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CRÍTICA

'Hasta los huesos': La anorexia bajo una nueva luz

La nueva película de Netflix retrata un grupo de adolescentes con trastornos alimenticios encabezado por Lily Collins.

Por Luisa Nicolás 14 de Julio 2017 | 15:40

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Con uno de sus éxitos más recientes, 'Por trece razones', Netflix se enfrentó a una dura controversia sobre la romantización del suicidio adolescente. Tras el estreno del primer tráiler de 'Hasta los huesos' las redes sociales se volcaron en un debate similar: ¿idealiza la nueva película de Lily Collins los trastornos de la alimentación? Definitivamente no es la intención de su directora y guionista, Marti Noxon, que ha volcado en su primer largometraje tras las cámaras su propia experiencia superando la anorexia.

Lily Collins en 'Hasta los huesos'

'Hasta los huesos' retrata la lucha de una joven para combatir la anorexia nerviosa. Cuando varios tratamientos fallan en ayudarla, Ellen (Collins) acudirá a un médico poco convencional interpretado por Keanu Reeves, que la hará convivir con otros jóvenes con diferentes desordenes relacionados con la comida. La película es el reflejo de una lucha personal, y no trata de abordar la enfermedad desde aspectos generales, siendo esa es su mayor virtud. La anorexia se trata de manera directa, sin excusas ni paternalismos; es irrelevante para la historia justificar qué llevó a Ellen a obsesionarse por adelgazar, no hay una causa social o ambiental explícita, porque 'Hasta los huesos' huye de buscar culpables y centra todos sus esfuerzos en dar visibilidad a una enfermedad que cada vez afecta a más jóvenes y parece haber estado siempre cubierta por un velo de vergüenza y condescendencia.

El tono, al contrario de otras producciones que han abordado el mismo tema desde el melodrama, no es solemne e integra inesperados toques humor como vía de escape, tanto para los personajes como para el espectador. Cual funambulista, Noxon trata de mantener el equilibrio entre la comedia y los complejos y oscuros aspectos de la enfermedad, arrojando una nueva luz sobre los TCA, controlando el riesgo de resultar frívolo. En una de las escenas más interesantes de la película, Ellen y Luke (Alex Sharp) salen a cenar a un restaurante chino donde empiezan a congeniar. La pareja ríe y se divierte, pero mientras Luke come, Ellen mastica para sentir los sabores y escupe en una servilleta antes de tragar. Una situación tan valiente como incómoda de observar, que ambos personajes asumen con una normalidad que señala que son capaces de tener momentos felices aunque esa felicidad no vaya a hacer desaparecer mágicamente sus problemas. 'Hasta los huesos' no ofrece respuestas o explicaciones, ni siquiera esperanza, pero consigue algo igual de importante: dota a sus personajes de una voz propia al margen de un trastorno que, en realidad, absorbe cada aspecto de su vida y de la que las personas de su alrededor no parecen ser capaces de ver más allá.

'Hasta los huesos'

Representar los trastornos alimenticios tiene una dificultad añadida a la de otras enfermedades mentales, y es que sus síntomas físicos son muy característicos y difíciles de fingir. Lily Collins ha hablado abiertamente de sus propios problemas con la comida, lo que no parece nada descabellado tratándose de una actriz joven en el punto de mira de un mundo que no tolera las imperfecciones. Aunque para ella ha supuesto un riesgo añadido, tanto físico como mental, la actriz ha perdido una cantidad significante de peso para representar fielmente a su personaje. Cuenta la directora que en la escena en la que a Ellen le toca pesarse y encarar una imagen de su cuerpo semidesnudo, a Collins se le mostró la fotografía real que acababan de tomarle y lo que vemos en pantalla es su reacción genuina, una mezcla de miedo, incredulidad y puede que asco. El esfuerzo de Collins se ve recompensado en una interpretación entregada y valiente, que dota de verosimilitud a toda la película.

Fotograma de 'Hasta los Huesos'

Arriesgada en tema y enfoque, visualmente 'Hasta los huesos', sin embargo, no va más allá de las convenciones del cine indie. Estamos ante una opera prima, pero Noxon lleva más de quince años en la industria del entretenimiento y controla el lenguaje audiovisual de la pequeña pantalla. Aunque no fue su intención a la hora de rodarla (Netflix adquirió sus derechos de distribución en el Festival de Sundance cuando ya estaba terminada) el acabado es el idóneo para ser consumido en la plataforma de streaming, pues aunque el ritmo es ágil y la realización más que correcta, la estética y la estructura narrativa se ponen siempre al servicio de la historia.

'Hasta lo huesos' es un retrato honesto de un problema del que no nos sentimos cómodos hablando. "Intenta ser buena, pero no demasiado buena, no perfecta" le dice a Ellen su madrastra (Carrie Preston), una frase que por cálida y torpe simboliza la forma en la que la sociedad no entiende la enfermedad.

Nota: 6

Lo mejor: Su sentido del humor y una entregada Lily Collins.

Lo peor: La empalagosa subtrama amorosa.