En 1971 Stanley Kubrick estrenaba su décimo largometraje, un film envuelto en polémica desde que fue concebido, debido al alto contenido en violencia que en el se mostraba. El realizador, conocedor de que los censores se podrían jactar con 'La naranja mecánica', llegó a autocensurarse para que ésta pudiera verse en el mayor número de cines posibles.
Basada en la novela homónima publicada por Anthony Burgess en 1962, se ha considerado como uno de los grandes ejemplos de literatura británica con carácter distópico, en la línea de Aldous Huxley y 'Un mundo feliz' o George Orwell y '1984'.
Alex y sus durgos
Burgess llegó a inventar un idioma, el nadsat, una especie de jerga utilizada por los protagonistas de la historia, la cual tomaba elementos del ruso y otras lenguas eslavas, entre cuyos vocablos encontramos "durgo" (que quiere decir "amigo"). La novela, en sus ediciones a partir de 1972, contenía un glosario de nadsat para que el lector no se dejase nada por el camino.
Para adaptar la historia, Kubrick se basó en la edición americana, la cual no contenía el último capítulo escrito por Burgess (sí presente en la edición inglesa), y que terminaba con el personaje de Alex redimiéndose y arrepintiéndose de todos sus hechos del pasado. Sin embargo, lo que contó el director estuvo en sintonía con lo que el escritor había ideado.
En un futuro próximo, el joven Alex (a quien interpretó un magnífico Malcolm McDowell), jefe de una banda, se desvive por desatar la violencia por las calles de Inglaterra y por la música de Beethoven. Tras haber cometido un asesinato, será internado en un centro en el que se le aplicará el tratamiento Ludovico, una revolucionaria técnica que corregirá su comportamiento.
Repasamos en el presente especial uno de los grandes títulos de culto de un director de culto de la talla de Kubrick.
Curiosidades de 'La naranja mecánica'
McDowell al 100%
Malcolm McDowell siempre será recordado por su rol de Alex, el protagonista de 'La naranja mecánica', título en el que el actor se entregó al completo y con el que llegó a sufrir de lo lindo.
Cuentan que McDowell tuvo fisuras en las costillas durante el momento en el que golpean a su personaje, y que debido a la escena en la que es sometido al tratamiento de Ludovico, sufrió un fuerte daño en sus córneas que estuvo a punto de hacerle perder la visión por un tiempo. Con el paso de los años, el actor recordó a Stanley Kubrick como uno de los mayores tiranos con los que se había cruzado en toda su carrera.
Bethoven y la simbología
'La naranja mecánica' contiene muchísima simbología y constantes guiños a Beethoven.
Además de las referencias fálicas (totalmente explícitas), contiene una directa hacia el Génesis en el momento en el que Alex (Malcolm McDowell, que sentía miedo hacia las serpientes), en su habitación, pone a su mascota, la serpiente Basil, junto a la pintura de una mujer que claramente hace referencia a Eva y el pecado original.
En lo que a la figura del músico se refiere, el centro médico y la terapia se llaman Ludovico (Ludwig, como el nombre de pila del artista). Además de en la imagen de la habitación, el rostro de Beethoven aparece en forma de busto, utilizado por la mujer que decide defenderse de Alex.
Evidentemente, no podía faltar que se escuchase la 9ª Sinfonía.
Pandilleros
Por todos es sabido que aquello de adaptar novelas, Stanley Kubrick era algo que se pasaba por el arco el triunfo en cuanto a la similitud con el trabajo original.
Sin ir más lejos, el realizador había llegado a plantear a los protagonistas de 'La naranja mecánica' de las más diversas de las maneras: desde cambiarles el sexo a convertirlos en ancianos anti-sistema.
Finalmente, e inspirándose en unos pandilleros reales que había visto por las calles de Londres, optó porque los durgos fuesen hombres y se inspiró en la forma de vestir de los pandilleros reales para que se llevasen a cabo las vestimentas de los actores.
La leche
Korova es el nombre del bar al que Alex, Dim, Georgie y Pete acuden para tomar leche. El término, proveniente del ruso, significa "vaca".
En la novela, Anthony Burgess utilizó el hecho de que los protagonistas bebiesen leche para así poder hacer una especie de mención directa a la inocencia que, en realidad, todos ellos conservan en el fondo.
Durante el rodaje de 'La naranja mecánica', Stanley Kubrick ordenó que los recipientes de leche se cambiasen cada par o tres de horas debido a que, a causa del calor emitido por los focos, ésta se cuajaba.
