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¿EL FUTURO?

Miguel Ángel Vivas y 'The Room', un experimento de cine en 4D

El director de 'Secuestrados' prueba con un cortometraje terrorífico que él denomina "un tren de la bruja". Se podrá ver en Madrid hasta el 31 de octubre.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 23 de Octubre 2011 | 12:32
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Miguel Angel Vivas
El 3D parecía ser la solución a todos los males económicos para el Séptimo Arte. Se suponía que iba a hacer que los espectadores tuvieran de nuevo una razón para acercarse a las salas de cine. Sin embargo, exceptuando títulos como 'Avatar', se ha visto en las cifras que hay muchas películas con esta tecnología y sin embargo no han conseguido captar el interés del público.

¿Siguen siendo las entradas muy caras? ¿Es una experiencia demasiado incómoda? Sera la razón que sea, la panacea cinéfila no se ha encontrado, y las salas siguen sin levantar cabeza. La solución tiene que estar en otro lado, y una vez más tendrán que ser los propios cineastas los que demuestren su capacidad de ser creativos.

Miguel Ángel Vivas es uno de ellos. El director que nos asombró con uno de los mejores planos secuencia que hemos visto nunca no es precisamente un realizador al uso. 'Secuestrados' lo demostró, y así se lo recompensaron en Sitges y en el Fantastic Fest de Austin.

Ahora toma la Flagship Store de Movistar en la Gran Vía de Madrid para ofrecernos su último experimento: 'The Room'. Se trata de un cortometraje que ofrece "algo más". Eso, precisamente, es el 4D. No significa llevar gafas encima de otras gafas, sino formar una parte activa de la película.

Arte efímero

Con motivo de la llegada de este "arte efímero, que va a estar durante diez días y luego se irá, nadie más lo podrá ver", como lo denomina el propio director, nos preguntamos si puede ser el 4D el futuro del cine. Hasta ahora los pocos casos en los que hemos visto este tipo de proyectos ha sido en un parque de atracciones, y esa fue una de las características que llamó más la atención a Miguel Ángel Vivas: "de barraca de feria, que veías la función y se terminaba, un espectáculo circense que existía solamente en el momento en que se representaba".

Es muy complicado escribir acerca de 'The Room' sin destripar ningún detalle básico de esta experiencia. Digamos que el 4D ofrece que el espectador se sienta un personaje más, por ejemplo con el propio recinto donde se proyecta el contenido. Aquí encontramos el principal problema de este nuevo formato: el dinero, como siempre.

Estas películas requieren un recinto concreto y muchas veces diseñado específicamente para cada contenido. Eso supone un gasto que ahora las salas no están dispuestas a gastar, pero tampoco lo estaban cuando llegó el 3D hace ya mucho tiempo. Miguel Ángel Vivas se remonta mucho más: "La pantalla panorámica también era algo marciano al principio, era para serpientes, pero de repente esa pantalla panorámica es el mainstream".

The Room

Si está tan de moda el 3D es porque los estudios y las distribuidoras han decidido que así fuera. El 3D lleva existiendo mucho tiempo y no ha sido hasta que gente como James Cameron lo apoyó que lo tengamos prácticamente en todas las ciudades. El 4D lo encontraría mucho más difícil porque requiere más que un cambio de cámaras y comprar gafas. El director de 'The Room' entiende que "hay que ser cauto", pero cree firmemente que, "cuando haya 100 películas que utilicen esta técnica, las salas comenzarán a ponerlo".

El género de la sugestión

Quizás precisamente el género del terror es el mejor ejemplo que se puede utilizar para convencer de que el 4D no es una pérdida de tiempo y dinero. Y Vivas cree que es por su facilidad para abarcar la exageración: "Es un género muy carnavalero. Puedes jugar a los excesos. En el drama lo haces y te sale un telefilme. En el terror puedes disfrutar mucho de los excesos". Con este tipo de películas se juega a la sugestión, y el poder unirle elementos que normalmente no encontraríamos en una sala consiguen pillar desprevenido al espectador.

Igualmente 'The Room' es un experimento que puede ser probado por todo el mundo. El propio Miguel Ángel Vivas hizo de auto-censor para que de niños a mayores pudieran probarlo y se sorprendieran. Este experimento es bastante sencillo, pero es un claro ejemplo de lo que podría a llegar a ser el 4D si se apoya convenientemente. Eso depende de muchos factores, ya no sólo de la financiación de las grandes empresas, sino también del espectador que muestre interés en algo distinto y de los creativos que se atrevan a probar en sus próximos trabajos con este sistema. Como todo, en el momento en que empiece a llamar la atención, el fluir del mercado hará el resto, pero se necesita la llama de la creatividad para que comience a andar.

Con 'The Room' tenemos un momento perfecto para probar las 4D. Con Miguel Ángel Vivas tras la cámara y Manuela Vellés como protagonista, el cortometraje estará disponible en pases ininterrumpidos en la Flagship Store de Movistar de la Gran Vía madrileña hasta el 31 de octubre. Los horarios de lunes a viernes son de 12:00 a 15:00 y de 16:00 a 20:30; y los sábados y domingos de 12:00 a 15:00 y de 16:00 a 20:00. Si vivís o pasáis por el centro de la capital, no dejéis de probar el terror más innovador traído por todo un maestro en le género. Y el tiempo dirá si no terminaremos por tener salas 4D en todos los centros comerciales.