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CRÍTICA

'Vuelta a casa de mi madre': Regreso al nido

Éric Lavaine regresa con 'Vuelta a casa de mi madre', una comedia de salón protagonizada por Josiane Balasko, Alexandra Lamy y Philippe Lefebvre. Un éxito de taquilla en Francia.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 30 de Diciembre 2016 | 14:47
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La comedia francesa tiene la habilidad de contar temas muy amargos y ácidos con la mejor de las sonrisas y, además, provocar auténticas carcajadas. Tras magníficas propuestas como 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' o 'Un hombre de altura', llega 'Vuelta a casa de mi madre', la nueva película de Éric Lavaine, que narra una realidad que está muy de actualidad y que protagonizan Josiane Balasko y Alexandra Lamy.

Vuelta a casa de mi madre

Stéphanie es una mujer de unos 40 años que, tras una serie de errores en su empresa, es despedida, su marido le pide el divorcio y su lujosa casa es embargada. Con una mano delante y otra detrás, Stéphanie se ve obligada a volver a vivir con su madre, Jacqueline. Ella le recibe con los brazos abiertos, al fin y al cabo es su madre. Sin embargo, empezarán a surgir conflictos de convivencia debido a las nuevas rutinas, porque para las dos será muy complicado el regreso al nido.

Comedia ligera pero comprometida socialmente

Ya en su anterior película, 'Barbacoa de amigos', Lavaine presentaba los problemas de la nueva generación de cuarentones, que son muy diferentes a los de pasadas épocas. En este caso, el realizador, que escribe el guión junto a Héctor Cabello Reyes, habla de una realidad muy presente en la sociedad actual, la de aquellas personas con más de 40 años que, pese a su notable experiencia laboral y sus títulos universitarios, se encuentran en una frágil situación de precariedad. Pero Lavaine no pretende crear una cinta de cine social, para eso ya están los Dardenne, sino hablar de esa realidad de una forma ligera y digerible para el público general.

Vuelta a casa de mi madre

Eso provoca que se esté ante un nuevo filme feel-good ideal para momentos de relajación y que vuelve a demostrar la habilidad del cine francés en saber crear propuestas de calidad para un público exigente. Con escenas muy divertidas, la película cuenta con un reparto magnífico, liderado por una magistral Josiane Balasko y una Alexandra Lamy desenvuelta y con un papel muy diferente a los vistos últimamente, nadie diría que es la heroína de la serie 'Última oportunidad'.

Magníficos personajes

Lavaine acierta también a la hora de crear los perfiles de los personajes, muy bien definidos y que muestran cómo la presencia del padre, pese a estar fallecido, sigue acechando en la mente del resto de familiares. De hecho, he ahí otra virtud de la película, mostrar los conflictos de una familia disfuncional de manera amable y accesible. De hecho, podría considerarse la versión cómica y agradable de la española 'Las furias', recientemente estrenada en cines.

Vuelta a casa de mi madre

Divertida, agradable y con cierto toque social, 'Vuelta a casa de mi madre' sabe satisfacer a su público objetivo, lo que hace de la película una estupenda propuesta para tener un momento de distensión pero sin llegar a olvidar del todo la situación económica actual. Una fábula entrañable, es imposible no rendirse ante una película que transmite tan buenas ondas.

Nota: 7

Lo mejor: Los diálogos entre Josiane Balasko y Alexandra Lamy.

Lo peor: Puede resultar demasiado amable para cierto tipo de público.