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CRÍTICA

'Guardián y verdugo': El ciclo de la matanza

Steve Coogan y Andrea Riseborough protagonizan este drama sudafricano, ya en cines.

Por Ana Bravo Díaz 14 de Mayo 2017 | 13:25

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El viernes 12 de mayo se estrenaba por fin, tras haber sufrido diversos cambios en la fecha de su estreno, el film 'Guardian y verdugo' de Oliver Schmitz (primer largometraje de proyección internacional para este director) protagonizado por Steve Coogan, Andrea Riseborough y Garion Dowds, que recibió el Premio del público en el Festival de Berlín en 2016.

'Guardián y verdugo'

La historia, que adapta la novela de Chris Marnewick (un abogado defensor sudafricano de reos condenados a muerte), es, sin lugar a dudas, un alegato en contra de la pena capital. Y así nos lo hace ver durante todo el film, donde se nos lleva casi de la mano por la historia que desea sernos contada: lo que el oficio de matar le puede hacer a gente corriente. El film cuenta la historia (inspirada en hechos reales) de un caso muy mediático que se dio en la ciudad de Pretoria, Sudáfrica en 1987: un encargado de prisiones asesinó a bocajarro a 7 hombres, aparentemente sin motivo.

Steve Coogan como John Weber

No le pidas a un hombre que sea guardián y verdugo, dice John Weber (el abogado protagonista), porque es una exigencia esquizoide que puede llevar a la oscuridad, a lo inhumano, a rozar los límites de las personas aunque matar sea su trabajo. Así, podemos encontrarnos a un hombre de fe, casi un niño, verdaderamente trastornado por lo que ha tenido que llevar a cabo en su trabajo.

Quizá haya que añadir que el film es un poco blanco a la hora de hacernos entender esto, y que se advierte como mero mecanismo para la no menos importante reflexión moral que nos transmite.

El ciclo de la matanza siempre trae muerte

Andrea Riseborough como la fiscal Marais

La película intenta hacernos ver, de una manera bien ejecutada, un guión claro y unas buenas interpretaciones cómo el ciclo de la matanza siempre trae muerte, de un lado o de otro, y en lo que convierte a la gente.

Debe destacarse que el film resulta efectivo en cuanto a fondo y forma, pues si el tema nos queda claro y nos llega, la recreación de las escenas de las ejecuciones y todo su proceso nos permite entender un poco más lo mecánico, sencillo y retorcido del proceso de matar a hombres de manera legal, y lo que puede llegar a hacer eso en la gente corriente.

Nota: 7

Lo mejor: La reflexión moral contra la pena de muerte y dar a conocer una parte de la historia de Sudáfrica menos conocida.

Lo peor: Que los trucos de guion se noten a la hora de hacernos ver lo que matar puede hacer en dos guardianes y verdugos distintos.

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