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PRECRÍTICA

'En el nombre del Rey', sin comentarios

Uwe Boll sigue haciendo de las suyas en esta infumable película épicofantástica de vergüenza ajena.

Por Óscar Martínez 26 de Febrero 2009 | 07:10

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'In the Name of King: a Dungeon Siege Tale' es el nuevo título del director germano Uwe Boll, popular tanto por su afición a adaptar videojuegos como por realizar películas tan infumables como 'House of the dead', 'Alone in the dark' o 'Bloodrayne'.

Protagonizada por Jason Statham, Burt Reynolds, Ray Liotta, Leelee Sobieski, Claire Forlani, Matthew Lillard, John Rhys-Davies, Will Sanderson, Ron Perlman y Brian J. White, la película está basada en el popular videojuego Dungeon Siege, en una historia de corte medieval en el que un granjero procedente de un origen humilde consigue convertirse en un heroico y valeroso príncipe que tendrá que salvar su reino de un oscuro y tenebroso final.

No hase falta desir nada más

Ciertamente, hay muchos directores bastante peores que Uwe Boll, pero dentro de lo malo conocido, sin duda el germano es el que goza de un mayor presupuesto y, por ende, una mayor repercusión en los medios.

'In the Name of King: a Dungeon Siege Tale' es una buena muestra de ello: como si el director tratara de crear una suerte de 'El Señor de los Anillos' en serie B (o Z), la película cuenta, por un lado, con efectos especiales confeccionados a base de CGI algo vulgares aunque resultones, mientras que por otra parte hace ostentación de un maquillaje cutre en muchas de sus criaturas, evocador de las películas más tristes de corte fantástico de la década de los ochenta.

Tan sólo hay que echarle un vistazo a los Krugs, una suerte de orcos de tercera, o a los ninjas casposos que conforman la élite del ejército invasor, o a las tristes amazonas que pueblan los bosques, para darse cuenta de que Uwe Boll no pretende otra cosa que realizar una película de serie B en toda regla. El problema es que la gracia de la serie B reside en su propia esencia, por lo que difícilmente una película con un presupuesto mínimamente holgado logrará evocar las virtudes de ese tipo de películas.

Siguiendo con lo anteriormente citado, los diálogos, las interpretaciones y, en general, el resto del conjunto de 'In the Name of King: a Dungeon Siege Tale', siguen esa misma línea: frases supuestamente lapidarias, escenas ñoñas, interpretaciones risibles, una banda sonora de lo más cansina... Uwe Boll pretende hacerse el gracioso, realizar su particular tributo a la caspa ochentera en clave medieval, pero lo único que consigue es exasperar al espectador durante casi dos horas de metraje cansino y poco vistoso.

Por momentos, a un servidor la película le ha recordado a la reciente a La última legión, si bien la película de Doug Lefler era simplemente mala, sin vanagloriarse de ello, mientras que In the Name of King: a Dungeon Siege Tale pretende ser una suerte de producción de Asylum aunque sin su encanto originalmente casposo.