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CRÍTICA

'Falling': El amor no es infalible

Ana Rodríguez Rosell enfrenta a dos personajes con el corazón herido en una película íntima y cargada de simbolismo, que no llega a atrapar al espectador en ese ambiente dominicano.

Por Alejandro Rodera Herrero 16 de Diciembre 2016 | 12:26

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Estamos viviendo el año de Emma Suárez. Hemos tenido la suerte de vivir en un mundo en el que una actriz con tanto talento ha estrenado cuatro películas en menos de nueve meses. Algunas de ellas son trabajos que sobrevivirán al inagotable paso del tiempo, y otras no correrán la misma suerte. 'Falling' se encuentra en el segundo apartado. Un intenso drama en el que sus dos únicos protagonistas luchan por sanar las heridas del amor, que han causado profundos estragos en ambos. El planteamiento podría haber llegado a mejor puerto, pero el factor dramático es tan excesivo y desbocado que resulta complicado no interponer una barrera con sus personajes.

Fotograma de 'Falling'

La película no permite un solo respiro al espectador. La expareja encarnada por Suárez y Birol Ünel se me mellada desde el primer momento por un caos idiomático en el que en un mismo minuto se pueden hablar tres idiomas, sin ningún tipo de orden ni sentido. La escasa coherencia lleva a alternar alemán, español e inglés. Esa amalgama podría haber tenido cierto simbolismo dentro del marco de la comunicación rota en la pareja, pero en este caso es la primera de muchas losas con las que se hace cargar a los protagonistas. Aslan y Alma se reúnen en la República Dominicana tiempo después de la ruptura de su matrimonio. Durante las 24 horas que durará ese encuentro, Aslan tratará de buscar el perdón de su exmujer, de recuperar el sentimiento cuya pureza hacía latir a su corazón, y cuya carencia ahora amenaza con detenerlo. Es decir, nos encontramos ante una película basada exclusivamente en los diálogos y en la dirección de actores. No hay gran variedad de espacios ni sorprendentes giros de guion.

En cuanto a los diálogos, su intensidad es tal que cuesta mantenerse realmente interesado por ellos, ya que buscan conseguir una precoz trascendencia que van minando su credibilidad. Hay elementos cuidados en ese concepto del león herido, que corre tras ese corazón que parece escaparse, pero las palabras con las que se intentan sublimar las ideas no están a la altura ni de los actores que las pronuncian ni del desafío conceptual que se quiere superar. Además, el atosigante y monótono sonido ambiente no ayuda a la hora de sumergirse en los emocionales diálogos, ya que llega a distraer por su constante y excesiva presencia. Mientras que, en el apartado de la dirección de actores, el escaso calado de las palabras que deben expresar sus emociones juega en su contra. Quedan sentenciados a un transcurso redundante, que resulta distante desde el comienzo. Birol y Suárez se comprometen con el espíritu de la película, pero el principal problema es que este es tan frágil como el corazón de Aslan, y en el momento en el que queda roto para el espectador, resulta muy complicado recomponerlo.

Fotograma de 'Falling'

Hay problemas que ni el amor puede salvar

Ana Rodríguez Rosell demuestra su atrevimiento, en esta ocasión fallido, con 'Falling'. El encierro emocional de los dos personajes no permanecerá demasiado tiempo en nuestros corazones ni en la memoria, en gran medida por la incapacidad de conseguir la mínima empatía con unos personajes que parecen moverse en una poética esfera alternativa, alejada de nuestra terrenal dimensión. Por suerte, tenemos dos enormes títulos como 'La próxima piel' y 'Julieta' para recordar el tremendo año de Emma Suárez, que ha pasado por todos los dramas posibles en un reducido espacio de tiempo, siendo 'Falling' el eslabón más débil de la cadena.

Su carácter abstracto provoca que las emociones no sean fáciles de captar con naturalidad, y 'Falling' es el ejemplo de cómo se puede sucumbir a un planteamiento poco creíble, con un discurso que queda lejos de la sinceridad necesaria para (re)vivir el amor y el desamor en una sala de cine.

Nota: 3

Lo mejor: Su breve metraje.

Lo peor: La carente empatía que cosechan unos personajes desaprovechados.