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CRÍTICA

'El último virrey de la India': Amores en el paraíso

Gurinder Chadha dirige 'El último virrey de la India', protagonizada por Hugh Bonneville y Gillian Anderson. Basada en hechos reales.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 21 de Julio 2017 | 13:22
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El cine británico es (casi) sinónimo de buen cine de época. De hecho, ha servido de escuela para el resto del cine europeo e, incluso, para el hollywoodiense. Sin embargo, el que lo "british" tenga una escenografía ideal no implica que lo muestre esté a la altura de tanto detalle. Quizás eso es lo que mejor describe a 'El último virrey de la India', la última película de la británica Gurinder Chadha.

El último virrey de la India

Año 1947, Lord Luis Mountbatten, bisnieto de la reina Victoria de Inglaterra, se convierte en el nuevo virrey de la India, sabe que su tiempo será breve, puesto que tiene el encargo de otorgarle la libertad a esta gran colonia. La cinta narra los últimos momentos del imperio británico en la India, así como los grandes tumultos que tuvo el subcontinente, en el que se hizo todo lo posible por evitar que se creasen dos países, como finalmente acabó ocurriendo. En medio, se muestra la relación conyugal del Lord con su esposa Edwina, a la par que se hace un símil con el amor prohibido entre dos criados de la mansión del virrey: Uno de origen punjabi y otra de religión musulmana.

Amor en los últimos tiempos coloniales

Siete años han pasado desde que Chadha dirigiese 'It's a Wonderful Afterlife', una comedia negra con asesinatos en serie a pretendientes de una joven india, Chadha da un paso más en su cine sobre las relaciones entre británicos e indios, como ya mostró en 'Bodas y prejuicios' y en su mejor película hasta el momento, 'Quiero ser como Beckham'. Sin embargo, lo que parecía ser su película definitiva, se convierte en una propuesta que acaba quedándose en tierra de nadie.

El último virrey de la India

Chadha, junto con los guionistas Paul Mayeda Berges y Moira Buffini, retratan con sumo detalle los últimos momentos de la colonia británica en la India. Sin embargo, ese cuidado en crear una buena película de época no se traslada a una interesante trama dramática. Es más, sus personajes parecen sacados de telefilmes alemanes como 'Esencia de amor', que narraba el amor imposible de una joven creadores de perfumes occidental y el hijo de un noble banquero indio. Y es ese guion tan predecible y telenovelesco lo que hace que los hechos históricos no logren verse de la manera que se merecen.

Gillian Anderson, lo mejor de la película

No es culpa de sus actores, Hugh Bonneville está correcto pero la que sobresale es Gillian Anderson, sino de unos diálogos carentes de interés históricos debido a una trama, el amor imposible del chico hindú y la chica musulmana, que elimina cualquier atisbo de credibilidad, pese a ser una película basada en hechos históricos reales. Sin duda, se queda lejos de 'Belle', la mirada de época de Amma Asante sobre el mestizaje y el racismo, al no saber cautivar con su hecho histórico y no mostrar la importancia, no sólo política, social de la época y traer una historia de amor tópica y con poco interés.

El último virrey de la India

Aunque haya escenas que sí logren traer esa decadencia colonial que debería estar en toda la película, 'El último virrey de la India' es un traspié en la carrera de la directora británica de origen indio. Mucho mejor la radiografía social que mostró en la ya lejana 'Quiero ser como Beckham'. Eso sí, la cinta gustará a ese público que quiera ver una novela rosa de época. En ese caso, es poco reprochable.

Nota: 5

Lo mejor: Gillian Anderson, es capaz de mantener el interés en la película ella sola.

Lo peor: Su historia de amor, predecible y propia de película alemana de sobremesa.