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OPINIÓN

La cara y la cruz del "crowdfunding", buscando la ayuda del público

Analizamos el fenómeno Kickstarter y la financiación masiva, recordando casos como el de 'El Cosmonauta', 'Veronica Mars' o 'Wish I Was Here'.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 26 de Mayo 2013 | 10:18
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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En las últimas semanas, la palabra "crowdfunding" se ha convertido en un término más del extenso vocabulario relacionado con el cine. No es algo creado específicamente para este universo, pero nombres como el de 'El cosmonauta', 'Veronica Mars' o Zach Braff han terminado por abrir la puerta a un universo nuevo de financiación de largometrajes. Pero, ¿es la solución que necesita desesperadamente esta industria?

Vivimos en un momento decisivo dentro de la historia del cine. Cuando las taquillas caen en picado, el streaming legal de películas sigue sin ser una opción muy extendida en nuestro país, y la piratería sigue estando ahí, la industria busca la forma de conseguir un método de financiación alternativo. Sobre todo los pequeños rodajes que intentan llegar al mayor número posible de personas sin depender de grandes estudios o dejándose un dinero que no tienen. En 2004 se utilizó por primera vez el método conocido como crowdfunding en la película francesa 'Demain la Veille'. Los productores consiguieron el dinero necesario para el rodaje, gracias a las microdonaciones de otras personas.

El Cosmonauta

Estos espectadores deciden dar parte de su dinero, cantidades que pueden oscilar entre los 5 y los miles de dólares, para ver hecho realidad un proyecto que contaba con poco o nulo apoyo de las empresas. Pero no dejamos de hablar de proyectos que luego quieren ser rentables, y el público que va a tener será, probablemente, el mismo que ya ha pagado por su rodaje. ¿Dónde tenemos que situar la línea en la que la financiación pasa de ser una sincera petición de ayuda a un "sacacuartos"?

El mejor ejemplo de sinceridad lo podemos encontrar muy cerca. 'El cosmonauta' es la primera película española en buscar este tipo financiación, pero actuar en consecuencia. Es decir, cuando en 2009 el equipo de la cinta de ciencia ficción decidió buscar ayuda de los internautas, lo hicieron con la pretensión de que su película fuera vista por el mayor número de personas posible. E involucrar a los cinéfilos por el camino. Y, de paso, reinventar los métodos de distribución de películas, estrenándolo en salas, en televisión, en plataformas de VOD, e incluso de forma gratuita por Torrent y su web oficial. La idea era difundir cultura, no hacerse ricos. Los más de 5.000 que les apoyaron tienen un lugar muy especial en los créditos de la película, y pueden seguir apoyándoles con ediciones especiales del largometraje o merchandising.

Pero, si 'El cosmonauta' es la cara de la moneda, tiene que haber una cruz. Y esos son los famosos. La serie de televisión 'Veronica Mars' ha dado el pistoletazo de salida de una carrera por conseguir una segunda oportunidad en la gran pantalla, gracias a los fans. En esta ocasión, Rob Thomas (creador de la serie) y Kristen Bell (protagonista) utilizaron la plataforma Kickstarter para iniciar una campaña con la que lograr que el rodaje de una película que continuara la trama se hiciera realidad. Si llegaban a los 2 millones de dólares, Warner Bros. se comprometía a encargarse de la distribución y la publicidad de la cinta. Ellos, a su vez, ofrecían a los donantes "recompensas" en forma de productos de la película, o incluso una aparición estelar. No tardaron ni un fin de semana en lograr su objetivo, y recaudaron mucho más de lo que esperaban, algo que servirá para mejorar la calidad de la serie. Rob Thomas asegura que no se quedará nada de lo que ha conseguido mediante crowdfunding, todo va destinado a la producción.

Veronica Mars

Yo soy el primero que recibió con una alegría la noticia de una película de 'Veronica Mars', pero también me paré a pensar: ¿En serio, si tanto querían hacerla, no tendrían Kristen Bell y los demás miembros del reparto dinero suficiente para iniciar el rodaje? En el fondo, la idea es suya, si la quisieran con toda su alma, no tendrían que haber pedido ayuda a los fans. Evidentemente, no hay por qué desconfiar de esa intención de dar a los seguidores una película digna, con su ayuda. Ni tampoco hay que descartar que lo hagan para que esos fans se sientan partícipes de tamaño proyecto. Pero todos los beneficios de esa película se los van a llevar ellos, por mucho que unos cuantos millones del presupuesto hayan salido de los bolsillos del público. No estamos hablando de grandes cantidades de taquilla (o de ventas del DVD, que es donde probablemente encontraremos la película el año que viene), pero no podemos comparar el caso con el de 'El Cosmonauta'. Aquí se está jugando con el fervor de personas que apoyaron la serie en su día, es casi un forma de manipulación.

