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PRECRÍTICA

'En el punto de mira': Dennis Quaid no es Jason Bourne

Dennis Quaid, William Hurt, Forest Whitaker, Sigourney Weaver y Eduardo Noriega protagonizan 'En el punto de mira', película de original formato aunque de pobre resultado.

Por Óscar Martínez 28 de Febrero 2008 | 11:29

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Dirigida por Pete Travis y protagonizada por Dennis Quaid, Matthew Fox, William Hurt, Forest Whitaker, Sigourney Weaver, Eduardo Noriega, Saïd Taghmaoui, Edgar Ramirez, Zoe Saldana y Richard T. Jones, 'Vantage point', traducida aquí como 'En el punto de mira', es uno de los estrenos a priori más atrayentes de este último fin de semana de febrero.

En ella, el presidente de los Estados Unidos viaja a Salamanca para dar una conferencia. En medio del mitin, alguien intenta atentar contra su vida. La historia está contada a través de los ojos de ocho de las personas que estaban allí en ese momento. Ocho puntos de vista, cada uno con un relato distinto sobre una única verdad. ¿Qué ocurrió realmente?

Bonito envoltorio, lamentable ejecución

Sin duda alguna, el principal atractivo de 'En el punto de mira' reside en su particular formato, narrando un mismo acontecimiento desde ocho puntos de vista diferentes: el primero, y el que que al mismo tiempo nos da una idea general de la acción, es el de los medios de comunicación que cubren la cumbre internacional, encabezados por la jefe de noticias de la GNN interpretada por Sigourney Weaver. En cuanto dicha acción nos es expuesta, la cámara se detiene fundiéndose a blanco y rebobina hasta pocos segundos antes de las doce del mediodía, momento en el que se repiten los acontecimientos por siete veces, a cargo de un jefe de seguridad del presidente, un policía español, un turista accidental, una madre y una hija, el presidente de los Estados Unidos, los propios terroristas, y un personaje que no desvelaré aquí.

A medida que cada nueva permutación del atentado se repite, el director Pete Travis, además de ofrecernos nuevas pistas para ayudar a desentrañar tanto el leitmotiv como el modus operandi de los terroristas, prolonga sensiblemente la acción, por lo que ésta avanza cada vez un paso más para luego volver al origen, así una y otra vez, hasta que en el octavo ciclo todas las historias confluyen en un acto final.

En primera instancia, 'En el punto de mira' puede parecer ciertamente interesante, si bien tampoco es ninguna novedad para cualquiera que tenga en mente títulos como 'Jackie Brown', la todavía pendiente de estreno por estos lares 'Antes que el diablo sepa que has muerto' o, sin ir más lejos, cualquier película a tres bandas de González Iñarritu, todas ellas sensiblemente similares en cuanto a formato. Así y todo, uno no debe negarle cierta originalidad, pues es lo único de lo que puede alardear la película de Pete Travis. Por desgracia, ésta pierde buena parte de su encanto a la par que fuerza dramática a causa, por un lado, de unas interpretaciones bastante lamentables en líneas generales y directamente risibles en casos puntuales -al menos, en su versión original- y, por otro, al hecho de que tan sólo tres o cuatro de las ocho versiones paralelas resultan lo suficientemente atractivas para un espectador que acabará harto de ver planoa aéreos de la Plaza Mayor.

De este modo, la acción de 'En el punto de mira' peca de cierta reiteración y monotonía, con un Dennis Quaid tan omnipresente como inexpresivo, pero al que hay que concederle el beneplácito de protagonizar una persecución final simplemente espactacular, siguiendo, como no podía ser de otro modo, la estela de Jason Bourne, principal y meritorio referente en cuanto a cine de acción se refiere en el panorama actual. ¿El resto? Tiros, algunos diálogos desafortunados, persecuciones, caricaturas de radicales islamistas, explosiones, cierto tufillo patriótico, cámara en mano proporcionalmente mareante a la intensidad de la acción, y una mágica transmutación de Salamanca en Tánger o vaya usted a saber en mitad de una persecución.

En resumidas cuentas, una película de acción meramente entretenida aunque fácilmente obviable y olvidable que, por otro lado, no deja de recordarme a 'La sombra del reino' en cuanto a defectos se refiere.