å

CRÍTICA

'Somos los Miller': Una familia de pega muy bien avenida

Jennifer Aniston y Jason Sudeikis tendrán que dejar a un lado su profesión de stripper y camello para convertirse en padres ideales de dos peculiares adolescentes.

Por Ángela del Caz 7 de Noviembre 2013 | 10:00

Comparte:

Ver comentarios (3)

Esta semana llega a la taquilla española el nuevo trabajo de una de las reinas -a veces con acierto y otras todo lo contrario- de la comedia: Jennifer Aniston. La siempre recordada Rachel Green de 'Friends' vuelve a la gran pantalla para mostrar que aunque roce los 45 años (edad que cumplirá el próximo febrero) puede seguir presumiendo de curvas y figura como cuando tenía 20.

Somos los Miller

Ahora bien, no nos confundamos. En los diferentes tráilers y clips que se han ido desvelando de 'Somos los Miller' en los últimos meses se puede ver a Jennifer Aniston mostrando su cuerpo mientras bailaba metida en su papel de stripper, una situación totalmente puntual (y "necesaria" llegados a cierto punto para salir de algún que otro apuro empleando sus dotes seductoras).

Y es que esas escenas no superan el minuto puesto que Rose O'Reilly abandona su trabajo como bailarina obligada por circunstancias económicas y busca dinero rápido "y fácil" convirtiéndose en una perfecta esposa y madre de dos hijos.

Jennifer Aniston convertida en stripper en 'Somos los Miller'

Como marido de esta familia idílica, Rawson Marshall Thurber ha apostado por volver a formar el tándem creado por Seth Gordon en 'Cómo acabar con tu jefe' fichando a Jason Sudeikis, un camello reconvertido en hombre formal y padre ejemplar.

David Burke ha apostado por vivir en una perpetua adolescencia, una vida en la que la mayor preocupación es tener la cantidad de hierba que le solicitan sus clientes, sin imaginar, ni de lejos, que tendrá que hacerse pasar por un padre 10 si quiere salvar su pellejo cuando un grupo de gamberros roban sus provisiones y toda su recaudación tras asaltar su casa.

De stripper y camello, a padres 10

Con estos peculiares padres, los hijos no podían ser simples adolescentes sosainas: el inocentón Kenny (Will Poulter) no dudará en participar en esta aventura en busca de nuevas emociones; una personalidad opuesta a la de Casey (Emma Roberts), la espabilada adolescente repleta de piercings y tatuajes que se convertirá en su hermanita y profesora de lecciones de vida básicas.

Todos ellos forman la familia Miller, cuyo único objetivo será conseguir pasar desde Méjico un cargamento de marihuana haciéndose pasar por una idílica familia que ha decidido pasar el fin de semana del 4 de julio en Méjico.

Familia Miller

Lógicamente todo se complica constantemente, les van surgiendo problemas e inconvenientes que hacen que las cosas se pongan turbias y que el "jefe camello" de David, Brad Gurdlinger (interpretado por Ed Helms), cada vez se muestre más impaciente; pero también van sacando un lado tierno y familiar que desconocían por completo que tenían.

Una comedia gamberra con puntos sentimentales -que incluso se acuerda del '¿Me entiendes?' de Belén Esteban y con algunas situaciones picantes que no exageran más de lo necesario- cuya virtud es que ninguno de los protagonistas destaca por encima de otro.

Las situaciones se van desarrollando con mucha química entre ellos empleando un lenguaje cotidiano y muy 'al día'. El giro del final no es tan previsible como se puede pensar al conocer la sinopsis de la cinta aunque, quizá, sí se cierra la trama con demasiada rapidez en comparación con el tiempo que se emplea, por ejemplo, en el viaje por carretera de la familia de pega que estará obligada a entenderse si no quieren buscarse serios problemas.