De 'Los diarios del ron' a 'Catwoman': 10 películas que casi hunden la carrera profesional de sus protagonistas

Dos años después de protagonizar una de las grandes triunfadoras de la historia de los premios Oscar, 'El paciente inglés', Ralph Fiennes decidió ponerse al frente, con la inestimable ayuda de Uma Thurman, de la adaptación cinematográfica de 'Los vengadores', una de las series más famosas y queridas de la década de los sesenta. Lo sentimos, nada que ver con Hulk, Capitán América y compañía.

Una película, dirigida por Jeremiah S. Chechik, en la que también participaba un Sean Connery que pocas veces ha aparentado sentir tanta vergüenza de estar en pantalla como en esta ocasión. El resultado, conviene ser contundente, fue una de las cintas de acción más tristes y ridículas de la década de los 90. Un trabajo que estuvo a punto de hundir la carrera de un Fiennes que decidió alejarse por completo de las superproducciones coloridas y 'divertidas' del Hollywood más palomitero para volver a esos dramas románticos donde siempre se ha sentido tan cómodo. Buena decisión.

Empecemos por los datos: 20 millones de dólares. ¿El presupuesto total de 'Un loco a domicilio'? Revisando el aspecto de la película, podría ser, pero no, hablamos de, nada más y nada menos, que el dinero que se embolsó Jim Carrey por protagonizar la segunda película de Ben Stiller como director. El sueldo, una barbaridad que acaparó titulares en 1996, terminó en un puesto secundario tras observar como la taquilla ignoraba por completo la unión de dos de los cómicos más queridos de Hollywood. Por desgracia, la película tampoco ayudaba demasiado.

Comedia con exceso de humor negro, drama intimista sobre la soledad, reflejo de una enfermedad mental convertida en película de terror, 'Un loco a domicilio' jugaba a ser demasiadas cosas para, al final, terminar siendo un one man show de Carrey. Es decir, la más previsible de todas las opciones. El actor, consciente de que no podía poner en juego una carrera que, en aquellos momentos, estaba en el punto justo que sus detractores deseaban, se lanzó de inmediato a otro proyecto, 'Mentiroso compulsivo', que le volvió a situar en la cima. Rápido y eficaz.

Adelante, podéis escoger a cualquier de los tres intérpretes que ilustran este texto para señalar quien estuvo a punto de lanzar su carrera por la borda. Efectivamente, dos de ellos lo hicieron, así que solamente podemos salvar a George Clooney para justificar el 'casi'. Y es que, ni siquiera aquellos que se llevaron las manos a la cabeza con la infravalorada y muy disfrutable 'Batman Forever', podían esperar un desastre de las dimensiones de 'Batman y Robin', con diferencia, la peor adaptación cinematográfica que jamás haya protagonizado el héroe de Gotham.

Clooney, recogiendo el testigo de Michael Keaton y Val Kilmer, no debió leer el guión escrito por Akiva Goldsman y decidió colocarse el traje del hombre murciélago, pezones incluidos, para protagonizar este esperpento que dejó a Alicia Silverstone y Chris O'Donnell, sin opción a la resurrección. Clooney, por su parte, reactivó su carrera a las órdenes de Terrence Malick y Steven Soderbergh, su salvador definitivo. Los años no han dejado duda alguna. Hay estrellas imbatibles.

Dos años después del Oscar, el infierno. Halle Berry, flamante ganadora de la estatuilla a Mejor Actriz por su impactante interpretación en 'Monster's Ball', rompió pronósticos aquella madrugada y, al mismo tiempo, comenzó una nueva fase de su carrera que tocó el fondo absoluto con esta incomprensible adaptación cinematográfica de uno de los personajes con mayor potencial del catálogo DC Cómics.

Antes de su estreno, 'Catwoman' parecía la película idónea para que Berry combinara su reciente condición de actriz respetada por la industria con una faceta comercial marcada por el éxito masivo. Días después de su estreno, la cuestión pasó a ser si sería capaz de reactivar su carrera profesional. La respuesta, 13 años después, sigue siendo no. Pero seguimos confiando en Berry, maldita sea.

'Jim Caviezel, vetado en Hollywood'. La noticia saltaba en 2011, siete años después de que 'La pasión de Cristo' se convirtiera en un taquillazo tan espectacular como inesperado, confirmando además a Mel Gibson como un director grande, inmenso, poseedor de una personalidad arrebatadora y fascinante. Sin embargo, en medio de todo el triunfo, el actor protagonista de la cinta, Caviezel, se convirtió en una víctima.

La industria, implacable, no terminó de tomarse del todo bien su exceso de pasión a la hora de hablar de temas religiosos y le castigó con el insoportable peso de la indiferencia. De esta forma, lo que empezó con un actor convenciendo a su director para llevar a cabo un proyecto de apariencia suicida, terminó convertido en una tortura profesional. El tiempo, afortunadamente, le ha permitido a Caviezel la oportunidad de encontrar una nueva vía en la pequeña pantalla, con esporádicos personajes secundarios en algún que otro éxito comercial en cine. Gracias a Dios.

