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CRÍTICA

'La comunidad de los corazones rotos': Relaciones vecinales

Samuel Benchetrit dirige 'La comunidad de los corazones rotos', comedia protagonizada por Isabelle Huppert, Valeria Bruni Tedeschi y Michael Pitt. Nominada a los Premios César 2015 al mejor guion adaptado.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 10 de Marzo 2017 | 16:58
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Sin duda, la nominación de Isabelle Huppert al Oscar por 'Elle' ha podido beneficiar, en términos de publicidad, a 'La comunidad de los corazones rotos', quinto largometraje dirigido por Samuel Benchetrit y basada en parte de su trilogía autobiográfica 'Crónica de un asfalto', llega a la cartelera española dos años después de su estreno original francés. Nominada al César al mejor guion adaptado, el filme está protagonizado también por Valeria Bruni Tedeschi, Gustave Kervern, Michael Pitt y Jules Benchetrit.

La comunidad de los corazones rotos

En una comunidad de vecinos de una vivienda de un barrio del extrarradio de una ciudad francesa vive un grupo de personas de clase obrera. El ascensor del bloque de apartamentos se ha estropeado y todos deciden pagar una derrama para poner un ascensor nuevo, todos salvo el hombre que vive en el primero, que dice que nunca lo va a usar. La película ahondará en tres historias de este edificio, una la del tacaño que no quiso pagar y que, por avatares del destino, se verá obligado a utilizar el ascensor a escondidas; otra la de un chico adolescente que entabla una amistad con una famosa actriz madura y otra la de un astronauta que acaba conviviendo con una señora de origen argelino que tiene a su hijo en prisión.

Conexiones con la vida

Basada en historias de su trilogía 'Crónica de un asfalto', de la que en España sólo se ha publicado la primera novela, el cineasta, que también escribe el guion, obvia la parte personal para centrarse en la vida de la comunidad de vecinos. A diferencia de una clásica película feel-good o de drama social, 'La comunidad de los corazones rotos' apuesta por un estilo más austero y frío que, en lugar de distanciarse del público, hará que sus historias sobre la soledad sean más cercanas debido a que se aleja de sentimentalismos absurdos.

La comunidad de los corazones rotos

También es cierto que su toque surrealista, que la acerca a películas del sueco Roy Andersson como 'Canciones del segundo piso' o 'Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia'. No obstante, sus personajes resultan menos absurdos, lo que hace que tengan tramas más digeribles en la que se percibe una propuesta en la que se habla de la soledad, la elegida y la que da el destino, como también de una humanidad potente que puede otorgar sociabilizar con alguien.

Sentimientos contenidos

El cineasta acierta en no mezclar ninguna de la historias, manteniendo como nexo de unión el edificio y un extraño sonido que cada personaje interpreta de una forma. También es verdad que su reparto está espléndido, con una Isabelle Huppert magnífica, con escena recitando a la Agripina de la obra de teatro de Racine; como también una espléndida Valeria Bruni Tedeschi, con un personaje con un toque dramático. Junto a ellas unos correctos Gustave Kervern y Michael Pitt. Nota aparte para Jules Benchetrit, hijo del director, que defiende muy bien su primer papel protagonista.

La comunidad de los corazones rotos

Todo ello hace de 'La comunidad de los corazones rotos' una extraña propuesta. Contenida pero llena de emociones, es la versión coral de 'Corazón gigante' del islandés Dagur Kári. Llena de sentimiento, ofrece una luz de esperanza a aquellas almas solitarias. Maravillosa.

Nota: 8

Lo mejor: Haberse rodado en un formato 1:33, Isabelle Huppert y Valeria Bruni Tedeschi.

Lo peor: Es fría, lo que hará que aquel espectador que busque una cinta feel-good se eche para atrás.