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UN SUEÑO CINÉFILO

Cómo dos empresarias convirtieron "lo imposible" en un autocine, el nuevo destino cinéfilo de Madrid

Pasamos una tarde en el Autocine Madrid Race y estas son nuestras primeras impresiones.

Por Daniel García Rodríguez 23 de Febrero 2017 | 16:27

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Cuenta el refrán que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Y qué ventana. Hace pocos días descubrimos el triste desenlace que espera a los emblemáticos cines Palafox, y de repente aterriza oficialmente el esperado autocine cuyo proyecto se lleva esperando desde el pasado verano. El Autocine Madrid Race abrirá sus puertas al público desde el próximo 24 de febrero y aspira a convertirse en una nueva alternativa a la amplia gama del ocio madrileño. De esta forma, este será el octavo autocine abierto en España, estando todos los demás en la costa del Cantábrico y en la costa mediterránea de la Comunidad Valenciana.

El pasado martes 21 de febrero, los periodistas fuimos invitados al evento de presentación para medios y empresas donde nos presentarían el lugar y nos proyectarían el clásico musical 'Grease'. A lo largo de un convite sin fin, con también proveedores que regalaban bebidas energéticas o palomitas de sabores, se podía disfrutar de los vehículos clásicos expuestos, o de cómo una artista recreaba en un óleo a los protagonistas de la película al estilo Pop-Art mientras la plantilla del catering te invitaba a engordar con bandejas en constante movimiento de comida y bebida. También estaba la alternativa de comprar la comida rápida de los food trucks o un batido en el Diner al más puro estilo americano. Tamara Istambul y Cristina Puerta, las dos socias fundadoras, destacan el factor alimentario que han querido aportar: "Queremos fomentar mucho la parte gastronómica. Hemos traído un auténtico diner americano como los que vemos en las películas, tenemos food trucks que darán mayor variedad todavía, y seguimos teniendo ideas que por el momento no revelaremos", explica Tamara.

Coche y Diner

Cuando se aproximaba la hora de proyección de la película, Tamara Istambul y Cristina Puerta dieron las gracias a todos los asistentes, que en el plano más personal deseaban suerte a las dos emprendedoras que toman la decisión de embarcarse en un proyecto tan ambicioso. "La idea surgió porque somos cuatro amigos, cuatro socios, que teníamos el sueño en común de montar una empresa propia. Queríamos buscar algo diferente e innovador. Pasamos mucho tiempo pensando qué montar hasta que surgió la idea del autocine. Desde aquel momento luchamos sin parar para llevarlo a cabo", dijo Tamara Istambul. El entorno más cercano de las socias se tomó con escepticismo la idea, tal y como explica Cristina Puerta: "Todo el mundo nos dijo que estábamos locas. Incluso en el ayuntamiento, la primera vez que fuimos nos dijeron que era algo imposible, pero eso fue para nosotras una palabra mágica. No cesamos y fue difícil pero ahora aquí estamos". Ciertamente, las operaciones urbanísticas de Ana Botella les impedían salir adelante, pero la nueva administración, que tumbó la "Operación Chamartín", les dio luz verde al proyecto tras un lento y largo período burocrático.

Cuando cae la noche y llega el momento de 'Grease', toca seguir el procedimiento. Se apagan las luces, entramos en nuestros respectivos vehículos, y frente a la pantalla de generosas dimensiones, buscamos en nuestra radio del coche la frecuencia por la que se emite la banda sonora. Tras sintonizar nos encontramos con una sincronización idónea y una sorprendente calidad de sonido; la experiencia e inmersión en la película fue absoluta. Era fácil sentirse un coche más en el autocine en el que Sandy y Danny compartían tan buenos y malos momentos. ¿Pero será ese el único estilo de cine que proyectarán? Ni mucho menos, y así lo explica Istambul: "Queremos combinar estrenos y clásicos. No queremos encasillarnos en una programación. Por ejemplo, la primera semana tenemos 'Grease' y la segunda estrenamos 'Logan', aunque ya tenemos agotadas las entradas de la primera semana".

Diner

Un sueño cinéfilo

De este modo, nos encontramos con una nueva forma de ver cine en Madrid que por el momento ha creado una expectación capaz de ocupar más de trescientas plazas de parking durante siete días. Por ahora parece un éxito, aunque todo cinéfilo sabe los riesgos económicos del cine hoy en día: "Vimos muchísimos riesgos, pero no nos gusta lo fácil", admitió Istambul, a lo que añadió Cristina: "Tampoco estamos ante cine convencional", remarcando el lado más innovador del proyecto.

Habrá que esperar para ver si el público responde de la misma manera en el futuro, pero ellas admiten con entusiasmo el mutuo deseo de que su autocine acabe siendo una referencia para el ocio en Madrid: prácticamente, al unísono, se reafirmaron diciendo "estamos seguras de ello". Es hora de sacar los descapotables. Quien tenga.