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DOBLAJE O IDIOMA DE ORIGEN

El cine en versión original, ¿sí o no?

Repasamos las razones por las que nuestro país es más dado al doblaje, examinamos las ventajas y desventajas de cada sistema y exponemos nuestra opinión sobre el asunto.

Por Jesús Márquez 8 de Diciembre 2011 | 09:10

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La gran pregunta. ¿Cine en versión original o doblado? Para el público español que va al cine con poca frecuencia la respuesta está clara: doblado. Sin embargo, entre los seguidores del séptimo arte la cosa cambia, hay cierta división, donde los más cinéfilos suelen optar por la versión original. Hoy vamos a darle un repaso a esta pregunta, viendo por qué España es un país donde predomina el doblaje, qué postura tiene el gobierno actual y otros puntos de interés.

Público de un cine
Desde que en 1941 se dictara una ley para que todas las películas nos llegaran dobladas, lo que se comenta que pudo ser como medida para poder suprimir mensajes que no convenían a la dictadura, en España nos hemos acostumbrado a verlo todo con voces en nuestro idioma. De aquí podemos sacar un punto positivo y otro negativo. Por el lado bueno la industria del doblaje española ha conseguido muchos años de experiencia, y siempre ha sido considerada una de las más eficaces del mundo. Por el malo, los españoles no se han llegado a acostumbrar nunca a leer subtítulos, por lo que, en parte, su capacidad de lectura rápida se ha fortalecido de una forma más débil que en otros países, y su nivel de inglés no se ha visto afectado por el visionado de cine.

Se podría decir que estos dos aspectos negativos no son tales, ya que aquel que esté interesado puede ejercitar por su cuenta su inglés y su velocidad lectora sin necesidad de acudir al cine. La diferencia está en que de forma impuesta la educación hubiera sido prácticamente obligatoria para aquel que quisiera ver bastantes películas. Esta conclusión es crucial para entender por qué el que aún es ministro de Educación, Ángel Gabilondo, dijo en 2010: "El doblaje en las películas incide de manera determinante en el conocimiento de los idiomas; donde no se doblan las películas conocen mejor el inglés".

Carlos Cuadros, director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, está de acuerdo en que el futuro deberá hacer que nos acerquemos cada vez más al idioma de origen. No apoya una imposición, pero sí ciertos cambios que impulsen la versión sin doblar: "Un buen inicio sería que, por ejemplo, el esfuerzo de cambiar el sonido de la televisión en el mando fuera al revés: que por defecto sonara el idioma original".

Carlos Cuadros, director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales

El elegir la versión original o no hacerlo no es una decisión basada únicamente en qué idioma se conoce o cuál podría ayudar más a aprender lenguas que aún no controlamos. Uno de los puntos más influyentes en la balanza es la actuación del actor original y la del actor de doblaje. Es el punto que hace que la mayoría de cinéfilos elijan el idioma de origen, ya que el trabajo de los actores tiene su representación más exacta en aquella en la que podemos oír también su propia voz.

En España hay dobladores que hacen su trabajo con mucha efectividad, y cuyas voces se suelen identificar rápidamente con su personaje. Escuchar a Constantino Romero es recordar a Clint Eastwood o Darth Vader. Sin embargo, como se suele decir, un buen doblaje puede hacer que una buena película siga siendo buena, y un mal doblaje puede convertir una obra maestra en un verdadero bodrio. La visión optimista del asunto es la que ya hemos mencionado, que los españoles contamos, por norma general, con buenos dobladores.

Los subtítulos, enemigos del cine de entretenimiento

La actitud mayoritaria frente a esta forma de ver el cine es muy perezosa. Colocar en un centro comercial la versión original de 'Transformers 3: El lado oscuro de la luna' es un suicidio. La gente que va a ver una película como entretenimiento improvisado no está preparada para ver una cinta con subtítulos. Esto es lo que Carlos Cuadros quiere conseguir, que poco a poco no veamos eso como un impedimento. Sin embargo, analizando la actualidad, el lugar de este tipo de proyecciones no es un centro comercial.

