Sublime

Ojito con la maravilla aquí presente. Todavía me sorprendo de que algo supere los límites de la belleza. Era difícil sacarle partido cinematográfico a una obra tan cortita y con tan pocos sucesos realmente, ya que la importancia de "Bodas de sangre" reside en la pasión, y Paula Ortiz, porque aquí el mayor mérito, aparte de que las interpretaciones estén fabulosas, es de la dirección, la que ha pintado el cuadro al completo, y me ha parecido extraordinaria la forma de representar y transmitir esa pasión que no se puede aguantar en el cuerpo. Original, sensible, salvaje, y con una banda sonora que es un personaje más de la película. Hasta te mantiene con la intriga en todo momento, aun sabiendo cómo va a acabar. Fabulosa, verdaderamente fabulosa. Destacar la escena que muestra cuando se separan los dos amigos por la pelea entre las dos familias, un momento retratado de una forma muy bella técnica y artísticamente, pues esto es prácticamente una serie de pinturas en movimiento. Y, por supuesto, la pelea de los dos protagonistas, que para mi gusto no ha podido ser mejor, la simbología perfectamente llevada, la intensidad del momento...te hace llorar, pero más que por la historia en sí, por la belleza del drama y la manera de plasmar el instante con un conjunto entre actores, planos, música, coreografía de cada movimiento perfecto. Además un final redondo. Parece como si Lorca hubiese vuelto a la vida sólo para dirigir esta película, porque estoy convencida de que, si le hubieran dejado vivir, hubiera hecho cine, y, sin lugar a dudas, lo hubiera hecho así.