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CRÓNICA DEL ZINEMALDIA. DÍA 3

Glenn Close, premio Donostia del Festival de San Sebastián

La actriz recibe emocionada y entre lágrimas este galardón que reconoce toda su trayectoria cinematográfica. En Sección Oficial se presentaron con la habitual controversia lo nuevo de Sarah Polley y Terence Davies.

Por Hugo Rosales 19 de Septiembre 2011 | 09:16

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Veni, vidi, vinci. Vino, vio y venció. Con estas palabras se podría sintetizar la visita de Glenn Close a San Sebastián para recibir el Premio Donostia del Festival. Toda una señora del mundo del celuloide, tanto dentro como fuera de los escenarios. Ha dejado una impronta a su paso por el Zinemaldia que seguramente se notará durante toda la semana.

Glenn, demostró por qué es la elegancia personalizada y deslumbró con un equilibrio casi perfecto entre ternura, profesionalidad, simpatía y justa contención. Aunque ya no pudo contenerse al final de la noche, cuando recibió el premio Donostia de su amigo y director Rodrigo García. Un "honor" que ha agradecido, visiblemente emocionada, entre lágrimas.

La actriz, elegantísima con un vestido color visón y una estola negra sobre los hombros descubiertos, ha recibido un caluroso y largo aplauso por parte del público para reivindicar en su discurso de agradecimiento el amor entre los seres humanos. Ha defendido su necesidad en la vida y en la conexión entre las personas porque, según ha recalcado, "el odio es enormemente destructivo".

Glenn Close

No le interesa demasiado el Oscar

La matutina rueda de prensa conllevó gran expectación en una sala de prensa llena hasta rebosar. La mayoría de periodistas se mostraron más interesados en hacer un balance de toda su carrera, su posición en la industria, y qué espera del futuro, especialmente se tocó mucho el tema del Oscar. Pero Glenn Close supo llevar las preguntas a su terreno, más interesada en presentar su nueva película que en regalar exclusivas a la prensa. Y aún así, nos convenció a todos. Sobre todo cuando se lanzó a cantar un par de líneas de 'Sunset Boulevard'.

Dejó claro que 'Albert Nobbs' es uno de los papeles de su carrera. Un personaje que interpretó en el teatro a principios de los años 80 y del que llevaba 30 años intentando sacar adelante en forma de película, por ello escribe, produce y protagoniza la cinta. Consciente de que este papel le puede reportar por fin el ansiado Oscar no se ha mostrado demasiado entusiasmada con la idea a estas alturas de su carrera, pero que si viene, bienvenido sea.

Sarah Polley y Terence Davies en Sección Oficial

Opiniones dispares, como es habitual, para las películas de este domingo en Sección Oficial. La actriz, ahora metida a directora, Sarah Polley, presentó 'Take this Waltz', una íntima y personal reflexión sobre el amor y las relaciones de pareja. Si bien parte de la crítica la ha tachado de cursi, blanda y almidonada, a mí me ha parecido un sincero y natural relato sobre cómo la coincidencia y el encuentro casual pueden modificar todo un esquema.

Take This Waltz

Polley, no busca dar respuestas de ningún tipo, sino expresar su propia visión del tema. Da pie a que cada espectador haga su propio juicio sobre los personajes y busque su punto de vista en función de sus experiencias. Y gran parte del mérito de que la película funcione tan bien a mi modo de ver también es de Michelle Williams, que le da el punto justo y emotivo a cada escena, las cuales tienen una alta carga de intimismo.

Por otra parte, 'The Deep Blue Sea' es una película en la que es muy díficil meterse, adentrarse en lo que propone, debido a su nulo interés. Rachel Weisz encarna a una mujer que lleva una vida privilegiada como casada pero que rompe para escaparse a vivir con un joven ex piloto del que se ha enamorado apasionadamente.

Una interpretación muy obvia de una Weisz lejos de sus mejores obras, en una cinta que naufraga totalmente con un estilo a nivel técnico años 30 resultando risible por momentos, aunque parte de la crítica lo haya valorado positivamente. Lo que no quita que sea un tostón de dimensiones épicas. A evitar.

The Deep Blue Sea

Y Michael Fassbender lo borda en 'Shame'

De lo que estamos de acuerdo todos, pero por unanimidad, es de la excelencia de la inexplicablemente ninguneada en Venecia, 'Shame', dirigida por Steve McQueen. Un poderoso relato de un hombre que es incapaz de controlar su vida sexual para desmoronarse completamente su existencia cuando recibe la visita de su hermana menor. Una genialidad de obligado visionado.

Una película que te toca de una forma inimaginable y que perdura en tu interior una vez acaba. Y las interpretaciones no podían ser más sublimes. Michael Fassbender roza la perfección, sino es que está ya en ella, con un personaje tremendamente complicado de abordar, lo que enmerece aún más su labor. Pero no hay que olvidarse de una brillante Carey Mulligan, en una transformación no solo física sino también a nivel interpretativo, alcanzando altas cotas de madurez que no había tocado aún en su carrera. Aunque su presencia estea limitida su personaje no solo es importante, es clave, esencial para entender el personaje de Fassbender.

Shame

Hoy lunes, abrimos semana, lo que en el Zinemaldia suele ser indicativo de un pequeño bajón en todo lo relacionado con el Festival. Y más, si como este año, el premio Donostia se ha dado un domingo. Esperemos que esto lo rediman la calidad de las películas. Hoy, en Sección Oficial, 'Los pasos dobles' de Isaki Lacuesta, y una que se presenta interesante, 'Le Skylab', de Julie Delpy. Ah, y seguimos esperando la llegada de Michael Fassbender en moto. Parece que llega por fin hoy, para presentar 'Shame' en el pase del público.

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Shame 6,9 Shame
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