Cine de películas independientes

En estos momentos, la gran mayoría de salas que proyectan con subtítulos están en pleno centro, donde el sector interesado puede alcanzarlas sin problema. Aún no es rentable en otros sitios, pero la versión original tiene un pequeño hogar en algunos cines de varios rincones del país.

Esta postura del gobierno de impulsar, de forma lenta pero progresiva, un cambio hacia el idioma original no es algo que podamos decir definitivo. Con la llegada a la presidencia de Mariano Rajoy veremos a un ministro de Educación diferente, y a probablemente otro director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Aún es pronto para saber hacia qué lado se moverá, pero lo que está claro es que en mitad de esta crisis en la que estamos no veremos ningún tipo de inversión en el asunto.

Opiniones de los redactores de eCartelera

Tras exponer un poco las cartas del juego, los redactores vamos a hablar sobre ellas. Recordad que vosotros también podéis hacerlo desde los comentarios de este artículo, así como en la encuesta de la web.

Actor doblaje

Yo estoy a favor de la versión original, pese a que entiendo que es un esfuerzo que para una película de entretenimiento puede no ser en absoluto necesario. En mi opinión, el doblaje siempre juega con desventaja. La labor de un doblador es intentar plasmar el trabajo del actor original en el idioma al que se quiere transportar. El único lugar donde veo una lucha en igualdad de condiciones es en la animación, y cada vez es más complicado encontrar esa equiparabilidad, ya que animar la película se hace adaptándose a la voz ya grabada y no al revés.

Respecto a su difusión, creo que no hay tantos cines como convendría que se atrevan a dedicar su cartelera a películas en versión original. Obviamente deberían centrarse en un público más abierto a experiencias que no le de el cine comercial, pero es un sector que existe y que en algunas grandes poblaciones no consigue encontrar representación. Más que una excepción debería ser una regla tener una oportunidad como ésta en cada ciudad o provincia.

Opinión de Jesús Agudo

Como cinéfilo que ha vivido gran parte del tiempo en ciudades pequeñas, siempre he pensado que las opciones para ver cine en versión original eran muy escasas. También hay que ponerse en la piel del empresario (las salas son al fin y al cabo una forma de hacer dinero, por muy relacionadas con la cultura que estén) y en este país no hay tradición de ver películas en su idioma. Opto por la vía salomónica y no obligar a nadie. Los cines deberían ofrecer una sala, o al menos una sesión en la que poder disfrutar de una película tal y como se concibió; pero no cambiarlo todo ahora.

Siempre he pensado por ejemplo que habría público para este tipo de movimientos, y que es seguro que en toda pequeña ciudad hay salas abandonadas por culpa de la llegada de los multicines, que podrían ser recicladas para cine independiente o en versión original a un precio que incite al espectador a acercarse, una pequeña mecha enciende la hoguera. Es evidente que muchas películas pierden gran parte de su atractivo una vez dobladas, y deberíamos poder tener esa oportunidad aunque no vivamos en Madrid, pero tampoco puede desaparecer el doblaje porque hay muchas personas que viven de ello, y mucho público que tampoco está dispuesto a leer subtítulos durante dos horas.

Alternativas hay, pero quizás ahora mismo no está el horno para bollos, pero si quisieran podrían ofrecer la posibilidad, y más aún con la propagación de los nuevos sistemas de cine digital que lo harían más cómodo.