Eso sí, al ser los primeros, hay que admitir que también podríamos meterles en el saco de los más "legales" dentro del fenómeno Kickstarter. Vieron la oportunidad y la aprovecharon. El Big Bang que ha desencadenado ya no queda tan claro. Otras como 'Pushing Daisies' o 'Chuck' parecen querer simplemente subirse al carro del método, y todas cuentan con actores o productores con dinero suficiente para hacer una película "low cost" que pudiera mantener la esencia de las series, si lo que realmente quieren es, simplemente, seguir su historia, sin mayores pretensiones. Seguro que muchos usuarios apoyarían todos estos proyectos, pero no deja de ser a costa de sus ahorros. ¿Estarían dispuestos a publicarlos de forma gratuita, como es el caso de la película de Nicolás Alcalá? Lo dudo mucho. El huracán Kickstarter Celebrity es demasiado peligroso, pero para nuestro bolsillo.

Zach Braff

Actores con estrella (y estrellados)

Por suerte, tiene pinta de ser una "moda" pasajera. Ya lo vimos hace unos días. Melissa Joan Hart, protagonista de 'Sabrina, cosas de brujas' se la ha pegado en Kickstarter en su intento de buscar una segunda oportunidad "que no le han dado". Es evidente que, de ser un proyecto para resucitar la serie, habría conseguido el dinero en dos minutos. Pero está visto que el público no le tiene tanto cariño a la actriz. Pero me cuesta creer que Hart no pueda conseguir absolutamente ningún proyecto, aunque fuera empezando desde abajo otra vez. El caso de Zach Braff es más complicado. El actor quiere dirigir su segunda película (la primera fue 'Algo en común'), y quiere hacerlo "sin la presión de un gran estudio". Lo logró, y también superó sus expectativas. Días después, 'Wish I Was Here' sumaba una porción de financiación tradicional gracias a una productora pequeña. Productora que, al igual que Braff, recibirá beneficios (si los llegan a tener), pero no los usuarios. Ellos se conformarán con las "recompensas" de recibir el guión en su correo electrónico, o incluso merchandising si han pagado lo suficiente. ¿Es esto justo? ¿Se habrían embarcado Anna Kendrick, Jim Parsons y Kate Hudson en el proyecto de ser solamente vía crowdfunding? ¿Están los espectadores dispuestos a pagar dos veces por una película?

La pregunta es peliaguda. Los fans más "hardcore" no dudarían un segundo en abrir sus carteras, ya sea simplemente por el hecho de sentirse parte activa de ese proyecto. Pero habría que distinguir el "crowdfunding" entre lo que es un mero negocio y lo que es, realmente, una forma de cumplir un sueño que, de no existir la financiación masiva, no sería posible. Es dudoso que el crowfunding pueda ser una opción viable para grandes proyectos a largo plazo, ya que si ya hemos empezado a ver proyectos que se caen, la fiebre terminará por desaparecer. Porque uno estará dispuesto a colaborar una, dos o tres veces, pero no creo que el público esté por la labor de financiar todos los proyectos famosos que amenazan con pasarse por Kickstarter. El "crowdfunding" es una vía muy idealista, pero se está contaminando demasiado deprisa. La industria va a tener que seguir buscando la forma de salir del bache que atraviesan. Y lo mejor es que lo hicieran solos, sin ayuda de los espectadores, que ya tienen que pagar su entrada. Caso distinto es el de los pequeños proyectos "amateurs", razón por la que seguramente se crearan plataformas como Kickstarter. El hecho de partir de cero les otorga esa "ventaja" de pedir ayuda. Y más si, como 'El Cosmonauta', luego responden con la misma generosidad.

¿Qué opináis vosotros del "crowdfunding"? ¿De proyectos como el de 'El Cosmonauta', o el de 'Veronica Mars'? ¿Aceptáis que los famosos utilicen servicios como Kickstarter? ¿Los apoyaríais? Muchas preguntas, y queremos saber vuestras respuestas.

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