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CRÍTICA

'La mejor oferta': El arte de saber distinguir

Giuseppe Tornatore devuelve al cine su toque más sobrio e íntimo en su nueva película, protagonizada por Geoffrey Rush, Jim Sturgess y Donald Sutherland.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 6 de Julio 2013 | 09:00

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En una época donde el cine comercial ha inundado las salas con secuelas, remakes, superhéroes, o un mix de todo ello junto, es de agradecer que aún quede hueco para un cine más próximo, más íntimo... es de agradecer que aún quede sitio para un director como Giuseppe Tornatore, cuya última obra, 'La mejor oferta', viene a dar una brisa de misterio, romance y arte (no solo por las pinturas) a la cartelera actual.

'La mejor oferta': El arte de saber distinguir

La sinopsis del filme nos lleva a la vida solitaria de Virgil Oldman; un excéntrico experto en arte y agente de subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento afectivo hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. La aparición de esta joven, que sufre de una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará para siempre la vida de Virgil.

Geoffrey Rush lleva el peso principal de la cinta, interpretando a Virgil Oldman, y cuya medida evolución a lo largo del filme, es una delicia en cuanto al trabajo de actor. Rush ofrece una de sus interpretaciones más sutiles, pasando por todas las fases de una obsesión, de un enamoramiento, de una pasión y siempre, en constante descubrimiento, todo ello rodeado de uno matices de curiosidad que hacen pensar que este actor aún tiene mucho que aportar. Ver a su personaje aprender paso a paso los entramados de las relaciones con mujeres, además de su muy bien trabajada obsesión con los guantes y el contacto con otras personas, hacen de su papel un gran escaparate de cómo un actor comprometido, y un personaje creado con mimo, puede llega a llenar la pantalla.

Jim Sturgess interpreta a Robert, uno de los mejores amigos del protagonista, a pesar de su juventud. Su personaje, que en un primer momento parece poco consciente de su peso en la película, no tarda en coger el hilo, quizás porque los descubrimientos a lo largo del metraje, lo destapan como un seductor, y más aún, en un personaje más profundo de lo que podría pensarse de él. Por momentos su mera presencia logra preocupar al espectador, que ve en su bien trabajado papel, una amenaza para el protagonista. Sturgess consigue pues, una actuación que esconde alguna que otra sorpresa.

'La mejor oferta': El arte de saber distinguir

Donald Sutherland, hace el rol de Billy Whistler: el mejor amigo de Oldman. Su papel contiene el toque más sobrio de la historia, debido a que sus intervenciones tampoco son muy numerosas, pero que sirve de contrapeso más lógico a todo lo que le sucede al protagonista. Además, su imagen de pintor frustrado, hace que se vea en él cierto carisma, que no está muy explotado a lo largo del metraje, pero que ofrecerá un atractivo a una historia donde el arte está presente, aunque no es el tema principal.

Un caso aparte es el papel de Sylvia Hoeks. Mientras la evolución de Rush es más pausada, la del personaje de Claire, tiene grandes golpes, salpicados con una muy buena creación de sus contradicciones, que harán al espectador oscilar junto al protagonista, sin saber cual será su siguiente paso. Todo ello, sumado a la pausada narrativa del filme, consigue que su personaje se convierta en una obsesión también para el espectador, y sin duda, todas sus contradicciones, su aura y su medida adaptación a los acontecimientos, hacen de la construcción del personaje de Claire, una muy creíble imagen femenina.

'La mejor oferta': El arte de saber distinguir

Cine a fuego lento

'La mejor oferta' puede llegar a engañar si se cree que es una película basada en el arte o en su historia. Lo nuevo de Giuseppe Tornatore tocará diversos temas: desde el saber arriesgar hasta el amor, el dinero y la obsesión, lo verdadero y la falsificación. Tornatore ha construido una película a fuego lento, como juntando las piezas de un autómata, que por momentos, hacen recordar a Hitchcock, con su protagonista hablando a través de las paredes, la intriga y el suspense, que hacen del metraje, un pulso de tensión bien medido. Un caso a parte merece la música, compuesta por el gran Ennio Morricone, que a sus 84 años de edad, cada vez es más selecto con el cine al que quiere poner banda sonora, lo cual es una muestra más de que nos encontramos con una producción que ha sido tratada con mimo.

Gracias a unas cotas de tensión y misterio poco habituales en una película que puede catalogarse de romántica incluso, vemos como el drama va en aumento, y es sobre todo una conseguida curva argumental, viendo poco a poco una evolución de sus personajes e historia que no da grandes saltos ni vuelcos, hacen de su guión una estructura fuera, que si bien, en momentos deja detalles sin aclarar, lo cual puede llegar a ser frustrante.

Pese a ello, nos encontramos con una película que huye de ofrecer un producto sacado de una máquina, y ofrece una producción cuidada, con una bella fotografía y sobre todo, una emotiva evolución de su personaje principal, con un gran Geoffrey Rush, y ese toque de suspense que imprime toda la cinta. 'La mejor oferta' sin duda sí que consigue ser una muy buena alternativa al cine más comercial, y todo aquel que busque encontrar buen cine hecho con esmero, lento y trabajado, verá en esta nueva obra de el director de 'Cinema Paradiso', una sorprenderte propuesta, y en la que hay que recordar, como reza una de las frases de su guión: "Siempre hay algo auténtico oculto en cada falsificación".