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CRÍTICA

'Secuestro': Si no estás confuso no estabas prestando atención

Ya hemos visto 'Secuestro', el thriller protagonizado por Blanca Portillo de los productores de 'Los ojos de Julia' y 'El orfanato', y aquí está nuestra crítica.

Por Álvaro Vidal Lloret 19 de Agosto 2016 | 18:18

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Cuando su hijo (Marc Domènech) es encontrado herido en una carretera porque, según el niño dice, han intentado raptarle, Patricia (Blanca Portillo) una abogada de prestigio llegará hasta cualquier extremo para encontrar al secuestrador. Después de que el niño identifique a un hombre como el culpable del delito, de que este asegure ser inocente, y de que no haya una sola prueba más que el testimonio del chico para inculparle, ella hará todo lo que esté en su mano para llegar al final del asunto.

'Secuestro' parte así de unos personajes más interesantes que otras propuestas de 'Rodar y Rodar' como 'El cuerpo'. Patricia de Lucas, es una mujer que ha llegado a lo más alto en su trabajo, es soltera y vive de forma acomodada con su hijo sordo: Víctor. El thriller sienta su base sobre el amor maternal, que será el motor que mueva al personaje de Portillo a actuar a veces de manera cuestionable, y a la secundaria interpretada por Macarena Gómez a demostrar la inocencia de su marido para asegurar su estabilidad familiar. La película pretende seguir la estela de otras producciones de suspense españolas, como 'Los ojos de Julia' pero ¿logra mantener la intriga o construir un producto fuerte?

'Secuestro': Si no estás confuso no estabas prestando atención

Pese a que tenga un punto de partida cautivador, 'Secuestro' no consigue salir impune de su crimen. El motivo principal es el guión, firmado por Oriol Paulo. Es un libreto que podría haber funcionado con menos fallos, pero que al final es tan caótico que se mata a sí mismo. No tiene malos personajes: ninguno de ellos es bueno o malo, en ese sentido son complejos. Lo negativo es el propio diálogo, que no nos deja conocer a los protagonistas por sus palabras: todo lo que dicen es excesivamente genérico e impersonal.

A esto se le suma lo que entierra definitivamente a la película, y es su uso excesivo de los giros argumentales. Puede parecer que una buena vuelta de tuerca nunca está de más, pero en 'Secuestro' son tantos los cambios bruscos en la trama que finalmente hacen desconectar a cualquiera. Llega un punto en el que no sabes si la cinta está tratando de jugar contigo y de confundirte; si eres tú el que se ha perdido algo; o si la propia película se ha perdido en sus incongruencias.

'Secuestro': Si no estás confuso no estabas prestando atención

El problema quizás sea la magnitud de los giros, y es que son de esos que hacen replantearse al espectador toda la información que antes conocía. Cuando se usan bien, dan un resultado magnífico, claro. Pero en 'Secuestro' son tantas las veces que descubrimos que todo lo que sabíamos era mentira, que al final nos da igual lo que sea verdadero o falso, y solo queremos que termine ya la acción.

Tal vez si hubiera tenido una realización impecable, 'Secuestro' se hubiese salvado. Sin embargo hay ciertas elecciones que no ayudan para nada a enmendar los sinsentidos de la historia, y son las relacionadas con el tono que tienen ciertas escenas. Y es que en ocasiones la película resulta demasiado melodramática, quizás por una música excesivamente sentimental que suena constantemente. No hay espacio para el silencio. No es que sea una banda sonora mala, es que es excesiva. Acabamos por cansarnos de todo el ruido que el thriller se empeña en imponernos.

'Secuestro': Si no estás confuso no estabas prestando atención

Al final la película se desborda, y da rabia puesto que tenía bastante potencial, los elementos adecuados, y muchos temas interesantes por explotar. Si bien resulta excesiva en sus vueltas de tuerca, y en su dramatismo, a 'Secuestro' le falta tiempo para desarrollar todas las cuestiones que plantea y que podrían haber jugado a su favor a la hora de que el público conectase con los personajes. Abre tantos frentes que no puede ahondar bien en ellos: la dificultad en la comunicación entre una madre y su hijo sordomudo; el papel que juega la clase social en temas legales; el acoso escolar en la época del smartphone; la corrupción de una abogada que decide tomarse la justicia por su mano... El largometraje no se aclara en el trasfondo de su historia. No es cuestión de que no se puedan tratar todos estos temas, es solo que si esa era su intención, 'Secuestro' debería haber sido una serie de televisión o una saga cinematográfica.

Demasiadas vueltas de tuerca

A pesar de sus defectos, la película funciona en ciertos momentos, y en su primer giro argumental consigue impactar. Las mejores escenas son las más íntimas, entre Blanca Portillo y Marc Domenech mostrando su natural relación madre hijo, o entre Macarena Gómez y Andrés Herrera en sus conflictos matrimoniales.

No es una sensación negativa la que deja 'Secuestro', es sencillamente una de confusión total. Tiene un reparto adecuado y una factura técnica excelente, pero sus elecciones dramáticas dejan bastante que desear. Los próximos proyectos de la productora, a pesar de todo, si mejoran ciertos aspectos, podrían tener muy buenos resultados. Y crear suspense, sin suspender.

Nota: 6

Lo mejor: Su reparto, su primer acto y su calidad técnica.

Lo peor: Un guión que es tan confuso que se hiere a sí mismo.

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