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CRÍTICA

'Capitán Calzoncillos, su primer peliculón': Espíritu de niño

David Soren dirige 'Capitán Calzoncillos, su primer películón', producida por DreamWorks, creadores de éxitos como 'Los Croods' o 'Cómo entrenar a tu dragón 2'. El estudio vuelve al cine tras 'El bebé jefazo'.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 9 de Junio 2017 | 09:42
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Tras una temporada irregular, DreamWorks parece levantar cabeza. Primero ha sido el éxito de taquilla de 'El bebé jefazo', que ha devuelto la esperanza al estudio de recuperar su puesto entre los grandes de animación. Ahora llega 'Capitán Calzoncillos, su primer peliculón', basada en las novelas para niños homónimas de Dav Pilkey y que trae un aire fresco y renovado al concepto del cine de superhéroes.

Capitán Calzoncillos

Jorge Betanzos y Berto Henares van a la misma clase en la escuela de primaria. Se conocen desde el parvulario y, desde entonces, se han convertido en colegas inseparables. Ambos tienen una misma afición: escribir cómics. De hecho, los dos han creado al superhéroe definitivo, el Capitán Calzoncillos, un justiciero que salva al mundo en ropa interior. Un día, el director de la escuela, el cascarrabias Sr. Knupp, les pilla haciendo una travesura y decide castigarlos separándoles de clase. Desesperados, hipnotizan accidentalmente al director, provocando que éste se crea el Capitán Calzoncillos, lo que provocará más de un dolor de cabeza a los chicos. Sin embargo, lo peor será cuando llegue al colegio el nuevo profesor de química, un malvado científico que quiere eliminar las risas en todo el mundo.

La caricatura y la risa hecha para los niños

El, hasta el momento, filme más económico del estudio, sólo ha costado 38 millones de dólares, sorprende con una animación cercana a la caricatura y que recuerda al estilo de dibujo de 'Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts', sobre todo por tener unos protagonistas dibujos de manera bastante simple, que evocan a ese estilo de animación. Más allá de ello, 'Capitán Calzoncillos' se convierte en una cinta que rompe con los conceptos clásicos sobre el cine de superhéroes, aquellos elementos que han hechos a las películas de Marvel o DC Comics rentables, para mostrar el lado más infantil y también creativo.

Capitán Calzoncillos

Porque, durante su primer tramo, la película se convierte en aquella mirada infantil llena de ilusiones y algo ingenua, propia de los niños. De hecho, al inicio sorprende esa afinidad con su público, al que parece comprender perfectamente. También se muestra un proceso creativo interesante, en el que el superhéroe no es el protagonista, sino sus creadores. También hay un ligero toque de atención en la educación que se imparte, impersonal y que castiga cualquier atisbo de singularidad.

Una película puesta con la mirada infantil

Sin embargo, con la llegada del Capitán Calzoncillos, la película da un giro radical que funciona a medias. La cinta continúa queriendo apostar por ese mensaje a favor de la diversión y la particularidad durante la infancia pero lo entremezcla con la clásica historia de superhéroes en el que el malo quiere "dominar el mundo" y el bueno "salva el día". A eso se suma una cantidad, algo excesiva, de chistes y gags escatológicos, que pueden ser propios de la edad, pero que repetidos de manera casi constante, provocan que dejen de surtir efecto en el último trazo de la película.

Capitán Calzoncillos

Divertida, ingenua pero, sobre todo, alocada y caótica, 'Capitán Calzoncillos' está por encima de 'Trolls' y la reciente 'El bebé jefazo' al ser una propuesta fresca y diferente. Pese al caos en el que acaba desembocan, la cinta es una propuesta optimista, positiva, llena de energía e ideal para su público, haciendo de ella una película llena de acción en la que no hay espacio para el bostezo. Frenética y divertida.

Nota: 7

Lo mejor: Visualmente es una delicia, su apuesta por la verdadera amistad y la creatividad como forma de expresión.

Lo peor: Acaba yéndose de las manos la trama, que se convierte en un auténtico delirio.