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CRÍTICA

'jOBS': Mucha manzana y poco personaje

Ashton Kutcher protagoniza este biopic poco valiente y que se mueve constantemente en el terreno de lo políticamente correcto. Ya en cines.

Por Adrián Lavado Moreno 20 de Septiembre 2013 | 10:23

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Después de la muerte de una de las figuras más representativas del mundo de la informática, el todopoderoso y alabado Steve Jobs, era más que evidente que Hollywood se pondría manos a la obra para abordar su vida en uno de esos biopics que tan de moda se han puesto en los últimos años. A la espera de conocer más datos sobre el proyecto que estaba preparando Aaron Sorkin, llega a nuestras carteleras 'jOBS', retrato centrado sobre todo en los años de juventud del empresario.

'jOBS'

Aunque la crítica estadounidense haya destrozado el trabajo de Joshua Michael Stern y especialmente el de su actor protagonista Ashton Kutcher, el principal problema de este acercamiento se encuentra en que no sabe muy bien lo que está vendiendo. El guion más que centrarse en mostrar las luces y sombras en la vida de Jobs, cuenta de forma atropellada distintos datos de sobra conocidos sobre los pormenores empresariales que hicieron de la marca de la manzana todo un referente en el mercado de la informática.

Lo que en menos de veinte minutos se hubiera despachado en un documental al uso, aquí ocupa la gran parte de metraje, lastrando el grado de interés del espectador. Por poner un ejemplo cercano en el tiempo, 'jOBS' no intenta imitar las bases de 'La red social', que más que una sucesión de hechos contrastados se servía de los elementos de la ficción para crear una tragedia griega, y se acerca de manera peligrosa a uno de esos biopics televisivos de personajes variados que han ido ofreciendo en los últimos tiempos las cadenas españolas.

'jOBS' no se atreve a sobrepasar esa condición, moviéndose siempre en el terreno de la corrección y dejando tras de sí pequeñas pinceladas que no logran crear un personaje a la altura de las expectativas. Los personajes no dejan de hablar, porque parece que tengan miedo a que el silencio desmonte la impostada gravedad de lo que está pasando. Los diálogos no se sienten reales y parecen en todo momento surgidos de la mente de un creativo de Apple.

'jOBS'

En un momento de la película, el personaje de Josh Gad echa en cara a Steve Jobs que solo piense en el producto sin pensar en las personas. Algo parecido es lo que le pasa a este biopic, que está más preocupado en ofrecer un producto acomodaticio y encorsetado en lo políticamente correcto que en ofrecer un análisis profundo de Steve Jobs.

Joshua Michael Stern tampoco sabe sacar partido del insustancial material de origen, basando su trabajo en poner a los personajes sobre el escenario e ir moviendo la cámara de una posición a otra. La música hace un flaco favor al conjunto, ya que aunque la composición de John Debney sea más que correcta, su continua utilización para dramatizar las escenas hace que pierda su efecto y llegue a ser un poco cargante.

Kutcher se esfuerza y... casi lo logra

Mucho se criticó la elección de Ashton Kutcher para ponerse en la piel del personaje protagonista pero, aunque deje en evidencia grandes limitaciones, el actor intenta por todos los medios salvar al personaje y mimetizarse lo máximo posible con él. Eso sí, el poco empeño en caracterizarlo durante gran parte del metraje, hace que pensemos en todo momento que estamos viendo al actor, más conocido por interpretar insulsas comedias románticas o por ser el exmarido de Demi Moore, que a Steve Jobs. El resto del reparto cumple con su cometido y suelta con convicción sus líneas de guion, destacando especialmente Josh Gad y Lukas Haas.

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