En una semana triste para el cine español, donde dos de nuestros estandartes han muerto, Verónica Echegui a los 42 años y Eusebio Poncela a los 79. La única forma que encontramos de rendir homenaje a sus figuras es adentrándonos en aquello a lo que dedicaron su vida, dar forma y fondo a personajes únicos y complejos, capaces de humanizar todo aquello que ocurre tras la "falsedad" de una pantalla.
Eusebio Poncela, nacido en 1945 en la gran capital, transitó por todos los lugares que le permitieron expresarse como intérprete: teatro, cine y televisión. Con audacia e intensidad, el actor trabajó una trayectoria que desafió lo convencional y dejó huella en el cine español.
En una de las películas intocables de nuestra filmografía, esa cuya fuerza ya se inicia en el propio título, 'Arrebato', Poncela fijó una frase que sirve como fórmula para la inmortalidad de su trabajo: "Cuando yo esté criando malvas, 'Arrebato' estará viva y coleando. Estará por ahí como un icono de una época y de un movimiento, de una actitud y sobre todo, de un genio visual. Así que gracias, Iván" (Cadena SER).

Si bien es cierto que la muerte solo nos recuerda la fortuna de la vida, el cine como todo arte ha encontrado una forma de pertenecer al mundo más allá del cuerpo, sobrevivir generaciones para educar a las siguientes y hacer de nuestra cultura un lugar más complejo, diverso y maravilloso. Por ello, hoy celebramos los mejores 10 trabajos de Eusebio Poncela.
Las 10 mejores películas de Eusebio Poncela
La semana del asesino (1972)

El primer gran papel de Eusebio Poncela ocurrió bajo el paraguas de Eloy de la Iglesia, director famoso por sus obras de cine quinqui. Aquí interpreta a Néstor, un joven estudiante de medicina que se convierte en el primer testigo de los asesinatos del protagonista, Marcos (Vicente Parra).
Poncela ofrece un contrapunto inocente y racional frente a la locura y violencia de Marcos, funcionando como catalizador de la tensión narrativa con una gran intensidad contenida y mucha sensualidad, en una cinta que trataba abiertamente por primera vez la homosexualidad, recurrente en sus futuras obras.
Operación Ogro (1979)

El cineasta italiano Gillo Pontecorvo, autor de una de las obras más importantes de la historia del cine, 'La batalla de Argel', se inmiscuía con la misma representación categórica de la violencia en el asesinato del almirante Luis Carrero Blanco, presidente del gobierno español durante el franquismo por parte de ETA.
Con un tono serio y de mirada documental en lo narrado, Eusebio Poncela interpreta a Txabi, uno de los cuatro miembros de la banda terrorista. Pese a que el foco se reparte entre los diversos protagonistas, Poncela consigue agregar una presencia sólida en un ambiente de creciente convicción política y tensiones internas.
Arrebato (1979)

En una de las obras más importantes de la historia de nuestro cine, la inclasificable 'Arrebato' se convierte en la crónica de una generación perdida en la transición española, empeñada en encontrar una salida a la nada existencial: "La pausa es el talón de Aquiles, el punto de fuga, nuestra única oportunidad".
Desesperación, alienación, psicodelia y una búsqueda obsesiva por el sentido de la vida en el filo hilo entre la dictadura y la libertad, Eusebio encarna un personaje vampírico, complejo a más no poder y que, cuando te quieres dar cuenta, ya es parte indisociable del celuloide.
Matador (1986)

La masculinidad cayó por un puente para que Pedro Almodóvar la recogiese en barca, llevándola a su nuevo destino. Un torero se ve forzado a retirarse prematuramente, pero sus ansias de matar no desaparecen, ahora enfocadas hacia las mujeres, hasta que conoce a María, una mujer con tendencias similares.
Un detective de policía se mete en el entuerto de asesinatos, violaciones y culpabilidad que presenta Almodóvar con su característico barroquismo, uno donde Eusebio Poncela encarna elegancia e intensidad a partes iguales un difícil papel secundario.
La ley del deseo (1987)

De secundario a protagonista de Pedro Almodóvar. Eusebio Poncela y Carmen Maura interpretan a dos hermanos marcados para siempre por la separación de sus padres. Su personaje, un exitoso cineasta llamado Pablo, vive enamorado de Juan (Miguel Molina), pero conoce a Antonio (Antonio Banderas) y su vida da un vuelco sin remedio.
Poncela interpreta un personaje que desea sin ser deseado (y viceversa), encarnando un dolor solo contenido en los diálogos marcados por la caligrafía del director manchego, desenterrando temas como el deseo, la obsesión y esas extrañas familias que pueblan su filmografía.
El Dorado (1988)

No podía faltar una película de Carlos Saura, el mítico director de cine español, aunque fuese la producción española más cara hasta la fecha y se estrellase en taquilla y premios: 9 nominaciones, 0 Goyas. Una aventura donde 300 hombres se empeñan en hacer el descenso más grande e ignorado río del mundo para llegar a la promesa de 'El Dorado'.
En ella Eusebio Poncela interpreta a Fernando de Guzmán, un jefe de expedición que es acusado de conspirar contra Aguirre, un ambicioso soldado que viaja acompañado de su hija; en una participación histórica para él con un gran presupuesto detrás de las cámaras.
Werther (1989)

Eusebio Poncela protagoniza una película de otra de los grandes nombres de nuestro cine, Pilar Miró, donde un joven profesor se enamora de la madre (Mercedes Sampietro) del niño al que da clases particulares, adaptando la novela de Goethe.
El intérprete entrega una interpretación segura, con un intelectual personaje al que da una cadencia calmada y dulce por momentos, en un imposible romance con una dramática única de la mano de una de nuestras más grandes cineastas.
Martín (Hache) (1997)

En esta exitosa producción franco-argentina, Eusebio Poncela interpreta a un actor que, a su vez, es el mejor amigo del protagonista, Martín Echenique (Federico Luppi), un director que lleva más de 20 años en Madrid y debe recuperar la conexión con su hijo de 20 que ha sufrido una sobredosis.
Bisexual, hedonista y epicúreo, Poncela se pone a los mandos de un complejo personaje lleno de matices a los que el actor otorga vida, bajo la dirección de Adolfo Aristarain, que realiza con sensibilidad, intensidad y mucho intimismo. Su monólogo ya es historia de nuestro cine.
La sonámbula (1998)

De vuelta en Argentina, esta vez con la adaptación de un cómic, Eusebio Poncela pone sus servicios a una película de ciencia ficción. Corre el año 2010 en Argentina, es el bicentenario de la Revolución de Mayo. Ocurre un accidente con una sustancia química por el cual cientos de miles de personas pierden la memoria y con ella su identidad.
Su personaje, Ariel Kluge, tiene una familia que no puede reconocer. Poncela encarna a una persona ambigua, por un lado está ligado a la maquinaria que le controla, mientras que por otro parece un aliado en la búsqueda de la desaparecida Eva, víctima de una persecución. El actor representa estas dos pulsiones con maestría y grandes dosis de emoción.
Intacto (2001)

En la película que le valió su primera y única nominación al Premio Goya en el año 2002 como Mejor Actor Protagonista, Eusebio Poncela danza al son de un thriller con una interpretación hipnótica en una película que aborda la suerte como una fuerza real, transferible y casi tangible.
Él no es un villano convencional, una figura mitológica dueña del azar que encarna lo inexplicable y lo irracional con una mezcla de fascinación y rechazo, elementos que elevan la película a un inquietante grado de suspense con una marcada voz del actor que sugiere todos estos elementos.