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CRÍTICA

'Lo contrario al amor', fiel y dramática fotografía del miedo a la soledad

Vicente Villanueva consigue unos personajes muy realistas en una película que no marca bien el ritmo ni el humor.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 25 de Agosto 2011 | 09:58
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Casi todos conocemos la definición de "españolada". Dícese de aquella película realizada en nuestro país con un alto porcentaje de chistes malos y de carácter escatológico, altas dosis de sexo sin ningún tipo de tacto y cutrez por cada fotograma. 'Lo contrario al amor' puede parecer una de esas películas de primeras. Pero no lo es, como tampoco es una comedia romántica.

Lo contrario al amor

A pesar de que el equipo de Vicente Villanueva lo quiera promocionar así, la película que protagonizan Hugo Silva y Adriana Ugarte tiene bastante más toque dramático que divertido. Es lo que tiene tratar los problemas de pareja, y sobre todo uno tan universal como es ese momento en el que pasamos la época de la "luna de miel" con nuestra pareja y en vez de disfrutar de lo enamorados que estamos tenemos tanto miedo a perder a la otra persona que intentamos cambiarla y controlarla.

La evolución de los dos personajes principales en la película plasma de tal forma esta sensación que no podremos evitar sentirnos identificados con alguna de sus reacciones. En eso hay que remarcar el gran trabajo que ha conseguido el director en su opera prima al ofrecer algo más que los personajes de cartón piedra que suelen poblar este tipo de películas.

Si bien el personaje de Adriana Ugarte está algo estereotipado con su estilo de vida zen y ser algo neurótica en el fondo, la actriz consigue que parezca totalmente natural, y a pesar de que Hugo Silva no salga de su típico personaje de dejado y macarrilla gana mucho en pantalla junto a Ugarte, llegando a mostrar la química necesaria para que las escenas de pareja no salgan forzadas.

Si bien, como he dicho, se vende como una comedia romántica, 'Lo contrario al amor' tiene demasiados toques muy duros, como el personaje de Guadalupe Lancho o directamente la escasez de melodías alegres y una sensación agridulce que se tiene cuando parece que una relación está abocada al fracaso dan un giro a las intenciones que juega en contra del resultado final.

Porque si entramos esperando reir lo haremos, pero muy pocas veces, tan pocas y tan aisladas que nos crearán una sensación mezcla entre aburrimiento y extrañeza cuando llegan esos chistes, que parece que no deberían estar allí. El ritmo es además algo lento para este tipo de películas, con demasiada monotonía y muy poco peso de la trama de Álex Barahona y Rubén Sanz.

Lo contrario al amor
Precisamente en ella radica gran parte del interés de la cinta, en el que el director quería jugar con la ambigüedad y demostrar que la sexualidad tiene demasiados matices para encasillarla. Sin embargo se deja llevar por clichés y no llega a conseguir lo que se propone, mostrando una extraña relación de amigos que nos desconcierta tanto como a ellos, además de mantener a los dos actores en un papel que, como el de Hugo Silva, ya les hemos visto demasiadas veces.

Retrato realista

Varias cosas se pueden señalar de forma muy positiva del trabajo de Vicente Villanueva. Siendo su primer trabajo en largo después de una carrera haciendo cortometrajes se puede entender el pinchazo en el tema del ritmo. Pero lo que realmente destacará de la película son dos cosas. La primera es, como ya he comentado, la construcción de los personajes principales y el plasmar sentimientos universales de una forma tremendamente realista. La segunda es aparentar que vamos a ver una película llena de desnudos y escenas de cama y acabar viendo una película que trata el tema sin tapujos pero con mucha clase y delicadeza. El material físico es obviamente de primera, aunque podría haber aprovechado mejor el tirón erótico de los bomberos. Es una película española con mucho toque español, pero para nada es una "españolada".

Todo gira en torno a ese miedo que tenemos todos a la soledad. El que diga que no lo sufre miente, y eso también nos lo demuestran desde el personaje de Kiti Manver y el rencor por el hombre que le provocó encontrarse sola, hasta la necesidad de aceptación de Loreto, o cada uno de los pasos que dan los protagonistas para hacerse daño sin quererlo sólo por intentar atar más al otro. Villanueva quiere convencernos de que no deberíamos ser tan tontos, pero admitiendo que es inherente e intentando darnos un toque de esperanza recurriendo al destino.

En definitiva, 'Lo contrario al amor' ha resultado ser una película que disecciona de forma totalmente realista las reacciones de las parejas llegadas a un punto de su relación. Los protagonistas colaboran mucho con esa verosimilitud, aunque serán el ritmo y las pretensiones no cumplidas con el tono cómico las que rebajen el nivel de la cinta. Pero para el director es un buen punto de partida en su recién inaugurada carrera en la gran pantalla, sobre todo en la complicada construcción de los personajes que ha demostrado dominar a la perfección.