'Singing in the Rain'
En la escena en la que Alex (Malcolm McDowell) golpea a Mr. Alexander (Patrick Magee), canta el 'Singing in the Rain' que tan famoso hizo Gene Kelly en 'Cantando bajo la lluvia'.
Antes de comenzar a rodar la escena, Stanley Kubrick le dijo al actor que cantase lo primero que se le ocurriese. El director quedó tan contento con el resultado que compró los derechos de la canción por 10.000 dólares para poder incluir la escena en el montaje final.
La toma de las pestañas
Si algo se repetía en cada rodaje de Stanley Kubrick era precisamente eso: las repeticiones.
Daba igual lo cansado que estuviera el equipo o si ya se habían hecho decenas de tomas: cuando el genio se obcecaba con que algo no salía bien, había que repetirlo una y otra vez.
En el caso de 'La naranja mecánica', la secuencia que más veces se repitió fue esa en la que Alex se pone una pestaña postiza, la cual Malcolm McDowell tuvo que repetir hasta en 28 ocasiones.
El de Darth Vader y demás cameos
En 'La naranja mecánica' tenemos tres cameos memorables.
Uno de ellos, corresponde al del mismísimo Darth Vader, y es que aquel hombre cachas con gafas no es otro que David Prowse, quien en 1977 se convertiría en el villano galáctico por antonomasia.
Otro de los cameos corresponde al propio Kubrick, que aparece leyendo el periódico cuando Alex llega a la tienda de discos.
El tercero tiene el rostro de Roman Polanski, quien aparece siendo golpeado cuando Alex se pone a ver películas por primera vez.
Trágica inspiración
Una de las principales inspiraciones de Burgess para escribir la novela, fue la violación que sufrió su mujer en 1944 por parte de cuatro soldados americanos.
Habiéndose inspirado en tal brutal suceso, 'La naranja mecánica' sirvió, tras su estreno, como trágica inspiración en eventos posteriores. En 1972, un joven asesinó a golpes a un compañero de clase, estando vestido como el Alex de la película. Un año más tarde, en Alemania se reportó una violación en la que la víctima fue agredida mientras sus agresores cantaban el 'Singing in the Rain'.
Homenajes posteriores
En el 2001, White Zombie, la banda liderada por Rob Zombie, lanzaba el álbum 'The Sinister Urge', que incluía el single 'Never Gonna Stop (The Red, Red Kroovy)'.
El videoclip del tema en cuestión, donde también podemos ver a Sheri Moon Zombie, es un homenaje al título de Stanley Kubrick, algo que años más tarde repitieron las Nancys Rubias (la banda liderada por Mario Vaquerizo) en 'Me encanta', la única (y penosa) incursión de Alejandro Amenábar en el mundo del videoclip.
The Rolling Stones
Corría 1968 cuando Mick Jagger se puso en contacto con Anthony Burgess porque estaba absolutamente interesado en llevar a la gran pantalla la novela 'La naranja mecánica'.
El líder de The Rolling Stones quería interpretar a Alex, mientras que Keith Richards, Brian Jones, Cahrlie Watts y Bill Wyman serían sus compañeros. Burgess, temiéndose que su obra acabase siendo un esperpento, rechazó la proposición.
Obviamente, censurada
Como era de esperar, dado su alto contenido en violencia, 'La naranja mecánica' estuvo censurada en muchísimos países. Desde Australia a Francia, pasando por Alemania, Holanda, Japón, Chile, México y Argentina.
En otros tantos, directamente fue calificada X. Es el caso de Israel, Estados Unidos o Inglaterra, donde ni siquiera la autocensura por parte de Kubrick se libró de los censores, pues el realizador ya tenía en cuenta que su película causaría revuelo, estrenándose en su país natal sin censurar estando él ya muerto.
En otros lugares como Corea del Sur o Singapur, fue directamente prohibida.
Control absoluto
El control absoluto que Stanley Kubrick ejercía sobre sus películas, llegaba a alcanzar cotas que traspasaban el perfeccionismo (todos recordarán la polémica decisión del director al nombrar a Carlos Saura como director del doblaje en castellano para 'El resplandor', quien le puso la voz de Verónica Forqué a Shelley Duvall).
Para 'La naranja mecánica', y habiendo hecho un estudio de mercado previo sobre las costumbres de los espectadores y el tipo de películas que estos veían en los años previos al estreno del film, fue él en persona quien decidió en qué salas se estrenaría la película.
En un cine de Nueva York que, según se dice, tenía unas manchas de pintura blanca en las paredes, se encargó de contratar a unos pintores para que pintasen de negro la pared, ya que el color blanco reflejaba en la pantalla.
