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CRÍTICA

'Carmina y amén': El sublime repaso a una vida de Paco León

Paco León alcanza su madurez cinematográfica con esta magnífica película que sirve como homenaje a su madre en la vida real: Carmina Barrios.

Por Jesús Márquez 27 de Abril 2014 | 17:40

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Hace ya dos años que Paco León estrenó su ópera prima. Aprovechó que la financiación fue fácil y el presupuesto de la película bastante bajo para arriesgar con la distribución y conseguir los acuerdos necesarios para que 'Carmina o revienta' se estrenara al mismo tiempo en las salas de cine, en DVD y en video on demand a través de internet. La situación con 'Carmina y amén' es diferente: aquella primera película le ha permitido hacer ésta y tanto la financiación como la forma de la película es ahora mucho más convencional; pasamos del estreno simultáneo al clásico "solo en cines" y del falso documental al filme de ficción de toda la vida. El resultado, sin embargo, es alucinante: Paco León está tan cómodo o más que en su primera película, quizás no por razones presupuestarias ni formales, sino por la madurez obtenida con su anterior proyecto.

Carmina Barrios y Paco León

Carmina o revienta y amén

'Carmina y amén' cierra, en teoría, la saga sobre Carmina Barrios iniciada en 'Carmina o revienta' y conformada por tan solo estas dos películas. Como apunte rápido: no, no es necesario haber visto la primera para entender 'Carmina y amén'; de hecho, todos sus temas están también presentes en esta segunda parte, pese a que se profundiza en ellos desde otro enfoque. En cualquier caso, a día de hoy 27 de abril, es posible verla gratuitamente desde la página de RTVE: aquí.

El argumento de la película vuelve a girar en torno a Carmina Barrios, la madre en la vida real de Paco León, personaje que como en la anterior película está basado en la propia Carmina. María León y Alejandro León, los dos hermanos de Paco, también repiten utilizando de nuevo sus mismos nombres. Así, Paco León vuelve a entrar en un juego que ya exprimió con 'Carmina o revienta', y que se repite en 'Carmina y amén' de una forma mucho más sutil y menos marcada: ¿qué es real y qué no? Es ficción, pero su propio carácter de ficción le dota de una irónica verdad.

Carmina Barrios y Paco Casaus
Para explorar todas estas inquietudes, el film narra la muerte del marido de Carmina, interpretado por un actor ajeno a la familia: Paco Casaus, y ella decide esperar dos días hasta llamar a la policía o la ambulancia con el objetivo de cobrar la paga doble que su esposo aún tenía pendiente. En consecuencia, la mayor parte de la película se desarrolla en el bloque de Carmina y durante esos dos días. María León, vecinos de la comunidad y algún otro personaje pasarán por su residencia durante ese tiempo.

Paco León ha escrito un guion tan fuerte que esta secuela no se resiente en absoluto ante esas restricciones ni frente a la imposibilidad de poner a los personajes a hablar a la cámara o todas aquellas cosas que 'Carmina o revienta' sí podía hacer gracias a su argumento abierto y a su carácter experimentalista. El contraste es perfecto porque Carmina no abandona su intención de desahogarse verbalmente en esta segunda parte y, en consecuencia, transporta el objetivo de sus monólogos de la cámara a otros personajes que significan mucho más para ella que la cuarta pared.

Comedia con base dramática

Lo primero que hay que admirar de 'Carmina y amén', de entre las tantísimas cosas que hay que admirar de ella, es su equilibradísimo tono. La comedia es el ingrediente predominante pero Paco León tiene bien medido cuándo forzar un chiste un poco más lejos sería frivolizar con él o cuándo no hay que tener miedo de virar hacia el drama más duro.

De hecho, uno de los temas predominantes en la película es la muerte, desde la perspectiva de la vida: es decir, qué queremos hacer con ella antes de que llegue y qué nos arrepentimos de no haber hecho y aún podemos hacer; todo despertado a raíz del fallecimiento del marido de Carmina. El legado, los hijos, nuestra identidad. Temas con mucho fondo en los que la película profundiza a base de reflexiones, aparente chacabanas, de personajes de clase media-baja, sin resultar jamás cargantes y sin quedarse en la superficie; temas de los que habla desde la comedia, pero con la clase de sentimiento y alma que de forma prejuiciada no se le suele atribuir a este género. Paco León ha entendido a la perfección su película: y no hay nada más importante que ser consciente de los temas que estás tratando y saber cómo hacerlo.

Carmina Barrios y María León

Lo siguiente a admirar es, obviamente, a Carmina. Un personaje que, esperemos, se convierta en historia del cine español y al que se le coge cariño al momento. Como comenta Paco León, puede que el humor de 'Carmina o revienta', por ejemplo, pareciera muy localizado; pero Carmina es un personaje que entiendes en Andalucía, en España y en cualquier otro país del mundo. Es el concepto de madre, pero al mismo tiempo es uno de esos estereotipos que están tan definidos por sus matices que dejan de ser un estereotipo. Carmina es tan Carmina que no es tan solo una madre: es la madre de, en el caso de la ficción, María León y Alejandro León y, como tal, no es tu madre o la mía. Cuando un escritor escribe eso, está haciendo sin duda un buen personaje; o, en el caso probable de Paco, un homenaje tremendo a su propia progenitora.

No obstante, el juego de lenguaje de 'Carmina y amén' sí que es bastante localizado. No es vital para entender la película pero, obviamente, un español o un andaluz que reconozca las expresiones de pueblo que utilizan los personajes de la película disfrutará de una forma diferente. Es similar a cuando no captas todas las referencias de una película posmodernista pero en la capa del propio idioma; todos entendemos español, o cualquier extranjero entendería los subtítulos que le ofrecería 'Carmina y amén', pero aquel que capte las muletillas y los tics que Paco deja en sus personajes no podrá evitar soltar una carcajada incluso en el diálogo más corto.

Yolanda Ramos y Carmina Barrios

Las interpretaciones, por otro lado, están todas a un nivel fantástico. Ventajas de tener a un director que sabe tanto sobre interpretación y que, por tanto, valora tantísimo la dirección de actores. La gran sorpresa viene de parte de Yolanda Ramos, que realiza un papel estelar que ojalá sea valorado con un Goya: su personaje es un generador de risas por segundo de un calibre alucinante.

El cierre de un perfecto homenaje

Recuerdo que cuando hace dos años escribí sobre 'Carmina o revienta' la comparé con la serie en la que Paco León se hizo famoso: 'Aída'. Lo hice porque el hilo conductor del humor de ambas se focalizaba en la vulgaridad. Sin embargo, pese a que el sentimiento de barrio de la serie donde participó Paco se conserva en sus dos películas, es justo decir que él ha ido mucho más lejos, lejísimos.

Sin querer desmerecer por ello algunos de los méritos de 'Aída', 'Carmina y amén' descubre el talento de Paco y hasta dónde puede llegar y aprovechar los temas que tocó en 2012: aquello no fue una casualidad y con esta nueva película no solo ha estado al nivel, sino que demuestra que es capaz de más. Ojalá sea el principio de muchos más proyectos e igual de magníficos, aunque hoy día sea difícil quitarse de la cabeza lo mucho que nos ha emocionado y lo tantísimo que nos hemos reído con su primera incursión por partida doble en el cine, con su madre: no puede haber un primer paso más personal que ese.