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CRÍTICA

'R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal': Mejor permanezca muerto

La nueva cinta protagonizada por Ryan Reynolds y Jeff Bridges, que bebe mucho de 'Men in Black', no consigue entretener ni como cine de acción, ni como comedia.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 21 de Septiembre 2013 | 16:00

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En una nueva ocasión, nos encontramos con una de las fórmulas del verano: Adaptación de cómic + Actores famosos + Director que sepa algo del género + Un gran presupuesto (130 millones de dólares)... y a ver que sale. Así ha sido con 'R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal' una cinta que pese a contar con unos efectos visuales a la altura, no llega a ser más que un fallido homenaje a 'Men in Black', solo que con un Jeff Bridges que no se calla, un Ryan Reynolds en modo automático y poniendo caras, y nada nuevo que aportar, algo que resulta letal para una película que no logra lo más básico de un blockbuster: entretener.

RIPD

En 'R.I.P.D.' se nos cuenta la historia de un policía muerto que hace un pacto para seguir visitando la Tierra: se compromete a trabajar durante cien años a cambio de trabajar en el Departamento de Policía Mortal y así ganarse su hueco en el Cielo. Para ello hará equipo con un shérif chapado a la antigua, en busca de los más extraños monstruos que viven en la Tierra, escondidos con forma humana.

De su reparto, quizás el nombre que más atractivo interpretativo despide es Jeff Bridges, pero su personaje no da para ello. Pese a que el actor tiene algún que otro momento destacable, sobre todo con sus comentarios pasados de época y el choque que tiene con el personaje de Reynolds, al final tampoco acaba siendo del todo un protagonista muy atractivo, gran culpa de ello lo tiene la gran verborrea que tiene durante todo el filme. Bridges en esta película no se calla. El darle tanta cháchara en todas las escenas acaba siendo un verdadero dolor de cabeza, y quizás en el cómic es así y funciona, pero en pantalla resulta algo exasperante.

Ryan Reynolds protagoniza también el póster, y hará lo que muchos hacemos los fines de semana: desconectar. El actor parece llevar el piloto automático durante gran parte de la película, y claro que sí, en una producción que busca una cara bonita que mostrar, veremos la misma cara de Reynolds durante numerosos primeros planos, que parece que fueron grabados todos la misma tarde. Quizás siendo lo más reseñable de su rol sea el comienzo y alguna escena con algo más de drama, pero por lo demás, no consigue darle una carisma potente a su personaje, el cuál, hemos de admitir, sí convence en una ocasión: cuando manda a callar a Bridges.

La dirección del filme ha recaído en Robert Schwentke, el cual había firmado 'RED' o 'Mas allá del tiempo', y quizás por su trabajo en la primera, vieron en él el realizador adecuado para esta producción. Pero en cuanto se enfrenta a ella, consigue un manchón en su currículum, rodando la que es la peor película de su carrera. El cineasta se vuelve loco con los efectos visuales, sobre todo en el último tercio de la cinta, pero se olvida de un básico en el cine de este tipo: el entretenimiento. Es por ello que veremos como tanto la realización de la acción como el guión en si (firmado por Phil Hay, guionista de 'El esmoquin'), no convenza en ningún momento, provocando en muchas ocasiones, aburrimiento al que la ve.

Esto ocurre debido a que, mientras vamos viendo el filme, tengas ese "deja vu" de "esto lo he visto antes", quizás porque todo su conjunto no hace más que recordarnos a 'Men in Black', pero sin el carisma de Will Smith y Tommy Lee Jones, nos topamos con una cinta que por momentos, hará que miremos el reloj. Y es que las similitudes con el filme de los Hombres de Negro son evidentes de por si, pero el trabajo en 'R.I.P.D.' no ha conseguido diferenciar a su cinta, darle algo original para que no resulte ser tan tan solo, un malogrado homenaje pero con muertos en lugar de extraterrestres.

RIPD

Si a ello le sumamos un guión que sigue una línea muy fina de argumento interesante y lo salpica de conversaciones sin mucho donde sacar, una especie de tensión sexual bizarra entre Bridges y el personaje interpretado por Mary-Louise Parker (una actriz que se ha pasado por la película a divertirse un rato) y escenas de persecuciones de bichos raros y disparos para menores de 13, lo que tenemos es un producto que es un claro "quiero y no puedo".

Mucha destrucción, algo es algo

Eso sí, donde más se nota que se ha volatilizado su enorme presupuesto ha sido en los efectos especiales. Es por ello que veremos un gran despliegue gráfico en cuanto a destrucción, coches dando vueltas de campana y cristales rotos, que al final es lo que más protagonismo acaba por tener, pero que claro, pese a todo su despliegue no logra maquillar una cinta que por lo general es algo soporífera, y por mucho ruido que haga un bicho saltando entre edificios, uno siente que no es suficiente. En cuanto al diseño de los villanos, sí que hay alguno que tiene su encanto, pero no se les ha dado más protagonismo que el necesario para recibir los disparos.

En definitiva, nos encontramos con un largometraje que no llega a enganchar, al que le falta carisma para ser una buena comedia, e inventiva y ritmo para ser un digno representante del cine de acción. Pese a todo, los efectos visuales están bastante conseguidos, y tendrá a lo largo de su metraje con algún que otro punto de humor que nos vuelve a conectar a la cinta, pero en la que sientes que puedes salir de la sala a buscar más palomitas, porque no te vas a perder nada.