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CLUB DE CINE

'El último Boy Scout', el show de Bruce Willis

Tony Scott firmó en 1991 este divertidísimo film de acción donde Bruce Willis, acompañado de Damon Wayans, se come cada minuto de metraje.

Por Jesús Márquez 21 de Agosto 2012 | 18:30

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La muerte de Tony Scott ha sorprendido y conmocionado a buena parte del planeta. Pese a que a se le suele mencionar como al hermano de Ridley Scott o el director de 'Top Gun', es justo atribuirle el crédito de otras grandes películas, como la inolvidable 'Amor a quemarropa', trabajo del que admitió estar más que orgulloso. Esta semana dedicaremos el Club de Cine a rendirle nuestro propio homenaje, hoy con 'El último Boy Scout' y el jueves con 'El fuego de la venganza'.

El show de Willis

Bruce Willis siempre ha sido una de esas personas que respiran únicamente para continuar petándolo. Sin embargo, bien es cierto que su tope se encuentra en cierto punto hace unos veinte años. En aquella época interpretó montones de películas que ahora podríamos considerar, en cierto modo, clásicos: 'Pulp Fiction', '12 monos', 'El quinto elemento', 'Jungla de Cristal III' y, por supuesto, 'El último Boy Scout'.

Bruce Willis en 'El último Boy Scout'

John McClane, su personaje de la mítica saga 'Jungla de Cristal', no se diferencia demasiado del Joe Hallenbeck al que interpreta en el film de Tony Scott. Es un rol a su medida, con esa personalidad de agrio perdedor que Willis no sabría cómo convertir en repelente. Cada frase que pronuncia está cargado de sarcasmo, chulería e ingenio; es decir, se convierte en risas aseguradas. Es ahí donde juega su papel la mejor baza de 'El último Boy Scout': el fantástico guion de Shane Black.

Black redactó un libreto que es puro entretenimiento; diversión en su más alta expresión. Los chistes que comparten Willis y Damon Wayans, su compañero de batalla, nunca llegan a saturar, pues están inteligentemente insertados dentro de la trama: una historia arquetipo de corruptos y villanos. El guionista intercala con total naturalidad esa comicidad con cierto dramatismo, profundizando en la personalidad de Joe Hallenbeck, un héroe bien jodido en un mundo repleto de inmorales: el último Boy Scout.

Acción y humor, siempre juntos

Scott hizo un buen trabajo, es innegable. Pero también es igual de innegable que es difícil encontrar algún resquicio de personalidad en la forma en que rodó el film, lo cual no tiene por qué ser negativo, sobre todo si se es un director competente. Cierto es que sus últimas obras han sido más epilépticas y experimentales, pero en la década de los 90 era más difícil captar su batuta. Tal y como he mencionado, no es algo que necesariamente juegue en su contra, es solo que trabajando de esta forma, por competente que seas, es necesario tener a tu disposición un buen libreto: y Scott lo tenía.

Bruce Willis y Damon Wayans en 'El último Boy Scout'

El film se siente como pez en el agua en una historia de lo más típica. Se trata de un festival humorístico en el que hay mucha parodia del género al que pertenece. Se podría comparar con la más reciente e igual de ocurrente 'Arma fatal', de Edgar Wright, quien estos días ha declarado su profunda admiración por Scott y ha mencionado la gran influencia que supuso en su filmografía. 'El último Boy Scout', eso sí, es más seria por momentos, sin alejarse demasiado del desenfado e, incluso, el buen rollismo con el que uno acaba contagiado al terminar de ver la película. No tiene el misterio de '12 monos', ni la fantasía de 'El quinto elemento', ni unas escenas de acción tan alucinantes como las que se pueden encontrar en 'Jungla de Cristal III'; pero sin duda es igual o más divertida que todas ellas.

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