Opinión de Hugo Rosales

No soy el único que cree que la versión original mejora a una película; con el doblaje se pierde parte de su integridad, algo tan importante como la voz del actor. Sin embargo, los que mandan son los espectadores, la taquilla. Los exhibidores no lo permitirían, las recaudaciones de los grandes estrenos de Hollywood se verían enormemente mermadas pues mucha gente dejaría de ir al cine. A mi me gustaría un mayor porcentaje de proyecciones en versión original, sí, además como efecto rebote subirían las irrisorias cuotas de asistencia del cine español -nos cuesta pasar del 10% cuando en Italia y Francia rebasan sin problemas el 25%- y se reduciría la inversión en esas discutibles ayudas a la amortización de nuestro cine. Pero seamos realistas, en el contexto actual de crisis económica, sumado a un cambio de gobierno, eso no es posible. Hay que buscar alternativas realizables buscando al público que reclama el cine en versión original, que existe, solo hay que fijarse en las cifras de asistencia a los Festivales de Cine más importantes de nuestro país. Una solución sería reabrir los viejos cines que se han cerrado en la última década con la llegada de los grandes multicines y ofrecer producto en versión original a precios competitivos.

Opinión de Isabel Reviejo

¿Doblaje o no doblaje? Este debate parece que nunca acaba. Incluso se utiliza para justificar en cierta manera el bajo nivel de inglés que tenemos en España. La coletilla de "claro, como aquí ponen todo doblado…" se repite sin cesar, como si la versión original fuese la receta mágica que solucionaría todos nuestros males con el idioma. Todos somos conscientes las ventajas que conlleva la versión original, con la que podemos disfrutar de una forma completa de la interpretación del actor, ya que la voz es una herramienta fundamental que permite dar matices a los personajes. Y sí, también mejoraríamos nuestro nivel de inglés, seguramente, aunque no tanto como a muchos les gustaría.

Entonces, si todos sabemos que las películas ganan en versión original… ¿por qué la cifras de espectadores que acuden a estos cines es tan baja? A mucha gente, sencillamente, no le gusta estar pendiente de los subtítulos. Y esto nos puede parecer mejor o peor, pero es un hecho. Tampoco tenemos que olvidar a aquellos colectivos que no es que no quieran, es que no podrían seguir la historia con los subtítulos (ancianos, niños). ¿Cine en versión original? Sí, 100% de acuerdo. Pero siempre y cuando haya posibilidad de elegir. Y tanto para unos como para otros: ojalá todas las provincias contaran con cines en versión original, para que aquellos que quisiesen beneficiarse de esta forma de ver el cine pudieran hacerlo.

Colin Firth en 'El discurso del rey'

Opinión de Laura Sande

La teoría es muy sencilla. ¿Es mejor una película en versión original? Por supuesto, la voz de un actor puede suponer un porcentaje fundamental de la calidad de una interpretación. Véase el caso de Colin Firth en 'El discurso del rey'. Si has visto la película sin doblar, te supone un puñetazo en el estómago que alguien eche flores al trabajo de Firth habiéndolo catado en español. Mientras el doblador parece que se limita a repetir sílabas, Colin desarrolla un trabajo gutural brutal para una persona sin ese problema. Éste es un ejemplo de los múltiples matices que un actor puede aportar a un personaje sólo con su voz, y por ello creo que la versión original es clave para cualquier amante del séptimo arte.

En la práctica, sin embargo, las cosas son diferentes. Si vemos las cifras de recaudación de cada semana nos damos cuenta que el gran público consume cine mainstream, con hambre de evasión y entretenimiento. Una persona que va cada semana al cine a desconectar y pasar un buen rato quiere las cosas fáciles, y presupone que los subtítulos no lo son. Muchos de vosotros, como yo, habréis vivido en el pasado ese momento en el que algún amigo os dice que es 'raro' ver películas o series subtituladas. Ahora, seguramente, ese amigo es el primero en ver todas las series al día siguiente de ser emitidas en Estados Unidos. La versión original no es la salvación de España, pero su importancia es indudable, tanto si quieres disfrutar realmente de una película como si quieres educar al oído en otros idiomas. Lo único que hace falta es que el público deje de verlo como un problema, lo que a su vez provocará que los exhibidores no piensen en ello como una pérdida de dinero.

Y tú, ¿qué opinas?