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CRÍTICA

'Capitán América: El primer Vengador', propaganda de ayer y de hoy

Joe Johnston presenta a Chris Evans con un nuevo personaje con mucho músculo y poca alma dentro de una gran caracterización de la época.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 3 de Agosto 2011 | 09:02
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Cuando escribí acerca de 'Linterna Verde' comenté cómo Marvel le estaba ganando la batalla a DC Comics (en cantidad al menos) sin ningún tipo de problema, debido en gran medida a que los personajes de la Casa de las Ideas cuentan con mayor carisma y variedad que la casa de Superman.

Capitan America El Primer Vengador

Una vez visto 'Capitán América: El Primer Vengador' he de retractarme de mis palabras. La fórmula mágica de Marvel para llegar más fácilmente al espectador no está en los matices de los personajes, que han perdido gran parte del alma en su paso de la página al fotograma, sino en una historia sencilla que todos captemos rápidamente y algún que otro pequeño detalle.

Desde que conocemos a Steve Rogers sabemos que es un chico enclenque que ha sufrido muchos abusos, y por tanto odia a los abusones. Su odio llega a tal punto que a los que más odia son los que se meten con todo su país, que no es ni pequeño ni enclenque, pero él no puede quedarse de brazos cruzados. Experimento científico de por medio, se convierte en un hombre fuerte por fuera, y por dentro. El héroe americano había nacido.

Su creación en el cómic tiene un sentido muy relacionado con el de la época, había que insuflar en la sociedad el patriotismo necesario para que amaran a su país por encima de todo y confiaran ciegamente en él. Qué mejor manera de hacerlo que transformar ese sentimiento en un superhéroe. Pero ya no estamos en la II Guerra Mundial, sino en la globalización.

Ello no quita que 'Capitán América' siga respondiendo como un producto propagandístico en plenas facultades. Ahonda en los valores más importantes de la sociedad "yankee" y a nosotros nos intenta dejar claro que la justicia es la suya y eso no ha cambiado. Mucho mensaje y poca autocrítica se deja ver en esta película que parece haberse quedado estancada en la época en la que transcurre.

La receta de Marvel no empieza en el argumento, que hemos visto no es un deleite de originalidad y que los fans del cómic se sabrán de memoria (eso sí, a simple vista una muy buena adaptación de la novela gráfica del Primer Vengador). Uno de los puntos fuertes son ciertos personajes que dan la casualidad que no son el protagonista.

El mal vuelve a eclipsar al bien

El villano es básico, y Marvel sabe crearlos bastante bien. Cráneo Rojo en este caso vuelve a mostrar lo magistral que es Hugo Weaving aunque normalmente se escude en gafas de sol, máscaras o maquillaje. Una de sus mejores actuaciones es precisamente en 'V de Vendetta' donde nunca le vemos la cara. Cada escena en la que aparece el líder de Hydra consigue aumentar el interés en la cinta, algo que no consigue Chris Evans.

El personaje de Steve Rogers recuerda mucho al de Chris Hemsworth en 'Thor', su más reciente comparación. A pesar de tener puntos de partida totalmente antagónicos, uno nace con poderes y los pierde y el otro pasa de débil a fuerte, no sirven más que para demostrar que para algo han servido las horas de gimnasio pero no pasarán por tener muchos registros interpretativos. Mientras que en los cómics estos héroes suelen tener una profundidad muy rica en matices, en las películas suelen acabar siendo muñecos de acción de carne y hueso que sólo sirven para pelear.

Es en las escenas de acción, cuando el héroe desembarca por fin en la guerra, donde la película alcanza el clímax y se convierte en una opción muy entretenida de cine de acción sin más aliciente que un escudo y algo de fuerza sobrehumana. Joe Johnston hace que la segunda mitad de la cinta, que parecía ser imposible de levantar con un comienzo tan increíblemente lento, merezca mucho la pena. Regresando al terreno de los personajes, ayuda mucho en estas escenas que no se tenga ningún problema en "asesinar" a uno de los principales, aunque nos hayamos encariñado con alguno le da ese punto de incertidumbre que puede salvar a un guión de resultar absolutamente predecible.

Capitan America el Primer Vengador
Tommy Lee Jones es otro de los alicientes para disfrutar de 'Capitán América: El Primer Vengador'. Las pocas escenas en las que aparece roba el protagonismo con ese papel de viejo cascarrabias que le queda como un guante, al igual que el de buenazo de Stanley Tucci pero que nos suena de la gran mayoría de películas que ha realizado (gracias a 'The lovely bones' sabemos que puede hacer personajes muy distintos de forma impresionante). Hayley Atwell no consigue despertar interés a pesar de no interpretar el papel de mujer objeto a los que nos tienen acostumbradas este tipo de historias. Sin embargo, su poco protagonismo en el hilo conductor y su ortopédica relación con Rogers no ayudan a crear un vínculo con su personaje.

Propaganda en el siglo XXI

Un aliciente más de la película es su gran ambientación de la época de la II Guerra Mundial. Si los millones de presupuesto que tienen los invierten en ello siempre estaré de acuerdo, y en este caso ayuda mucho a levantar toda la historia, con unos escenarios muy conseguidos y una estética cuidada de vestuario y maquillaje. Este detalle que alaba al equipo de atrezzo y demás departamentos técnicos suple ligeramente lo que no consiguieron en el guión, mantener la coherencia temporal e incluir un humor muy de nuestra era que saca de contexto toda una escena.

Los momentos finales que sirven como nexo de unión entre la aventura en solitario de Capitán América y su llegada a 'Los Vengadores' consigue ayudar a convencer a los que no lleven esperando por la cinta de Joss Whedon ya unos cuantos meses (a ellos ya les ha convencido desde que empezó la película), sin duda lo conseguirá con una escena final totalmente desconcertante que nos hace pedir a gritos más. Ese más lo veremos al finalizar los créditos, una gran manera de dejarnos con la miel en los labios hasta mayo del año que viene, y un nuevo alarde de propaganda, esta vez ya trasladada a las necesidades de hoy que son asegurarse el público dentro de unos meses.

En definitiva quedan varias cosas claras. Para variar no nos encontramos ante una cinta de superhéroes que se salga de los cánones. La trama y los personajes principales, salvo excepciones, no captarán nuestra atención, sino que serán las escenas de acción las que hacen que merezca la pena haber aguantado un comienzo totalmente aburrido y plano. Ese clímax de explosiones y disparos, unido a un gran final que nos deja con ganas de más hace que la reacción al salir de la sala sea muy positiva, pero que pasado el tiempo nos daremos cuenta de que no va a dejar poso en prácticamente nadie. Al menos los fans y los que busquen algo entretenido y básico lo encontrarán sin problema gracias al Primer Vengador.