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CRÍTICA

'El balcón de las mujeres': Tímida rebelión femenina

Shlomit Nehama y Emil Ben-Shimon dirigen 'El balcón de las mujeres', amable comedia costumbrista con cierta reivindicación feminista dentro del ámbito religioso ortodoxo judío.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 17 de Marzo 2017 | 16:01
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Afortunadamente, cada vez es más habitual que llegue cine israelí que narre situaciones propias que no tengan que estar relacionadas con el conflicto con Palestina. Con una mirada amable, llega 'El balcón de las mujeres', un filme con cierta reivindicación feminista en el ámbito religioso, poco visto en el cine en tono de comedia costumbrista.

El balcón de las mujeres

En una zona ortodoxa de Jerusalén, una comunidad ve, con horror, como el balcón en el que las mujeres se situaban en la sinagoga durante los oficios se desmorona en plena celebración de un Bar Mitzvah. Con varias heridas, entre ellas la esposa del rabino, la comunidad verá cómo se han quedado sin templo. Desesperados por la situación, aceptan la ayuda del joven David, un rabino sin sinagoga que tiene un buen número de chicos jóvenes que siguen sus enseñanzas. La reconstrucción de la sinagoga comienza, sin embargo, no hay planes para volver a construir el balcón, lo que provocará una rebelión de todas las mujeres de la comunidad.

Feminismo y religión

El tema es interesante al mostrar cómo se vive en una comunidad de judíos ortodoxos en plena Jerusalén. Hecha con una amabilidad propia de la comedia costumbrista, el filme acierta al evidenciar cómo las nuevas generaciones se están volviendo más extremistas. La llegada de David hará que el machismo, aparentemente dormido, surja con fuerza sugiriendo a las mujeres que deben taparse y cubrirse su cabello. En ese sentido, la cinta denuncia cómo, con sutileza, el extremismo religioso entra en una comunidad pacífica y con un estilo de vida medianamente moderno. No entra con imposiciones iniciales sino con sonrisas y manipulaciones verbales.

El balcón de las mujeres

De ahí que la unión de las mujeres sea el principal fuerte de la cinta, en la que se puede ver que es posible que coexistan fe y progreso. De hecho, esa unión se va gestando de manera directa y comprometida, dejando escenas con manifestaciones y algún que otro guiño a grupos feministas.

No sólo eso, el filme también habla del conflicto sobre el entendimiento del judaísmo entre sefardíes y askenazíes, algo que en Israel está muy presente pero que es desconocido para buena parte de la población mundial. Mientras que los descendientes de sefardíes son más pragmáticos y abiertos, acorde a un carácter mediterráneo reconocible para el público español; a los askenazíes, que fueron los colonos iniciales de Israel y que son buena parte de la población, que se rigen más por la palabra de las sagradas escrituras.

Amable, cordial y condescendiente

Sin embargo, cuando la película debe dar golpe definitivo, aquel que reivindica el papel de la mujer y la empodera, es cuando decae, cuando los directores dan un paso atrás y crean una resolución demasiado condescendiente con esa feroz crítica que ha hecho inicialmente, provocando que la película no llegue a estar a la altura de propuestas como 'Llenar el vacío' o 'Villa Touma'.

El balcón de las mujeres

Pese a no ser lo suficientemente crítica con lo que expone, 'El balcón de las mujeres' funcionará gracias a que es una comedia amable con cierto tono de protesta. Convencerá por unos personajes que funcionan y unas situaciones que darán lugar a la risa y que harán que se vengan a la mente filmes similares como 'Si Dios quiere' o 'Ghadi'. Ideal para conocer una cultura diferente pero sin profundizar demasiado.

Nota: 6

Lo mejor: Sus personajes femeninos, fuertes, decididos y empoderados.

Lo peor: Su final, que es demasiado condescendiente.

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