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CRÍTICA

'Kalo Pothi, un pueblo de Nepal': La fuerza de la amistad

Min Bahadur Bham dirige 'Kalo Pothi, un pueblo de Nepal', presentada en la Semana Internacional de la Crítica de la 72ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 21 de Abril 2017 | 17:53
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Es una grata sorpresa que a salas comerciales españolas lleguen filmes de nacionalidades tan distintas como pueden ser películas de Nepal. Siguiendo la estela de películas como 'Sutak, nómadas del viento', 'Difret' o 'Blanka', llega 'Kalo Pothi, un pueblo de Nepal', dirigida por Min Bahadur Bham y elegida por Nepal para representa al país en la 89ª edición de los Premios Oscar, además de convertirse en el primer filme de esta nacionalidad en ser mostrado en la Semana de la Crítica del Festival de Venecia.

Kalo Pothi, un pueblo de Nepal

La Guerra Civil en Nepal duró diez años, en 1996 y 2006 la guerrilla maoísta se enfrentó al ejército, que defendía los intereses de la monarquía. En medio de esto, un pequeño pueblo, muy alejado de Katmandú, sobrevive como puede a las consecuencias del enfrentamiento bélico, que se ha alargado debido a las constantes treguas. En ese pueblo viven Kiran y Prakash, dos niños que son amigos pese pertenecer a dos castas completamente distintas. Mientras que Kiran es nieto del jefe de la aldea, Prakash es hijo de sirvientes, por tanto, intocable. Ambos cuidarán juntos de una gallina. Con la llegada del rey a la comarca, los niños ocultarán al ave con el fin de evitar que la arrebaten y acabe como plato para el invitado. Tras teñirla de negro, la gallina escapa, provocando que los niños se unan para poder encontrarla.

La historia propia de un director

Realmente, lo que hace de 'Kalo Pothi', cuyo significado es 'La gallina negra', una pequeña joya es su sencillez. Gracias al apoyo de instituciones públicas cinematográficas de Alemania y Francia, el cineasta nepalí Min Bahadur Bham narra una historia que podría considerarse personal, puesto que el realizador vivió padeció de niño los horrores de la guerra. Debido a ello, Bham obvia cualquier tipo de dramatismo impostado, centrándose en un cine cercano al neorrealismo. De hecho, su apuesta por contarlo desde la perspectiva de la infancia ya es de por sí perturbador.

Kalo Pothi, un pueblo de Nepal

Aparte de ello, 'Kalo Pothi' radica su fuerza en su potente mensaje antibelicista y ese recorrido de los niños en busca de la gallina, en el que Bham, junto con el guionista Abinash Bikram Shah, aprovecha para mostrar las terribles consecuencias del enfrentamiento bélico. Eso sí, se está ante una fábula, lo que provoca que la película transmita cierta sensación de esperanza, lo que invita a pensar que, pese vivir una guerra, la vida lucha por seguir respirando.

Magnífico acercamiento a la sociedad y la historia más reciente de Nepal

Dicho esto, 'Kalo Pothi' funciona también excelentemente como retrato antropológico de una sociedad, de un momento histórico, de un país. Además, cabe resaltar que el hecho de que cuiden a la gallina no es precisamente una actitud infantil, no se trata de una mascota, sino de una fuente de supervivencia, al ser una gallina ponedora de huevos. En ese sentido, la cinta recuerda a películas como 'Las tortugas también vuelan', 'La pizarra', incluso a la magnífica 'Osama'.

Kalo Pothi, un pueblo de Nepal

Más potente que la citada 'Blanka', 'Kalo Pothi' es un estupendo y real acercamiento a la historia y vida de Nepal, además de ayudar a entender que se siguen viviendo las consecuencias de tal enfrentamiento, no hay que olvidar que la guerra terminó en 2006, hace apenas 11 años. Magnífico debut de un cineasta muy personal.

Nota: 8

Lo mejor: Su sentido antropológico y la búsqueda de la gallina.

Lo peor: Aunque tiene un potente mensaje antibelicista, no se atreve a criticar abiertamente a ningún bando.