La incombustible saga de 'Fast & Furious' no siempre estuvo al lado de su protagonista, Vin Diesel, para mantener sus cuentas en perfecto estado. Tras sorprender a la crítica con su mejor interpretación hasta la fecha, con diferencia, en 'Declaradme culpable' y participar con un cameo en 'A todo gas: Tokyo Race', el actor decidió protagonizar un blockbuster con algo más de enjundia y complejidad dramática. Buenas intenciones. Terribles consecuencias.

El resultado, 'Babylon', se mantiene como el fracaso comercial más inesperado de toda su carrera, algo comprensible cuando hablamos de una de las películas de acción y ciencia ficción más aburrida de la pasada década. Diesel, poco amigo de los riesgos, decidió que era hora de volver a conducir bajo el nombre de Toretto. Es más que evidente que acertó por completo.

¿Qué demonios hace el protagonista de 'Jungla de cristal', 'El gran halcón' o 'El último Boy Scout' metido en este thriller erótico aburrido y carente de pasión alguna? Desconocemos la respuesta, pero estamos seguros de que 'El color de la noche' no está entre los trabajos predilectos de su protagonista, un Bruce Willis que se mostraba completamente fuera de lugar, perdido en mitad de la nada absoluta. Su carrera, hasta ese momento más que envidiable, caía de lleno a los pies del naufragio. ¿Tardó mucho en salvarla? Bueno, un año más tarde estrenó 'Pulp Fiction'. Hemos visto resurrecciones peores.

Si alguna vez pensáis que estáis teniendo un mal año, tranquilos, echadle un vistazo al 2007 de Ben Affleck. Y es que, en 365 días, el actor y director estrenó, atención, 'Paycheck', 'Daredevil' y 'Una relación peligrosa'. Guau. Cualquiera de estas películas nos podría haber servido para situar la carrera de Affleck en un punto muerto irreparable, pero nos quedamos con la última de ellas, una comedia romántica más cercana al reportaje de bodas de una pareja, firmada por contrato, que a una historia con presentación, nudo y desenlace.

Una propuesta terrible cuyo único mérito ha sido envejecer aún peor. Y era muy complicado. El tiempo, sin embargo, ha otorgado a Affleck un inesperado respeto por parte de la crítica y público. Hasta los Oscar le han perdonado aquel 2007.

Todo empezó a torcerse en serio para Johnny Depp con 'The Tourist', una de las comedias, según los Globos de Oro, más estúpidas de los últimos años. Afortunadamente, ese mismo año, 2010, el actor estrenaba 'Alicia en el País de las Maravillas', uno de los mayores éxitos comerciales de su carrera y la confirmación total de que Disney y Burton siempre estarán ahí para salvar sus finanzas. Sin embargo, lejos de tranquilizarse con el triunfo y meditar sus próximos proyectos, Depp recibió 2011 con la peor película de la saga de los Piratas del Caribe, 'En mareas misteriosas', y uno de los fracasos más tremendos de su trayectoria, 'Los diarios del ron'.

Pese a que esta adaptación de la novela de Hunter S. Thompson tiene más calidad que muchos de sus estrenos posteriores, Depp tuvo que observar como la crítica se mantenía en un término medio, ni frío ni calor, mientras que los espectadores, básicamente, jamás le prestaron atención. Sencillamente, no existió para la taquilla. Desde entonces, el actor está más presente por sus polémicas que por sus interpretaciones. Por si acaso, él ya se ha puesto otra vez el sombrero de Sparrow. No hay tiempo que perder.

Si observáis con atención este especial, podréis observar que Uma Thurman está presente en tres de las diez películas que han estado cerca de hundir la carrera de su protagonista. Sin embargo, su papel en 'Los vengadores' y 'Batman y Robin' es mucho más secundario, especialmente en la segunda de ellas, que su personaje de 'Mi super ex novia', de primeras, una película con uno de los peores títulos de la historia. Y es una traducción literal de su original. Tremendo.

La cosa no mejora si nos centramos en su valor cinematográfico, ni mucho menos. Thurman, que parecía haber recuperado todo su estatus tras la excelsa dupla formada por 'Kill Bill Vol. 1' y 'Kill Bill Vol. 2', rozó el abismo con 'Secretos compartidos' y 'Be Cool', para terminar abrazado a él con esta comedia romántica de argumento tan absurdo que hay que verlo para creerlo. Ella, por su parte, tampoco trata de mejorar demasiado la situación, cayendo en el histrionismo más desesperante escena tras escena. Desde entonces, su carrera tampoco ha despegado demasiado pero, oye, al menos sigue protagonizando películas. Ya es un avance, porque 'Mi super ex-novia' no lo es.