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CRÍTICA

'Contratiempo': El círculo vicioso de la mentira

Oriol Paulo se prodiga en el thriller con 'Contratiempo', un duelo de mentirosos al límite de lo verosímil.

Por Sandra Sánchez Guerra 6 de Enero 2017 | 10:46

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El cine español tiene en Oriol Paulo un director comprometido hasta el tuétano con el infatigable género thriller, cultivando largometrajes que no te dejan tiempo para el despiste. Con su segunda película como director tras 'El cuerpo', el barcelonés ha convertido su manejo enrevesado de los elementos de guión en una enseña de sus películas, con Agatha Christie, la reina del misterio de la literatura británica o Alfred Hitchcock conformando el bagaje fílmico sobre el que se instauran sus ansias de un relato lleno de misterio y tensión.

'Contratiempo' es un entretenido duelo entre Ana Wagener y Mario Casas, un pulso constante entre unos protagonistas que se buscan las cosquillas a lo largo de toda la película. Tras encontrar a su amante sin vida en su propia habitación de hotel, Adrián Doria, el personaje de Casas, un joven empresario de éxito, recurre a la mejor preparadora de testigos, Virginia Goodman, para demostrar su inocencia y salvarse de una condena segura. Por el camino, un secreto que ocultar y un contratiempo que pondrá aún más difícil a Adrián Doria desvincularse del asesinato de su amante, encarnada por Bárbara Lennie.

 Ana Wagener como Virginia Goodman en 'Contratiempo'

La interpretación que Ana Wagener hace de Virginia Goodman, autoritaria mujer de fuerte carácter que no está dispuesta a perder el último caso de su carrera, la convierten en el personaje más destacable de 'Contratiempo'; que, de entrada, se resiente por contar con Mario Casas en su papel protagonista, un padre de familia y empresario, cuando la mayoría de los espectadores seguimos encasillándole en sus papeles menos maduros. Sin embargo, la química existe, y nace gracias a la relación de superioridad que Goodman ejerce sobre Doria y sobre la que vamos balanceándonos para tornar la situación.

De ahí que la ambigüedad, un factor a tener en cuenta en los thrillers, luzca en 'Contratiempo', fundamentada por las diversas teorías que elucubran durante la preparación del caso los protagonistas y asistida también por el personaje secundario de Bárbara Lennie, una femme fatale que podría dar mucho más juego en la narración y más en manos de una actriz con tanto talento como Lennie. A pesar de ello y de que en un principio los sucesivos engaños funcionan, pronto la película de Oriol Paulo adolece de no ser verosímil, una característica que no tendríamos por qué exigir si no fuese porque los embrollos de 'Contratiempo' pecan de ser excesivos y desembocan en una película que no resulta creíble.

 Bárbara Lennie y Mario Casas, protagonistas de contratiempo

La consecuencia es que el filme se queda a medias después de poner el foco en una ambientación, fotografía y música correctas. Aún teniendo la contraposición de los personajes protagonistas, en el punto álgido del ritmo de la narración, 'Contratiempo' no puede evitar decaer en un bucle, al principio fascinante, y más tarde la puerta de entrada donde se cuelan los fallos de la historia.

Pocos cineastas apuestan por jugar con las reglas de la previsibilidad de una forma tan transparente como lo hace Oriol Paulo. Aunque yerre en alguna ocasión por ser demasiado rocambolesco, los giros de guión que ofrece el director de 'El Cuerpo' son una bocanada interesante en el thriller nacional.

Nota:: 6

Lo mejor: La ambigüedad y contraposición de los personajes protagonistas.

Lo peor: La inverosimilitud final de la película.