La saga 'La matanza de Texas', de peor a mejor

¿Es una secuela? ¿Es un remake? ¿Es una parodia? 'La matanza de Texas: La nueva generación' es todo eso y mucho más.

Dirigida por Kim Henkel (guionista de la original y productor de las tres últimas películas de la saga), supuso un fracaso estrepitoso, por el cual es fácil de imaginar que después de su mala acogida, dejasen descansar a la franquicia durante una década.

En esta entrega, que pretendía ser una continuación de la primera, Leatherface vive con una familia diferente a la que habíamos visto hasta entonces (suponemos que por aquello de que la endogamia en el campo es uno de los argumentos clave para sostener la autenticidad del linaje de los Sawyer). Matthew McConaughey interpreta a Vilmer Sawyer, otro miembro del infame clan y Renée Zellweger es la protagonista del film, de quien en su día se llegó a decir que era "la mejor scream queen desde Jamie Lee Curtis".

Esta vez, más que infundir miedo, Leatherface provocaba vergüenza ajena, pues en lugar de caracterizarlo como un psicópata impotente, optaron por el look travesti de saldo (más fiel a la figura de Ed Gein, el asesino real en el que se basaron Tobe Hooper y Henkel para la primera película). Por si fuera poco, los diálogos (guion del propio director) y la dirección de actores es tan pésima, que no nos extraña que Kim Henkel no haya vuelto a dirigir nada más en su vida.

'La matanza de Texas 3D' se perfiló como uno de los regresos más esperados del siglo XXI. Jason Voorhees, Michael Myers, Freddy Krueger y el mismo Leatherface ya habían vuelto en sus respectivos remakes y, con mayor o menor éxito, habían actualizado sus historias.

Por eso, cuando se dijo que esta nueva entrega era una secuela directa de la película original de Tobe Hooper, hubo división de opiniones entre los que querían que se siguiese explotando el reinicio de la saga, y los que apoyaban que ésta borrase cualquier linea argumental moderna.

Contar con Alexandra Daddario como protagonista fue más un reclamo que otra cosa, pero cuando descubrimos que la película de John Luessenhop pretendía jugar a mostrarnos el lado tierno de Leatherface y a traer su historia hasta la actualidad mediante una serie de trucos para enraizar el film con el original, mostrándose a sí misma como "la única secuela", la decepción fue enorme. Para esto, hubiéramos preferido otra cosa: nada.

'La matanza de Texas III', llamada originalmente 'Leatherface: The Texas Chainsa Massacre III', estuvo dirigida por Jeff Burr y supuso un regreso a los orígenes de la serie, por lo que a la forma de contar los hechos.

Así pues, dejaba a un lado la comedia negra por la que Tobe Hooper había decidido apostar en 'Masacre en Texas 2' y apostar por la brutalidad. Tanto fue así que, en un primer momento, la película fue calificada X por los censores debido a su alto contenido violento, el cual consiguieron rebajar hasta el R (luego fue distribuida en vídeo en dos versiones, una censurada y otra sin).

Otro rostro conocido interpretó a un miembro de la familia Sawyer: Viggo Mortensen fue Tex. La película cuenta la noche de terror de una pareja en crisis quienes, de viaje a Florida, paran a repostar en una gasolinera en Texas. Y claro, como buena familia de caníbales asesinos, Leatherface y los suyos intentarán conseguir tan preciados trozos de carne sea como sea.

Como buen maestro del terror, Tobe Hooper consiguió darle una vuelta de tuerca a su idea original de 'La matanza de Texas' y convertir su primera secuela en un título de serie B puro, donde el humor negro y ambiente carnavalesco borran por completo la sensación de desasosiego que transmitía la anterior.

Dennis Hopper interpreta al tío de Sally y Franklin Hardesty, víctimas de Leatherface en la primera entrega, quien decide atrapar a la familia de degenerados psicópatas después del asesinato de dos jóvenes que se encontraban de viaje por Texas.

Más divertida y menos seria, aunque no por ello menos disfrutable, nos encontramos con Bill Moseley ejerciendo como Chop Top, el hermano gemelo del autostopista de la primera película.

Dirigida por Jonathan Liebesman, la precuela del remake tenía todas las papeletas para ser un producto deleznable, pero el hecho de profundizar en la historia de los Hewitt (en el remake ya no son los Sawyer) funcionó para los seguidores de la saga.

En esta nueva historia, situada en 1969, se nos cuenta algo del origen de Leatherface y del cambio trascendental en la alimentación de su familia: de omnívoros a caníbales. R. Lee Ermey vuelve a encarnar a Charlie Hewitt, Jr. y le vemos convertirse en el despiadado Sheriff Hoytt. Además, Jordana Brewster, Taylor Handley, Matt Bomer y Diora Baird interpretan a los cuatro jóvenes que deberán luchar por su vida en un título con alma de survival que incluye el mejor homenaje a la saga de toda la franquicia: el de la cena con la familia y en el que Brewster honra la memorable secuencia de Marilyn Burns de 1974, con salto por la ventana incluido.

Odiada por muchos y amada por otros tantos, si algo bueno tiene 'La matanza de Texas' de Marcus Nispel es que consiguió adaptar un clásico inimitable a los nuevos tiempos, apostando por la estética videoclipera (término al que no vengo a referirme de forma despectiva) y teniendo muy presente el legado dejado por el film de Tobe Hooper.

Era 2003 y lejos quedaba aquel despropósito de 'La nueva generación', y en lugar de contar la misma historia en la actualidad, este remake optó por volver a los setenta y regalarnos un título de terror que pasará a la historia (y no solo por Jessica Biel en modo final girl) como un título atemporal que volvió a poner de moda a uno de los psychokillers más castigados por la audiencia. Porque con esta nueva entrega, Leatherface regresó con más fuerza que nunca.

Para los más completistas, decir que tuvo una secuela en formato cómic llamada 'La matanza de Texas' y publicada en nuestro país por Planeta DeAgostini.

Cuatro semanas de rodaje, 140.000 dólares de presupuesto y mucho amor por lo que estaban haciendo. Así se gestó uno de los mejores films del cine mundial. Sádica, cruel, sucia y polémica son algunos de los adjetivos que han ido ligados a una de las mejores películas de terror de todos los tiempos.

Una truculenta muestra de la psique humana, hija de su desalentador contexto histórico y mandataria de una generación que la exaltaría como la obra maestra que es. Surgida de la bizarra idea sobre "cómo poder hacerse paso a través de un pasillo lleno de gente dentro de una tienda" (dicho por el propio realizador), Tobe Hooper decidió que debía plasmar en pantalla sus macabros pensamientos con la ayuda del guionista Kim Henkel. Tomando como referencia los brutales asesinatos de Ed Gein (figura que también serviría de inspiración para la creación de los personajes de Norman Bates en 'Psicosis' y de Buffalo Bill de 'El silencio de los corderos') y de Elmer Wayne Henley, Jr., nacería Leatherface, un gigante deficiente mental perteneciente a una familia de rednecks caníbales con una motosierra como mejor amigo y arma.

Con una atmósfera malsana, sucia e inquietante, 'La matanza de Texas' se convirtió en estandarte de la modernidad en el cine de terror, abanderó el cambio en el género y perturbó a medio planeta gracias a su magistral uso del sonido y una imagen casi quemada. Por no hablar de Marilyn Burns, convertida ipso facto en intachable scream queen e icono del género junto al temible Leatherface.