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REDENCIÓN

Denzel Washington y Robert Zemeckis presentan 'El vuelo' en España

Denzel Washington vuelve a estar nominado al Oscar gracias al protagonista de lo nuevo del director de 'Regreso al futuro'. Ambos nos explican qué tiene de especial este piloto con alcoholismo.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 22 de Enero 2013 | 15:39
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Robert Zemeckis en la presentación de El vuelo en Madrid
Madrid está cubierta por un cielo gris e inestable, muy similar al que se tuvo que enfrentar "Whip" Whitaker en 'El vuelo (Flight)', el retorno a la acción real de Robert Zemeckis. Por suerte para Denzel Washington, en esta ocasión puede estar tranquilamente sentado y no pilotando un avión. Hemos asistido a la rueda de prensa en la que el protagonista y el director nos han contado más de este crudo drama sobre el alcoholismo.

Tanto Zemeckis como Washington quedaron prendados por el guión: "Cuando leí por primera vez el guión, no tenía ni idea de lo que iba a hacer el personaje, me creaba mucho suspense. Siempre es una buena señal que no pueda predecir el final de la película desde las primeras páginas", explica el director, que comenta que sabía que el actor había mostrado interés por la historia antes de que él pudiera leer el libreto: "Cuando lo leí, podía imaginarme a Denzel como el protagonista. Me parece un actor genial y pensé que era perfecto para el papel".

La historia de 'El vuelo' tiene una ventaja para el director de 'Forrest Gump', y es que el propio Zemeckis tiene experiencia como piloto: "Creo que me permitió darle autenticidad al incidente y lo que los actores hacían en la cabina. Pero la mayor parte de la historia estaba en el guión". Denzel Washington pudo prepararse con simuladores reales de Delta Airlines, algo que aseguró que fue lo más divertido del rodaje. ¿Lo más difícil? "Estar boca abajo (risas)". Y aunque no pudo pilotar un avión de verdad, sí que pudo hablar con profesionales sobre sus hábitos: "Pude preguntarles por la posibilidad de que ocurran este tipo de problemas a pilotos reales. Pero, como sabemos, el alcoholismo es una enfermedad que no tiene límites y que puede afectar a pilotos, periodistas, fotógrafos, actores, directores?".

El problema que tiene Whip con la bebida es el punto clave del personaje, pero el actor insiste en que no preparó esa parte: "Mi personaje no piensa que sea un alcohólico. Así que no me lo quise preparar, no quería ir a reuniones de Alcohólicos Anónimos o algo así porque él no piensa que tenga un problema. Cree que es el típico bebedor casual. Puedes buscar en YouTube la palabra 'borrachos', ahí puedes encontrar distintos tipos de comportamiento, pero básicamente son de personas cayéndose, y eso ya lo sé hacer". Este papel le ha dado una nueva nominación al Oscar, aunque cree que la película debería haber estado más presente: "Es un honor para mi que vuelvan a reconocer mi trabajo, veremos qué pasa". Lo que sí espera es que, con las dos posibles estatuillas a las que aspira, el público se anime a verla.

Como impulsor de muchas de las técnicas rompedoras dentro del Séptimo Arte, Zemeckis consiguió que, con un presupuesto ajustado, el accidente de avión pareciera de superproducción: "Desde el principio empezamos a planificar la escena porque sabíamos que iba a ser complicada, así que manejamos una previsión de unos 6 a 8 meses". El director sabía que iba a ser difícil conseguir mucho presupuesto con "una película muy arriesgada para los estándares de Hollywood por su contenido", pero cree que han podido hacer el largometraje que querían con los recursos disponibles. Hablando de sus anteriores películas, todas hechas a través de captura de movimiento, el cineasta sigue muy orgulloso de ellas: "Simplemente me encanta el cine digital, y me interesaron tres guiones seguidos que utilizaban esta técnica". Pero con 'El vuelo' tenía claro que tenía que ser con actores reales.

Robert Zemeckis y Denzel Washington en la presentación de El vuelo en Madrid

El debate sobre el 3D también apareció en la conversación, y Zemeckis tiene una clara opinión al respecto, no a las conversiones: "Creo que el 3D, cuando se hace correctamente, es una cosa magnífica. Creo que el problema es que en Hollywood es típico matar a la gallina para conseguir los huevos de oro. Cuando lo hacen convirtiéndolas no funciona. Tiene que estar diseñada desde el principio y tiene que ser orgánica con la historia. Si te fijas en las películas en 3D buenas, todas están hechas por cineastas competentes y diseñadas así desde el principio. Si se usa como una herramienta emocional, es magnífica. Si se utiliza sólo como una herramienta para hacer dinero, no funciona en ningún caso".

Un acto de Dios

Una historia de redención como la de 'El vuelo' tiene varios encuentros con Dios, como era de esperar. Algo que suele ser bastante habitual en la filmografía del director: "No es algo que haga conscientemente. No sé, quizás más que la presencia de Dios, es más la incógnita de Dios. Además, cuando ocurren cosas que no podemos explicar, como que un avión caiga del cielo, tendemos a decir que ha sido un acto de Dios", explica Zemeckis. Pero también cree que la base de su trabajo es poder identificarse con los personajes: "Entiendo que la situación es mucho más dramática de lo que puede ocurrir en la vida real, pero si te identificas con la transformación que está atravesando el personaje, de forma menos dramática, ese es el propósito del cine y de casi cualquier forma de arte".

El 25 de enero llega a los cines españoles 'El vuelo', lo nuevo de Robert Zemeckis. Un drama adulto con un personaje muy complejo. Pero este año también es el 25 aniversario de '¿Quién engañó a Roger Rabbit?', su original película que mezclaba dibujos animados con actores reales. Tiempo hubo también para celebrarlo: "Todos deberíamos decir 'felicidades' porque sigue ahí y nosotros seguimos vivos, eso es bueno (risas)". Eso sí, en sus propias palabras: "No espero que haya una secuela". A pesar de ello, muchos somos los que esperamos con ganas que nos presente un personaje de la talla de Whip Whitaker.

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