway'

Todas las películas que aparecen en este especial tienen algo en común, un potencial tirado a la basura. No, no es 'Blackway' una de esas historias que apuntan a obras maestras ni a clásicos del género, pero su punto de partida es lo suficientemente interesante como para plantear una mezcla de thriller y western que, obviamente, no encontramos por ningún lado. De hecho, no encontramos NADA en ella. Una película carente de vida, tensión, misterio o sorpresa, con estética de telefilm y nula capacidad de mantener el ritmo de manera equilibrada. Pero, con todo, lo peor está en el reparto. Imposible ver las interpretaciones de Anthony Hopkins, Julia Stiles y Ray Liotta sin llevarse las manos a la cabeza, absolutamente perdidos en una película que no despertó interés alguno en la taquilla y que fue destrozada, con toda justicia, por una crítica que ya comenzaba a usar el término de 'parodia' para definir cada nuevo estreno de su protagonista.

Blackway en eCartelera

'Premonición'

'Premonición'

Acaba de estrenarse, pero ha llegado a lo grande. 'Premonición', el último trabajo de Hopkins, nació como aspirante a secuela de ese prodigio llamado 'Seven' y se ha quedado en, bueno, un thriller repleto de tópicos, aburrido, sin mayor interés que comprobar el punto en el que su protagonista ya no disimula lo más mínimo la pereza que le da participar en trabajos así. Le acompaña Colin Farrell en una historia que, en su primer tramo, no es más que un capítulo alargado de 'C.S.I' para, después, intentar aportar algo de profundidad psicológica y dramática cayendo en el mayor de los bochorno. Pretenciosa, sin poder permitírselo, 'Premonición' podría haberse quedado perfectamente en uno de los muchos cajones de Hollywood en los que estuvo descansando durante tantos años. Para venir así, mejor no hacerlo.

'Alejandro Magno'

'Alejandro Magno'

Lo sé, soy consciente de que la visión que ofreció Oliver Stone de 'Alejandro Magno' ha ido cogiendo fuerza a lo largo de los años hasta convertirse en una película valorada de manera positiva. Sin embargo, somos muchos los que seguimos creyendo que los excesos y la ambición mal enfocada de un director capaz de lo mejor ('J.F.K') y de lo peor ('World Trade Center'), terminó lastrando a una propuesta que, de nuevo, tenía todo en su mano para ser mejor de lo que finalmente fue. Uno de los perjudicados, sin duda, fue Anthony Hopkins, recluido en uno de esos personajes que el espectador siempre desea que alcancen el nivel que se merecen. Él hace todo lo que puede, a pesar de ESE maquillaje, pero sus esfuerzos no terminan de dar sus frutos. Reivindicarla sigue siendo una opción, pero Hopkins nunca servirá como consistente argumento a favor.

Alejandro Magno en eCartelera

'Instinto'

'Instinto'

Una de las muchas, infinitas, razones por las que un personaje como el de Haniball Lecter nos fascinaba y aterraba al mismo tiempo, era su poder de contención. La permanente amenaza de un animal poderoso y lleno de rabia e inteligencia que prefería esconderse detrás de unos ojos cristalinos, firmes, penetrantes. Todo estaba ahí y sabías que en cualquier momento podía explotar ante ti. Pues bien, el personaje de Anthony Hopkins en 'Instinto' es lo mismo, pero al revés. Es decir, lo mismo, pero mal. Muy mal. La sutileza salta por los aires y este refrito de thrillers visto una y mil veces, la mayoría de veces mucho mejor, cae lentamente al pozo de la indiferencia, convirtiéndose en una especie de convención de lugares comunes del género. Hopkins parece disfrutar haciendo algo tan fácil como merendarse a Cuba Gooding Jr. en cada escena, pero es el único que se divierta con una propuesta que hace agua por todas partes. Ojalá Haniball hubiera coincidido en la celda con Ethan Powell. Todos sabemos el final de esa relación. Ñam.

'Noé'

'Noé'

Resumiendo: 'Noé' es una película que se deja ver. Y pare usted de contar. Nada más que rascar en una película que, por ambiciones y responsables, debería haber dado mucho más. Muchísimo. A pesar de algún que otro destello de genio, como ese primer riachuelo o la explicación del origen del universo, el director Darren Aronofsky deja aparcada su personalidad, su creatividad y su ingenio, a favor de la taquilla, de las explosiones y monstruos, de los golpes y gritos, las catástrofes y los romances imposibles. En este sentido, la película encuentra mejores momentos en su apartado más grandilocuente, especialmente en un asalto al arca que, pese a no ser más que un refrito de otras cintas, termina siendo bastante espectacular.

Sin embargo, en el plano intimista, el guion firmado por el propio director y Ari Handel, se muestra bastante torpe, incapaz de dotar de alma y sentimientos a unos personajes que, más allá del protagonista interpretado por piloto automático por Russell Crowe, aparecen y desaparecen en la historia sin dejar la más mínima huella. Y ahí es donde emerge con especial intensidad ese Matusalen con el rostro de Anthony Hopkins que parece estar en otra película totalmente distinta. Una peor.

Noé en eCartelera

'Slipstream'

'Slipstream'

Estrenada en nuestro país en la edición del Festival de Sitges celebrada en 2007, 'Slipstream' tiene una parte (muy) buena y otra (muy) mala. Empecemos con las buenas noticias. El salto a la dirección de Anthony Hopkins es toda una demostración de valentía y riesgo asumido para un intérprete que demostraba mayor coraje detrás de la cámara que delante. Esta historia sobre la creatividad, la fusión entre la ficción y la realidad, la soledad que rodea siempre al autor y el vínculo que se establece con sus personajes, es una apuesta que va con todo, sin medias tintas, consciente de que puede salir muy bien o muy mal, pero que nunca se quedará en un término medio. Lo malo, ya hemos llegado, es que se cumplen los peores presagios y la cruz gana, por goleada, a la cara. Es lo que tiene lanzar una moneda al aire, que por más fuerte que lo hagas, el resultado siempre estará en el aire. Y 'Slipstream' cae en todos los errores que podía caer, la confusión, el delirio visual gratuito, el caos narrativo. Hopkins se deja el cuerpo y el alma en una interpretación que sí alcanza esas cotas de talento que esperamos de él, pero su otro yo sentado en la silla de director tira todo por la borda. Podía pasar. Y pasa.

Rostros